Zacarías: profeta de Judá tras el exilio, que alentó a Judá a que terminaran de construir el templo (1.1—14.20).
Zorobabel: líder de los exiliados de Judá; trabajó en el templo (4.6–10). Josué: sumo sacerdote de Israel después de que el remanente regresara allí (3.1–10; 6.11–13).
Los judíos que reconstruían el templo: que volvieron a Jerusalén después del exilio para obedecer a Dios (1.16; 4.9; 6.15; 8.13).
EN EL LIBRO DE ZACARÍAS hay muchos pasajes que profetizan al Mesías venidero. A Cristo nos lo muestra como «mi siervo el Renuevo» (3.8), «en su trono, y habrá sacerdote» (6.13), y siendo aquel «a quien traspasaron» (12.10). Zacarías presenta con precisión a Cristo como humilde y triunfante a la vez. Cristo es el Rey que da la salvación, pero que viene «humilde, y cabalgando sobre un asno» (9.9).
Arrepentimiento: el arrepentimiento sincero tiene que ver con más que las meras palabras; también tienen que cambiar las acciones (1.1–6; 7.8–14; Is 31.6; 44.22; Jer 3.12; 18.11; Ez 18.30; Mi 7.19; Mal 3.7–10; Lc 15.20; Stg 4.8; 1 Co 10.11; 2 Co 6.6; Ap 21.3).
Cuidado divino: la gloria venidera de Jesucristo será de consuelo para Israel (1.13, 17; Sal 23.4; Is 30.26; 40.1, 2; 51.3; Jer 29.10; 50.4; Os 6.1; 14.4; 2 Co 1.3–7; Fil 2.1, 2; 2 Ts 2.16, 17).
El Mesías será rechazado en la primera venida (9.1—11.17; 13.7–9; Sal 22.1–18; Is 52.13–15; 53.1–12; Hch 2.23; 1 P 1.18–20).
El Mesías será aceptado en la segunda venida (12.1—14.21; Jer 33.15, 16; Dn 7.13, 14; Ro 14.11; Fil 2.10; Ap 16.15).
Vida santa (7.1–7; Lv 20.7; Is 1.10–15; 58.3–9; Ec 3.12; Ef 5.1; Fil 1.21; Col 3.12; 2 Ti 3.16, 17).
Dios es bueno: 9.17
El nombre “Zacarías”, significa “Jehová se acordó”. Zacarías era hijo de Berequías; era de la misma época del profeta Hageo, y también luchó para incentivar a los judíos a seguir con la reedificación del templo que el pueblo había negligenciado.
Al contrario del lenguaje simple y directo del profeta Hageo, el profeta Zacarías usaba símbolos y figuras para diferenciar su mensaje; su mensaje era dirigido directamente al gobernador Zorobabel y al sacerdote Josué.
En la última parte del libro, hay varias menciones del futuro glorioso y feliz que Dios tiene reservado para su pueblo, y habla también del libertador que habrá de venir para reinar sobre toda la tierra.
El autor de este libro es el mismo profeta Zacarías.
El libro del profeta Zacarías fue escrito aproximadamente en el año 518 a.C.
El profeta Zacarías habla en este libro sobre varias visiones proféticas, pero su mensaje principal es la conclusión de la reedificación del templo y la venida del Mesías.
El libro de Zacarías es el 11º libro del grupo de los profetas menores y es el libro número 38 de la Biblia.
Tiene 14 capítulos.
Tiene 211 versículos.
Tiene 27 preguntas.
Tiene 35 mandamientos.
Tiene 4 promesas.
Tiene 222 profecías.
1.- Llamamiento a volver a Jehová: Zacarías 1:1-6.
En estos textos, el profeta Zacarías empieza exhortando a los judíos a volver a Jehová, pero recuerda la desobediencia de sus padres, y los invita a que vuelvan a los caminos de Jehová.
2.- Las visiones de Zacarías: Zacarías 1:7 a 6:8.
Las visiones del profeta Zacarías eran una forma de mostrar a los judíos lo que Jehová quería de ellos, por eso vamos a mostrar las visiones paso a paso.
1.- LA VISIÓN DE LOS CABALLOS: Zacarías 1:7-17.
Esta visión habla de un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán, detrás de ellos había otros caballos overos, que recogían la tierra. Esta visión significa lo siguiente:
El varón que cabalgaba en el caballo alazán representa el Señor Jesucristo, revelando la voluntad de Dios a los hombres, y que reedificará a Israel muy pronto. Los mirtos representan a Israel. Los mirtos son arbustos, el cual emiten una fragancia agradable,
El significado de los caballos:
El alazán representa las guerras.
El overo representa las plagas.
El blanco representa victoria y gloria.
Los jinetes de los caballos representan los ángeles de Dios en acción en la tierra para cumplir los propósitos de Dios a favor de Israel.
2.- LA VISIÓN DE LOS CUERNOS Y LOS CARPINTEROS: Zacarías 1:18-21.
En esta visión aparecen cuatro cuernos, y cuatro carpinteros. Los cuatro cuernos y los cuatro carpinteros representan las naciones que invadieron y oprimieron a Judá e Israel.
Los cuernos son símbolos de poder y oposición, estos cuernos son proféticamente: Babilonia, Persia, Grecia y Roma.
Cuando se refiere a los carpinteros, nos da la idea que ellos tenían que completar lo que había empezado, o sea, ellos volverían para devastar lo que había sobrado de Israel.
3.- LA VISIÓN DEL CORDEL DE MEDIR: Zacarías 2:1-13.
Esta visión representa la provisión de una Jerusalén llena de habitantes y prospera que es la Jerusalén celestial.
La nueva Jerusalén no necesita de muros, pues su protector será Dios y sus límites serán indefinidos y Jehová morará en medio de ella.
4.- LA VISIÓN DE LA PURIFICACIÓN DEL SUMO SACERDOTE: Zacarías 3:1-10.
Esta visión representa la pureza de los remanentes de Israel; el sacerdote Josué y los otros sacerdotes, representan al Mesías que efectuará la purificación final de Israel.
5.- LA VISIÓN DEL CANDELABRO DE ORO Y LOS OLIVOS: Zacarías 4:1-14.
En esta visión, el candelabro de oro representa la nación de Israel; los dos olivos, representan Zorobabel y el sumo sacerdote Josué; el gran monte, representa los obstáculos que no impedirán el trabajo del Señor de restaurar a su pueblo; los siete ojos de Jehová representan su poder de sondear los corazones.
6.- LA VISIÓN DEL ROLLO VOLANTE: Zacarías 5:1-4.
En esta visión, el rollo representa la maldición y el juicio que vendrá sobro los pecadores; el rollo también simboliza la ley de Jehová castigando a los transgresores, los transgresores serán sacados del reino del Mesías; sus casas y sus vidas serán consumidas.
7.- LA VISIÓN DE LA MUJER EN EL EFA: Zacarías 5:5-11.
Esta visión habla primeramente de una mujer sentada en medio del efa, representa el pecado y la impiedad. “Efa”, es una medida utilizada por los pueblos bíblicos que representa 35 litros”. Las dos mujeres con alas representan a Asíria y Babilonia.
8.- LA VISIÓN DE LOS CUATRO CARROS: Zacarías 6:1-8.
En esta visión los caballos negros representa la muerte, los cuatro vientos son los ángeles de Dios que ejecutarán juicio en toda la tierra. El numero 4, representa los cuatro extremos de la tierra.
3.- La coronación simbólica de Josué: Zacarías 6:9-15.
La coronación simbólica del sumo sacerdote Josué, representa la coronación del Mesías como rey y sacerdote y la construcción de su templo espiritual en el cual estará entronizado. Esta es una profecía al respecto de Zorobabel.
4.- El ayuno que Dios reprueba: Zacarías 7:1-7.
En estos versículos, el pueblo vino a implorar el favor de Jehová, y la palabra de Jehová vino a Zacarías y reprendió al pueblo sobre sus ayunos sin fundamentos, y su falta de espiritualidad, recuerda también los setenta años pasados cuando el pueblo transgredió la ley, pero Jehová permaneció fiel.
Los judíos querían saber a la verdad si había necesidad de seguir ayunando, si el templo ya estaba siendo edificado y ellos ya estaban en su tierra; esto nos enseña que hay muchos creyentes que piensan de esta misma manera, solo buscan a Dios cuando hay necesidad, pero Dios quiso decir que debemos buscarle todo el tiempo, en las buenas o en las malas.
5.- La desobediencia, causa del cautiverio: Zacarías 7:8-14.
En estos versículos, el profeta alerta al pueblo de lo que Dios había mandado que ellos practiquen la misericordia, que juzguen conforme a la verdad, que no opriman a las viudas, tampoco a los huérfanos, ni al extranjero, ni al pobre.
En el vs 11 hacia delante, el profeta dice que ellos no quisieron oír, por eso, vino el cautiverio sobre ellos. Este fue el precio por la desobediencia.
6.- Promesa de la restauración de Jerusalén: Zacarías 8:1-23.
Este mensaje es un mensaje de ánimo y restauración, pues aquí el profeta habla que Dios restaurará a Jerusalén y morará en medio de ella. Zac 8:3 dice: “Así dice Jehová: Yo he restaurado a Sion, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará ciudad de la verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, monte de santidad.”.
7.- Castigo de las naciones vecinas: Zacarías 9:1-8.
Esta es una profecía contra las naciones vecinas de Israel que durante mucho tiempo oprimieron y esclavizaron a los Israelitas, pero ahora llegará el juicio de Dios para ellas; este juicio será para el fin de los tiempos, pues esta es una profecía futura.
Estos textos citan el nombre de algunas ciudades que serán castigadas por Dios como ser: Damasco, Hamat, Tiro, Sidon, Escalón, Gaza, Ecrón, y Asdod,
8.- Profecías concernientes al Mesías: Zacarías 9:9 a 11:1-17.
Las profecías mesiánicas de estos textos muestran algunos eventos futuros; estas profecías empiezan hablando sobre la primera venida del Mesías y su desprecio.
La liberación prometida en Zac 9:11-16, se referían a las victorias y a las conquistas de los macabeos aproximadamente entre los años 163 a 63 a.C.
En Zac 9:9, habla de la entrada triunfal de Jesús en la ciudad de Jerusalén.
En el cap 10, el profeta amonesta al pueblo y habla en el vs, 11, que la salvación saldría de la tribu de Judá.
El vs 12 dice que Jehová fortalecerá a Israel y ellos caminarán en su nombre, Zacarías 10:12.
El capitulo 11 habla de la parábola sobre los pastores inútiles.
En esta parábola, el profeta habla que el rebaño de Dios había sido dispersado y muertos porque sus pastores eran falsos; en esta acusación a los falsos pastores, hay una alusión de la traición de Judas cuando habla de las treinta piezas de plata, y también habla del buen pastor Jesucristo en los vs 12 al 14.
9.- Liberación futura de Jerusalén: Zacarías 12:1-14.
Esta profecía habla sobre la liberación futura de Jerusalén diciendo que todas las naciones que vinieren contra Jerusalén serán destruidas, Zac 12:12.
El vs 3 dice que Jehová pondrá a Jerusalén por piedra pesada a todo los pueblos.
En el vs 8 dice: “En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos.”.
10.- La purificación de Judá y el pastor de Jehová es herido: Zacarías 13:1-9.
En esta profecía Dios promete que habrá un manantial abierto en la casa de David, o sea en Judá, para que los hijos de Israel se laven y limpien sus pecados y sus inmundicias; este manantial se refiere a Jesucristo.
A partir del vs. 7, nos habla del pastor de Israel siendo herido; se trata de la muerte de Jesús.
Zacarías 13:7 dice: “Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hieren al pastor y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos.”.
11.- Jerusalén y las naciones: Zacarías 14:1-21.
Esta profecía es para los días finales, se trata de la invasión de Jerusalén; Dios permitirá que Jerusalén sea saqueada, y sus mujeres sean violadas, la mitad del la ciudad será llevada en cautiverio.
Después de esto, Jehová saldrá a pelear a favor de Israel contra las naciones; el vs. 6 dice que en aquel día no habrá luz clara ni oscura.
Todas las naciones serán castigadas delante de Israel y Jerusalén será bendecida.
En este capítulo hay algunas bendiciones efectuadas a Jerusalén, como ser:
Aguas vivas saldrán de Jerusalén, vs 8.
Y nunca más habrá maldición en Jerusalén y será habitada confiadamente, vs, 11.
La ciudad de Jerusalén será consagrada a Jehová de los Ejércitos, vs. 21.
Mientras que no hay retos numerosos de interpretación para el lector, dos pasajes dentro de la profecía presentan una notable dificultad de interpretación. En el 11.8, el Buen Pastor destruyó «a tres pastores en un mes». La presencia del artículo definido apunta a familiaridad, de tal manera que los judíos habrían entendido la identidad de estos pastores sin mayor referencia. No es tan fácil para los lectores modernos entenderlo. Numerosas opciones con respecto a su identidad han sido sugeridas. Una de las más antiguas, y probablemente la posición correcta, los identifica como tres órdenes de líderes: los sacerdotes, ancianos y escribas de Israel. Durante su ministerio terrenal, Jesús también confrontó la hipocresía de los líderes religiosos de Israel (cp. Mt 23), repudiándolos con fuertes denuncias, seguidas por la destrucción de la nación entera en el 70 D.C. Desde su venida, el pueblo judío no ha tenido otro profeta, sacerdote o rey.
Bastante discusión también rodea la identidad del individuo que poseía «heridas en tus manos» (13.6). Algunos lo han identificado con Cristo, y las heridas supuestamente se refieren a su crucifixión. Pero Cristo no podía haber negado que era un profeta, ni pudo haber dicho que era un granjero, o que fue herido en la casa de sus amigos. Obviamente, esta es una referencia a un falso profeta (cp. vv. 4–5) que fue herido en su adoración idólatra. El celo por el Señor será tan grande en el reino del Mesías que los idólatras harán todo intento por esconder su verdadera identidad, pero sus cicatrices serán la evidencia obvia de su iniquidad.
SETEADB. PROFETAS MENORES. Editorial La Epístola. Bolivia. 2012.
Maxwell, John. Elmore, Tim. La Biblia de Liderazgo de Maxwell. Nashville: Grupo Nelson; 2016.
MacArthur, John. Biblia de Estudio MacArthur. Nashville: Grupo Nelson; 2011
MacArthur, John. El Manual Bíblico MacArthur. Nashville: Grupo Nelson; 2016