Hageo: profeta de Judá tras el retorno del exilio babilonio; urgió al pueblo a reconstruir el templo (1.3—2.23).
Zorobabel: líder de los judíos que salieron del exilio en Babilonia; representante oficial de la dinastía de David, a quien se le llama anillo del sello (1.1—2.23).
Josué: sumo sacerdote de Judá; líder conjunto con Zorobabel (1.1—2.4). El pueblo de Judá: a quienes Hageo animaba a completar la reconstrucción del templo (1.2, 12; 2.2).
EL LIBRO DE HAGEO revela el significativo lugar de Zorobabel en la línea mesiánica de David. Su posición, ilustrada por un anillo de sello (2.23; ver Palabras clave) continuaba la línea real de David de la que vendría Cristo. El nombre de Zorobabel aparece entre los ancestros de María (Lc 3.27) y José (Mt 1.12), lo cual demuestra su importancia como medio de injerto de ambas ramas del linaje de Cristo en una misma línea.
Presencia de Dios en el templo (1.7, 8; 2.7–9; 1 R 8.10, 11; 2 Cr 5.13, 14; Ez 43.5; 1 Co 6.19, 20; 2 Co 6.16–18; Ap 21.22; 22.1–21).
Obediencia del pueblo que teme a Dios (1.12–15; Dt 11.8; 1 Cr 24.19; 2 Cr 19.9; Esd 5.2; Pr 15.33; Col 2.6, 7; 3.22).
Dios es glorioso: 2.1–9
El nombre “Hageo”, significa “Festivo”. El profeta Hageo regresó juntamente con Zorobabel del cautiverio babilónico en el año 536 a.C. Cuando Zorobabel llegó a Jerusalén con el pueblo, vieron que la ciudad y el templo estaban destruidos.
La reconstrucción del templo se inició durante el reinado de Ciro, pero los samaritanos consiguieron durante el reinado de Artajerjes, suspender la edificación, de esta manera, los judíos dejaron de edificar el templo y se preocuparon en edificar casas y mansiones, por eso, la obra quedó paralizada 14 años, fue entonces que entró en acción el profeta Hageo con un mensaje ardiente de fe y coraje para que los judíos reedifiquen el templo.
Según los historiadores, el profeta Hageo ya era anciano cuando fue llamado para el ministerio de profeta; su ministerio duró solamente cuatro meses, pero tuvo un efecto inmediato, pues después de tres semanas, los judíos ya estaban reconstruyendo el templo.
El autor de este libro fue el profeta Hageo.
El libro de Hageo tiene una fecha histórica y exacta que fue descubierta por los estudiosos y historiadores de la Biblia, juntamente con los arqueólogos; según ellos, el libro del profeta Hageo fue escrito en 1º de septiembre a 24 de diciembre del año 520 a.C.
El tema principal y único de este libro es la reedificación del templo de los judíos que fue destruido por los babilónicos.
El libro de Hageo es el 10º libro del grupo de los profetas menores y es el libro número 37 de la Biblia.
Tiene 2 capítulos.
Tiene 38 versículos.
Tiene 8 preguntas.
Tiene 9 mandamientos.
Tiene 3 promesas.
Tiene 14 profecías.
1.- Exhortación a edificar el templo: Hageo 1:1-15.
Los que habían retornado del cautiverio de Babilonia era un grupo de personas pobres que tenían una grande tarea delante de ellos de reconstruir el templo de Jerusalén y restaurar el culto y la adoración a Jehová.
Las constantes persecuciones de los samaritanos que eran vecinos de Jerusalén, trajo un clima de desanimo y tristeza a los repatriados, haciendo de esta manera con que ellos paralizasen la reedificación del templo, por esa razón el pueblo perdió el amor por la casa de Dios tornándose egoístas, y pasaron a construir casa para si mismo, pero Dios no permitió que esta situación continuase, castigando a los judíos.
El profeta Hageo muestra el castigo del pueblo de la siguiente manera:
Sembráis mucho y recogéis poco.
Coméis y no os saciáis.
Bebéis y no quedáis satisfechos.
Os vestís, y no os calentáis.
El que trabaja a jornal, recibe su jornal en saco roto.
Dios detuvo desde los cielos la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos.
Cuando Zorobabel, el sumo sacerdote y el resto del pueblo oyó el mensaje de Dios por medio del profeta Hageo, temió el pueblo delante de Jehová, Hageo 1:12.
De esta manera, el gobernador Zorobabel, el sumo sacerdote Josué y todo el resto del pueblo, vinieron y trabajaron en la reconstrucción del templo, Hageo 1:14,15.
2.- La gloria del nuevo templo: Hageo 2:1-9.
En estos textos, la palabra de Dios vino al profeta Hageo que habló a Zorobabel, al sumo sacerdote Josué y al pueblo, animándolos a seguir el trabajo de la reconstrucción del templo, diciendo:
“Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad
ánimo, pueblo de toda la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.” .Hageo 2:4.
Dios quería mostrar a los judíos que ellos podían lograr el objetivo, pues Dios había trabajado en el corazón del rey Darío para enviar ayuda para la reconstrucción del templo.
Dios quiso decirles que no se preocupasen pues de él era el oro y la plata, Hag 2:8.
3.- La infidelidad del pueblo es reprendida: Hageo 2:10-19.
En estos versículos, Dios habla a los sacerdotes usando parábolas para mostrar que el pueblo estaba en desobediencia en el día que empezaron a reedificar el templo.
En el vs 14, el profeta Hageo dice: “Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo y esta gente delante de mi, dice Jehová; y así mismo toda obra de su mano; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo.”.
El profeta Hageo pide en el vs 16 que los sacerdotes mediten en esto para que ellos busquen a Dios, pues en el vs 19, Dios promete que los bendeciría.
4.- Promesa de Jehová a Zorobabel: Hageo 2:20-23.
La palabra de Jehová vino a Hageo dirigida a Zorobabel, gobernador de Judá, pero estos textos es también una profecía sobre la salvación de las naciones en la segunda venida del Mesías.
Zorobabel es una tipología de Cristo. Como representante de la casa de David y como antecesor del Mesías, Zorobabel recibió una promesa de protección y seguridad para él y para el pueblo.
Esta profecía dice que las naciones de la tierra serán trastornadas, pero la nación de Israel será establecida sobre el dominio del Mesías.
El vs 23, habla de un anillo de sellar que es un símbolo de una autoridad real, de esta manera, Dios dice que Zorobabel es su escogido, siendo así él una tipología de Cristo.
La ambigüedad de interpretación más importante dentro de la profecía es la frase: «el Deseado de todas las naciones» (2.7). Aunque existen muchas traducciones, hay en esencia solo dos interpretaciones. Algunos entienden que se refiere a Jerusalén (cp. Is 60.11; 61.6). No obstante, parece preferible ver aquí una referencia al Mesías, un Libertador que todas las naciones anhelarán. Vea «Respuestas a preguntas difíciles» con respecto a estos asuntos.
SETEADB. PROFETAS MENORES. Editorial La Epístola. Bolivia. 2012.
Maxwell, John. Elmore, Tim. La Biblia de Liderazgo de Maxwell. Nashville: Grupo Nelson; 2016.
MacArthur, John. Biblia de Estudio MacArthur. Nashville: Grupo Nelson; 2011
MacArthur, John. El Manual Bíblico MacArthur. Nashville: Grupo Nelson; 2016