Jesús: el Hijo del Hombre, que llevó una vida perfecta para reconciliar a los hombres y mujeres pecadores con Dios (1.26—24.53).
Elisabet: mujer que seguía a Dios, era esposa de Zacarías. Fue madre de Juan el Bautista (1.5–60).
Zacarías: sacerdote judío y padre de Juan el Bautista (1.4–79).
Juan el Bautista: profeta y precursor que anunciaba la venida de Cristo (1.13–80; 3.2—9.9).
María: virgen, madre de Jesús (1.26—2.51).
Los doce discípulos: Simón Pedro, Andrés, Santiago (Jacobo), Juan, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Santiago (hijo de Alfeo), Tadeo, Simón, Judas Iscariote; doce hombres a los que Jesús escogió para que le ayudaran en su ministerio terrenal (1.2; 5.30—12.55; 16.1—24.53).
Herodes el Tetrarca: hijo de Herodes el Grande; hizo ejecutar a Juan el Bautista y participó del tribunal que juzgó a Jesús (3.1–20; 9.7–9; 23.6– 16).
Pilato: gobernador romano que ordenó crucificar a Jesús en lugar de Barrabás (3.1; 13.1; 23.1–52).
María Magdalena: devota seguidora de Jesús; primera persona en ver a Jesús después de su resurrección (8.2; 24.10).
Lucas, que era médico, presenta a Jesús como el Gran Médico (5.31, 32; 15.4–7, 31, 32; 19.10). Lucas examina la interacción de Jesús con cobradores de impuestos, mujeres, niños, gentiles y samaritanos, demostrando así su ministerio particular y único entre los marginados de la sociedad. Lucas también describe a Jesús como Hijo del Hombre, poniendo énfasis en su ofrenda y sacrificio de salvación para el mundo.
Temor humano en presencia de Dios: es una respuesta normal y adecuada al enfrentarse a la poderosa obra de Dios (1.30, 65; 2.9, 10; 5.10, 26; 7.16; 8.25, 37, 50; 9.34, 45; 12.5; 23.40; Lv 19.14, 32; 25.17, 36, 43; Dt 25.18; Jue 6.22; 2 S 23.3; 2 Cr 20.29; 26.5; Pr 1.7; Neh 5.15; 13.22; Mr 16.5; Hch 9.31; 1 Ti 5.20).
Misterios de la verdad divina: la maravilla rodea los misterios de las palabras y acciones de Cristo (1.21, 63; 2.18, 19, 33, 47, 48; 5.9; 8.25; 9.43–45; 11.14; 20.26; 24.12, 41; Job 11.7; Dn 2.47; Mt 13.35; Mr 4.10– 20; Ro 11.25; 1 Co 2.7; 4.1; Ef 5.32; Col 1.25–27; 4.3; 1 Ti 3.16; Ap 10.7).
Perdón: su lugar en la vida humana (3.3; 5.20–25; 6.37; 7.41–50; 11.4; 12.10; 17.3, 4; 23.34; 24.47; Gn 50.20, 21; Sal 7.4; Pr 19.11; Mt 6.1, 15; 18.22; Mr 11.25; 2 Co 2.5–11; Stg 2.13; 1 P 4.8).
El rol del Espíritu Santo: el Espíritu en nuestras vidas (1.15, 35, 41, 67; 2.25–27; 3.16, 22; 4.1, 14, 18; 10.21; 11.13; 12.10, 12; Gn 1.2; Job 26.13; Sal 104.30; Ez 37.11–14; Sof 4.7; Mt 12.28; Jn 14.16; 15.26; Hch 1.8; 8.29; Ro 8.11; 15.19; 1 Co 2.4, 13; 1 Ts 1.5; 1 P 3.18).
Muerte de Cristo en la cruz: el propósito mismo por el que Cristo vino a la tierra (9.22–23; 17.25; 18.31–33; 24.25, 26, 46; Is 53.7–9; Hch 13.29; 1 Co 1.18; 5.7; Gá 5.11; 6.14; Ef 5.2; Fil 2.8; Col 2.14; He 10.1, 11, 12).
Dios es accesible: 23.45
Dios es santo: 1.49
Dios es paciente: 13.6–9
Dios es misericordioso: 1.50, 78
Dios es potente: 11.20; 12.5
Dios cumple sus promesas: 1.38, 45, 54, 55, 69–73
Dios provee: 2.1–4; 21.18, 32, 33; 22.35
Dios es sabio: 16.15
“El evangelio del perfecto Hijo del Hombre”
El evangelio de San Lucas, es el más literario de los evangelios; seguramente su escritor era un hombre de cultura que sabía escribir, y no solo esto, sino la manera que el amor de Dios se manifestaba en sus parábolas, en sus enseñanzas y en sus historias.
Este evangelio fue escrito a los griegos que buscaban respuestas para las cuestiones de la vida, como la sabiduría, la filosofía, la belleza, la educación, etc.
Los griegos exaltaban la perfección del ser humano, por esa razón, San Lucas enfatiza la humanidad de Jesús presentándolo como el perfecto hijo del hombre. En este evangelio, San Lucas describe la belleza y la perfección gloriosa de Jesús como un hombre ideal y universal, siendo él, Señor y Salvador de nuestras vidas.
Este libro fue enviado a un hombre llamado “Teófilo”, que seguramente debe haber sido una persona eminente entre los cristianos gentiles, de esta manera entendemos que Teófilo era el representante de los cristianos griegos. San Lucas no fue un testigo ocular de los hechos narrados en este libro, pues en Lucas 1:2, 3, dice que él investigó con diligencia todas las cosas. Por las calificaciones del escritor de este libro, creemos que San Lucas era griego. Este evangelio narra la historia de Jesús de una forma metódica. Su lectura minuciosa revela un libro escrito por un pensador a un pueblo filósofo dedicado a la meditación.
Este libro fue escrito por un médico llamado Lucas, que era compañero del apóstol Pablo en sus viajes misioneros.
Este libro fue escrito posiblemente cerca del año 60 d.C. cuando Pablo estaba preso en Cesaréa.
San Lucas escribió este libro a los griegos mostrando la importancia de la historia de Jesús para el cumplimiento de las escrituras de los hebreos, pero su tema principal es: “Jesús, el perfecto hijo del hombre que vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”.
1. INTRODUCCIÓN.
El inicio de este libro es uno de los más simples, asegurando su integridad y exactitud en sus narrativas.
San Lucas escribió este libro en un estilo griego con un vocabulario de equilibrio clásico, sin embargo, su propósito era establecer un fundamento histórico de la fe cristiana.
Nos da a entender que él no fue un testigo ocular del ministerio de Jesús, pero, él investigó todas las cosas de una manera minuciosa, y le pareció bien escribir todo lo que él había oído y aprendido desde el principio, para enviarlas a Teófilo. Lucas 1:1-4.
2. ANUNCIO DEL NACIMIENTO DE JUAN Y JESÚS. Lucas 1:5-25.
Esta sección es peculiar de San Lucas; solamente en este libro tenemos la única información de la vida de Juan el Bautista cuando relata sobre su padre que se llamaba Zacarías que era un sacerdote de aquella época que ministraba en el templo conforme su orden, y sobre su madre que se llamaba Elisabet, este relato explica cómo nació Juan el Bautista. Este relato habla sobre el anuncio del nacimiento de Juan el Bautista por el ángel del Señor en el templo de Jerusalén.
En seguida, relata también el anuncio del nacimiento de Jesús en una pequeña aldea de Galilea a María, una humilde virgen que iba a casarse con un varón llamado José.
Nos da con exactitud la fecha de su narrativa cuando habla de Herodes rey de Judea, en el versículo, 5, que según los historiadores, se trata de Herodes Magno, que reinó en el período entre los años 37 a.C al 4 d.C. Este relato sucedió cerca del fin de su reinado de Herodes.
3. EL NACIMIENTO DE JUAN Y JESÚS. Lucas 1:57 a 2:1-7.
Era importante que San Lucas narrase el nacimiento de Juan el Bautista, pues, él vino como el precursor del Mesías Jesucristo. En esta narrativa, habla también sobre el cántico de Zacarías, Lucas 1:67-80.
Después de haber narrado el nacimiento de Juan el Bautista, narra también el nacimiento de Jesús, destacando también la aparición de los ángeles de Dios a los pastores de Belén, Lucas 2:8-20. Hay otros eventos importantes de la niñez de Jesús narrados por San Lucas, como ser: La presentación de Jesús en el templo, Lucas 2:21-38. El regreso de los padres de Jesús a Nazaret, Lucas 2:39, 40, y el niño Jesús en el templo, Lucas 2:41-52.
4. EL MINISTERIO DE JUAN EL BAUTISTA. Lucas 3:1-20.
Los cuatro evangelios revelan claramente que el ministerio de Juan el Bautista era preparar el camino para Jesús, pero el evangelio de San Lucas es el único que narra que un grupo personas hacen preguntas a Juan en cuanto a la manera que ellos deberían cambiar de actitudes para con Dios, Lucas 3:10. Las respuestas de Juan en su ministerio eran simples, pues la Biblia no revela ninguna parábola o enseñanza dadas por Juan.
5. EL BAUTISMO DE JESÚS. Lucas 3:21, 22.
San Lucas usa solamente dos versículos para hablar sobre el bautismo de Jesús; es una narrativa rápida, pero objetiva.
Relata que cuando Jesús fue bautizado, oró, y el cielo se abrió, y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corpórea como una paloma y vino una voz del cielo que dijo: “Tú eres mi hijo amado, en ti tengo complacencia”.
6. LA GENEALOGÍA DE JESÚS. Lucas 3:23-38.
La genealogía de Jesús según San Lucas es diferente a la de San Mateo. Podemos ver que San Mateo dice que el nombre del padre de José era Jacob, Mateo 1:16, pero en San Lucas dice José hijo de Elí. Esto no significa que hay una confusión entre las narrativas de los evangelios, sino que la diferencia entre la genealogía citada por San Mateo y San Lucas es que San Mateo habla de la genealogía de Jesús por parte de padre y San Lucas habla de la genealogía de Jesús por parte de madre, por lo tanto, el término “Hijo de Elí” en Lucas 3:23, nos da a entender que José fue considerado hijo de Elí que era padre de María, por intermedio de su matrimonio con ella.
Otra cosa que podemos notar en la genealogía de Jesús según San Lucas es que empieza con José, hijo de Elí y termina con Adán, hijo de Dios, mientras que San Mateo empieza desde Abraham hasta José.
7. LA TENTACIÓN DE JESÚS. Lucas 4:1-13.
San Lucas narra la tentación de Jesús con una diferencia de San Mateo y San Marcos, pues en estos evangelios, se dice que Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, pero San Lucas dice que Jesús lleno del Espíritu Santo volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto, pero los otros relatos son iguales a los evangelios de San Mateo y San Marcos.
8. EL MINISTERIO DE JESÚS.
San Lucas narra igual a los otros evangelistas que Jesús inició su ministerio en la región de Galilea, pero su primer hecho es en la ciudad de Nazaret, Lucas 4:16-30. No relata aquí la llamada de Jesús a los discípulos, sino empieza hablando de sus milagros, maravillas, sus sermones, sus parábolas y otras enseñanzas entre ellos están:
MILAGROS Y MARAVILLAS DE JESÚS:
Jesús reprendió un espíritu inmundo de un hombre en Capernaun, Lucas 4:31-37.
Jesús sana a la suegra de Pedro, Lucas 4:38, 39.
Muchos sanados al ponerse el sol, Lucas 4:40, 41.
La pesca maravillosa, Lucas 5:1-11.
Jesús sana a un leproso, Lucas 5:12-16.
Jesús sana a un paralítico, Lucas 5:17-26.
Jesús sana a un hombre de la mano seca, Lucas 6:6-11.
Jesús sana al siervo de un centurión, Lc 7:1-10.
Jesús resucita a la hija de la viuda de Nain, Lc 7:11-17.
Jesús calma la tempestad, Lc 8:22-25.
Jesús expulsa los espíritus inmundos de un hombre gadareno, Lc 8:26-39.
Jesús resucita la hija de Jairo y sana una mujer que sufría de flujo de sangre, Lc 8:40-56.
Jesús alimenta más de cinco mil personas, Lc 9:10-17.
Jesús sana a un muchacho endemoniado, Lc 9:37-43.
Jesús sana a una mujer en el día de reposo, Lc 13:10-17.
Jesús sana a un hidrópico, Lc 14:1-6.
Jesús sana a diez leprosos, Lc 17:11-19.
Jesús sana a un ciego de Jericó, Lc 18:35-43.
LOS SERMONES DE JESÚS:
Bienaventuranzas y ayes, Lucas 6:20-26.
El amor hacia los enemigos y la regla de oro, Lucas 6:27-36.
El juzgar a los demás, Lucas 6:37-42.
Jesús y la oración, Lucas 11:1-13.
La lámpara del cuerpo, Lucas 11:33-36.
El afán y la ansiedad, Lucas 12:22-31.
Tesoro en el cielo, Lucas 12:32-34.
La ley y el reino de Dios, Lucas 16:16, 17.
Jesús enseña sobre el divorcio, Lucas 16:18.
LAS PARÁBOLAS DE JESÚS:
Parábola del sembrador, Lucas 8:4-15.
El rico insensato, Lucas 12:13-21.
Parábola de la higuera estéril, Lucas 13:6-9.
Parábola de la semilla de mostaza, Lucas 13:18, 19.
Parábola de la levadura, Lucas 13:20, 21.
Los convidados a las bodas, Lucas 14:7-14.
Parábola de la gran cena, Lucas 14:15-24.
Parábola de la oveja perdida, Lucas 15:1-7.
Parábola de la moneda perdida, Lucas 15:8-10.
Parábola del hijo pródigo, Lucas 15:11-32.
Parábola del mayordomo infiel, Lucas 16:1-15.
Parábola de la viuda y del juez injusto, Lucas 18:1-8.
Parábola del fariseo y el publicano, Lucas 18:9-14.
Parábola de las diez minas, Lucas 19:11-27.
OTRAS ENSEÑANZAS DE JESÚS:
Por sus frutos los conoceréis, Lucas 6:43-45.
Los dos cimientos, Lucas 6:46-49.
Nada oculto que no haya de ser manifestado, Lucas 8:16-21.
El que no es contra nosotros, por nosotros es, Lucas 9:49-50.
El espíritu inmundo que vuelve, Lucas 11:24-26.
A quien se debe temer, Lucas 12:4-7.
El que me confesare delante de los hombres, Lucas 12:8-12.
La levadura de los fariseos, Lucas 12:1-3.
El siervo vigilante, Lucas 12:35-40.
El siervo infiel, Lucas 12:41-48.
Jesús, causa de división, Lucas 12:49-53.
¿Cómo no reconocéis este tiempo? Lucas 12:54-56.
Arréglate con tú adversario, Lucas 12:57.
La puerta estrecha, Lucas 13:22-30.
Lo que cuesta seguir a Cristo, Lucas 14:25-33.
Cuando la sal pierde su sabor, Lucas 14:34, 35.
Ocasiones de caer, Lucas 17:1-4.
Auméntanos la fe, Lucas 17:5, 6.
El deber del siervo, Lucas 17:7-10.
La venida del reino, Lucas 17:20-37.
9. EL MINISTERIO DE JESÚS EN JERUSALÉN.
San Lucas relata a partir de estos textos, los últimos momentos del ministerio de Jesús, su arresto, su crucifixión, su muerte, su resurrección y su ascensión; esto corresponde a la última semana de Jesús antes de su muerte.
Veamos en esta oportunidad las referencias bíblicas de los acontecimientos del ministerio de Jesús en Jerusalén.
La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, Lucas 19:28-44.
La purificación del Templo, Lucas 19:45-48.
La autoridad de Jesús, Lucas 20:1-8.
La cuestión del tributo, Lucas 20:19-26.
Los saduceos preguntan a Jesús sobre la resurrección, Lucas 20:27-40.
Jesús acusa a los escribas, Lucas 20:45-47.
Jesús predice la destrucción del templo, Lucas 21:5, 6.
El complot para matar a Jesús, Lucas 22:1-6.
Jesús ora en Getsemani, Lucas 22:39:46.
10. LA HUMILLACIÓN DE JESÚS.
Arresto de Jesús, Lucas 22:47-53.
Pedro niega a Jesús, Lucas 22:54-62.
Jesús escarnecido y azotado, Lucas 22:63-65.
Jesús ante el concilio, Lucas 22:66-71.
Jesús ante Pilatos, Lucas 23:1-5.
Jesús ante Herodes, Lucas 23:6-12.
Jesús sentenciado a muerte, Lucas 23:13-25.
Crucifixión y muerte de Jesús, Lucas 23:26-49.
Jesús es sepultado, Lucas 23:50-56.
11. LA EXALTACIÓN DE JESÚS.
La resurrección de Jesús, Lucas 24:1-12.
Jesús aparece a dos de sus discípulos en el camino a Emaús, Lucas 24:13-12.
Jesús se aparece a los discípulos, Lucas 24:36-49.
La ascensión de Jesús, Lucas 24:50-53.
12. ALGUNAS CONSIDERACIONES IMPORTANTES DEL EVANGELIO DE SAN LUCAS.
En las narrativas de San Lucas, no se habla de las bienaventuranzas como en San Mateo, pues San Lucas habla del Sermón del monte de una forma resumida.
San Lucas no habla la narrativa de Mateo 21:18-22 y Marcos 11:12-14, cuando Jesús maldice a la higuera.
Otra consideración importante es en Lucas 24:41-43, que dice que Jesús pidió algo de comer a los discípulos y ellos le dieron parte de un pez asado y un panal de miel; esta narrativa se encuentra solamente en el evangelio de San Juan, pero no tan clara como la narrativa de San Lucas.
SETEADB. LOS EVANGELIOS. Editorial La Epístola. Bolivia. 2012.
Maxwell, John. Elmore, Tim. La Biblia de Liderazgo de Maxwell. Nashville: Grupo Nelson; 2016.
MacArthur, John. Biblia de Estudio MacArthur. Nashville: Grupo Nelson; 2011
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