La Hamartiología versa sobre el pecado. Su origen desde Adán y sus terribles consecuencias. Habla de transición humana de un estado de inocencia y obediencia a Dios, para un estado de culpa y desobediencia. El termino Hamartiologia viene del griego 'Hamartia" que significa "error", "defecto", "pecado" y "logia" que significa "estudio", "discurso", "ciencia". Hamartiologia es la doctrina del pecado.
La Soteriologia versa sobre la salvación, Trata de la naturaleza de salvación, la conversión, justificación, regeneración y santificación; a parte de la seguridad de salvación. La palabra salvación viene del griego "soteria", y del latín "salvatio", y significa "libramiento"; "proteger del daño"," perseveración". Soteriología es la doctrina de la salvación,
Nuestros sinceros votos de éxito en su aprendizaje y que Dios enriquezca tu vida con abundantes bendiciones espirituales.
El Editor.
Qué significa pecado y cómo y dónde se originó es aún hoy un asunto que ha sido bastante discutido, generando muchas controversias. La Ciencia Cristiana, por ejemplo, predica que no existe pecado, el pecado es una ilusión y el hombre es incapaz de pecar. Sin embargo, la Biblia dice que Jesús vino al mundo para salvar los pecadores (Lc. 19:10; Ro. 3:23; 5:12; 1 Tm. 1:15). Veamos:
'"Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. " (Ro 5:12).
"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. " (Ro 3:23);
Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: Que Cristo Jesús vino al mundo para salvar A los pecadores, de los cuales yo soy el primero. (1 Tim 1:15)
El Pecado es una ilusión: "esta idea (equivocada) asume varias formas de expresión; por ejemplo, nuestra falta de conocimiento es la razón por la cual tenemos la ilusión del pecado; o, cuando la evolución haya tenido tiempo suficiente para ayudarnos a progresar, la ilusión del pecado desaparecerá" (La Biblia Anotada, 2004).
En esta unidad mostraremos la realidad del pecado y su origen a partir de las Sagradas Escrituras.
Las formas verbales descritas en el hebreo y en el griego para pecado son: en hebreo "hattã'th" y sus formas: "awôn, pesha, ra", y en griego "hamartia", "hamartema", paraptõma, poneria, anomia y adikia que significan equivocarse o no atingir un objetivo. (pecar contra Dios, practicar el mal, transgredir). En latín, el termino usado es peccátu.
En la traducción del griego, pecado es "hamartia" y significa "errar el objetivo" (para el cual fue creado y salvado), "perder el rumbo", "fracasar".
1.1 — Definiciones de Pecado
Pecado es: cualquier falta de conformidad con la ley de Dios, o cualquier transgresión de esa ley (Rom. 3:23; Jn.3•.4; Gal 3:10-12).
Pecado de omisión: Consiste en no hacer lo que la ley de Dios ordena, o dejar de hacer lo que es bueno. "Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado." (Santiago 4:17; Lucas 7:44-47; Ef. 4:28).
Pecado de comisión: Consiste en hacer lo que la ley prohíbe (Diccionario de la Biblia, John D. Davis, 1984); o hacer obras malas (Mat. 5.27-28; Rom. 7.7-25; 1 Juan 1.7-10; Cualquier cosa contraria al carácter de Dios (Biblia Anotada, 1994). Anotado, 1994).
Por lo tanto, pecado es todo lo que hacemos contrario a la voluntad de Dios, en desobediencia a su ley y en desacuerdo con el carácter divino (1 Juan 3:4).
Otros términos que definen pecado:
Iniquidad: Injusticia, perversidad, se refiere no solo al sentido general del "error, sino específicamente al mal, en su forma activa, es, engaño (Num 16:26); que denota perversidad de mente (Prv 15:28; Ro 1:29) mediante lo cual el hombre natural se rinde a los malos impulsos (Sal 10:1-11). Es un mal progresivo (Gen 6:5) y contagioso (1 Sam 24:13) en sus manifestaciones (El Nuevo Diccionario de la Biblia).
Transgresión: del hebreo "pesha" y gr. "hamartema" — significa literalmente, ir "más allá del límite" (Ro 4:15). Los mandamientos de Dios son vallas, por así decir, que impiden al hombre entrar en territorio peligroso y de esa manera sufrir un prejuicio para su alma sagrada, (Myer Pearlman. Conhecendo as Doutrinas da Biblia).
Impiedad: falta de piedad, de respeto, de amor a Dios o a lo que es sagrado; irreligiosidad, incredulidad. Sin "adoración" o reverencia (Ro 1:18; 2 Tm 2:16). El hombre impío es el que da poca o ninguna importancia a Dios y las cosas sagradas (Myer Pearlman. Conhecendo as Doutrinas da Biblia).
1.2 - La Biblia y el pecado
De acuerdo con la Biblia, pecado significa desobedecer a Dios, transgredir los mandamientos divinos, fracasar, equivocarse. Es un mal insoluble, es injusticia, es contravención.
Todo pecado es orientado contra Dios (Sal 51 Ro 8:7). Las Escrituras afirman que el pecado es la "transgresión de la ley' (I Jn 3:4). Douglas (1981 muestra que, cuando pecamos, violamos aquello que Dios exigió de cada uno de nosotros:
La ley es el transcrito de la perfección de Dios; es Su santidad expresándose y visando la reglamentación del pensamiento y de la acción de manera consonante con esa perfección. (La trasgresión es la violación que es exigido (a) de nuestra parte por la Gloria de Dios y, por consiguiente, en su esencia, es la contradicción contra Dios) (Douglas 1981.p.1235)
Necesitamos discernir lo que es y lo que no es pecado. Hay una lista de prohibiciones en muchas iglesias que están relacionadas a aspectos culturales. Cada denominación tiene sus costumbres y reglas que, cuando pautados en los principios bíblicos de buena conducta, son utilizados para enseñar al pueblo a andar en conformidad con la Biblia. "Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. Ninguno busque su propio bien, sino el del otro." (1 Co 10:23-24). En algunos casos las costumbres son impuestas y usadas como medios represores, haciendo a los creyentes legalistas y presos a tradiciones. Debemos distinguir usos y costumbres del pecado propiamente dicho. Los usos y costumbres varían de acuerdo con la época y la cultura. El pecado, mientras tanto, es universal trascendiendo las barreras culturales y la época. Este solo debe ser considerado pecado si hubiera transgresión de aquello que esta registrado en la Biblia.
El pastor Douglas Roberto de A. Baptista hace distinción entre doctrina y usos y costumbres:
Doctrina (del griego — Didaqué) es el conjunto de principios bíblicos que sirven de base a la enseñanza cristiana y que influencian en la salvación del individuo.
Los usos y costumbres son influenciados por la cultura y modo de vivir, valores sociales y religiosos de las personas. Muchos usos y costumbres son contrarios a la enseñanza doctrinaria y por eso deben ser enfáticamente rechazados, otros, sin embargo, acompañan los principios de la doctrina bíblica por lo tanto no pueden ser simplemente enfrentados, agredidos, abandonados o modificados (COMADEBG — Convención de Ministros Evangélicos de las Asambleas de Dios de Brasilia y Goiás).
La doctrina bíblica es esencial en la vida cristiana; pero todo cristiano debe respetar y obedecer al credo religioso de su denominación. Cuando hacemos parte de una institución debemos ser leales a sus normas. Vale resaltar que nadie es obligado a pertenecer a una determinada iglesia para ser salvo, porque la salvación está en Cristo.
Ni el tiempo ni los cambios culturales invalidan lo que la Biblia afirma: "El cielo y la tierra pasarán, pero mi palabra no pasará" continuación, la lista de los principales pecados presentados la Biblia:
PECADO..........................................................................REFERENCIA BÍBLICA
Inmoralidad sexual...........................................................(Gal 5.19)
Pensamientos impuros.....................................................(Gal 5.1)
Idolatría............................................................................(Gal 5.20; Ef 5.5)
Hechiceria .................................................................(Gal 5.20)
Enemistad........................................................................(Gal 5.20)
Contiendas.......................................................................(Gal 5.20)
Celos................................................................................(Gal 5.20)
Iras...................................................................................(Gal 5.20)
Facciones.........................................................................(Gal 5.20)
Ambición egoísta ............................................................(Gal 5.20)
Envidias............................................................................(Gal 5.21)
Embriaguez......................................................................(Gal 5.21)
Orgias..............................................................................(Gal 5.21)
Lujúria .........................................................................(Cl 3.5)
Vanidad u orgullo ............................................................(2 co 12.20)
Homicidio ........................................................................(Ap 22.12-16)
Trampa, injusticia ...........................................................(1 co 6.8)
Adulterio .........................................................................(1 co 6.9,10)
Ganancia deshonesta ....................................................(1 co 6.9,10•, Ef. 5.5)
Robo ..............................................................................(1 co 6.9,10)
Mentira............................................................................(Ap 22.12-16)
1. 3 - La negación del pecado
Existen muchas corrientes filosóficas y religiosas que intentan negar la existencia del pecado, considerando este como una invención humana. Otras, procuran disculpar o disminuir la naturaleza del pecado. Veamos el pensamiento de algunas de estas corrientes:
Ciencia Cristiana: el pecado y el mal no son reales, sin embargo, ilusiones. El pecado puede ser vencido por la percepción correcta de la realidad.
Teología de la liberación: considera al pecado como la opresión social de un grupo sobre otro. Los adeptos extremistas son favorables de una acción, si es necesario, violenta contra los opresores irredimibles, al paso que los menos radicales, defienden el cambio por medio de la acción social y de la educación.
Ateísmo: Para los ateos, el mal, si existiera, es apenas una probabilidad cosmológica de una creación sin Dios. El pecado es negado y combatido, la ética es relativa, y la salvación, se realiza mediante el desarrollo de la ciencia.
Humanismo: Según los humanistas filosóficos, el pecado no existe. El progreso del hombre se da mediante la razón, y la comprensión de su total independencia de Dios. El hombre debe rechazar el concepto bíblico del pecado, y reafirmar su condición terrenal. Solamente así, progresaremos en dirección a la perfección.
Espiritismo: niega la existencia del pecado, por considerar que no hay cualquier evidencia de una caída del hombre, y que es necesario rechazar el concepto de las criaturas caídas.
Seicho-No-lE: Considera el pecado como una enfermedad que no pasa de una simple ilusión. El pecado no existe, pues Dios no lo creo.
Podemos aun presentar: El Hedonismo y el Evolucionismo.
Hedonismo (en griego significa "placer"). Esta teoría sustenta que el mejor o lo más provechoso que existe en la vida es la conquista del placer y el escape del dolor; de ahí la persona no debe preguntarse: ¿Esto es correcto?", pero ¿Esto traerá placer?". La tendencia general del hedonista es disculpar el pecado disfrazándolo; usa expresiones como: "Equivocarse es humano"; "Lo que es natural es bello y lo que es bello es derecho. Predica que el hombre debe "debe liberar sus inhibiciones", lo que muchas veces sirve como un intento para justificar la inmoralidad.
El Evolucionismo considera al pecado herencia del animalismo primitivo del hombre.
Todas estas teorías son antibíblicas y sirven, como ya dijimos, para negar, disculpar y enmascarar la naturaleza del pecado,
1.4 -- La realidad del pecado
El pecado es una realidad que no puede ser negada, independientemente de la época o de la cultura o de la religión a la cual la persona pertenezca, los pecados arriba relacionados son concebidos como error. Algunos de esos son imputados en muchos países como crímenes, siendo establecido una pena capital para el transgresor.
Dios, al crear el universo, estableció leyes que garanticen el funcionamiento de todas las cosas, en perfecta armonía, Es bastante, observamos la ley de la gravedad, las leyes de la física, de la botánica, de la reproducción de los seres y así sucesivamente. Al mismo tiempo, El estableció leyes en el universo moral que necesitan ser obedecidas. Nadie puede escapar de estas leyes por un simple acto de voluntad, Se hace insensato aquel que insurge contra el orden moral establecido. Es feliz aquel que consigue armonizarse con estas leyes. El salmista David consiguió alcanzar esta harmonía: "El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón. " (Sal 40:8). Estas leyes existen para ser cumplidas, independientemente de aceptarlas o no.
Dios, al establecer las leyes en el universo moral, no tuvo la intención o el capricho personal de privar al hombre de cualquier bien. Si no, de acuerdo con su carácter, le atribuye una acción benévola. Así como una Locomotora necesita de rieles para locomoverse, Dios procuró dar una dirección para la vida del hombre, La Palabra de Dios es el guion de esa dirección que debe ser seguida. Por eso, se hace necesario, guardarla con todo el corazón y con toda el alma.
¡Cuando infringimos estos principios, cometemos pecado!
Antes de la caída del hombre el pecado ya estaba presente en el universo. Esto se hace evidente cuando constatamos la presencia del tentador en el Jardín del Edén. Fue por causa de la tentación del diablo que Adán y Eva pecaron.
El pecado se originó en el mundo angélico. Las escrituras no nos fornecieron detalles sobre esa cuestión, pero hay algunas referencias bíblicas, que se hacen conclusivas en relación a este hecho.
En el libro del profeta Isaías, encontramos una referencia alusiva al orgullo de Satanás y su rebelión contra Dios, arrastrando atrás de si una multitud de seres angelicales, los ángeles caídos.
"¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tú corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del notte; sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al Altísimo." (Isaías 14: 12-14).
En Ezequiel, encontramos una referencia al Rey de Tiro, atribuida también por los teólogos a la caída de Satanás.
"Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, es106 Teología Ministerial meralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran, Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser." (Ezequiel 28: 12-19).
Satanás, al caer, llevó consigo una tercera parte de los ángeles (Ap 12:4). Los ángeles que siguieron a Satanás fueron baneados de la presencia del Señor y se juntaron a el formando un ejército de demonios, a sus órdenes (Mat 25:41; 2 Pe 2:4).
Existen otras referencias bíblicas alusivas al origen del pecado. En Juan 8:44, Juan en su epístola, también hace alusión a la expresión, "desde el principio": "El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio," (1 Jn 3:8).
Juan muestra, que Satanás no solo introdujo el pecado al mundo, como prosiguió en su proceder pecaminoso. Así siendo, cualquier que vive pecado continuamente tiene por padre al diablo y refleja sus cualidades.
El pecado tuvo origen en la historia de la humanidad con la caída del hombre. A través de Adán todos se hicieron pecadores: "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron." (Rom 5:12) El mal pasó a existir cuando el hombre pecó y se alejó de Dios (Gen 3:6-8).
El tercer capitulo del libro de Genesis relata la caída del hombre y sus consecuencias. Fue por motivo de la tentación que Adán y Eva pecaron contra el Señor, haciéndose conocedores del bien y del mal.
Dios había creado al hombre con el propósito de que él sea una criatura dotada de libre albedrío. Por eso le dio derecho de escoger entre comer o no del árbol del conocimiento del bien y del mal. La desobediencia llevo al hombre a conocer el mal (Gen 3:9-11).
Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los arboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que e/ día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales" (Gen 3:1-7).
Si Dios sabia que el hombre iría pecar por qué no impidió que eso sucediera? Dios respeta nuestra libertad de elección, aun que elijamos equivocadamente. Aun que El puniera tales elecciones, la libertad de permanecer en ellas continua. He aquí, la razón porque Dios permitió la presencia del mal en el Jardín del Edén. Adán y Eva no podrían reconocer el carácter moral de Dios, sin enfrontarse con elecciones morales. La prohibición de comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal era, en ultima instancia, una prueba de obediencia a la voluntad revelada de Dios.
Análisis de la caída: La caída del hombre empezó con una tentación. Primero la mujer vio que "el árbol era bueno" (deseo de la carne) en seguida ella percibió que era "agradable a los ojos" (ventanas del alma), por fin observó que era "deseable para dar entendimiento" (soberbia de la vida). Satanás aprovechó esa brecha para tentar a la mujer buscando hacer con que Eva dudase de la bondad de Dios porque El les vedaría el acceso al árbol (Gen 3:1). Después, Satanás ofreció a Eva un plan sustituto, que permitía comer del fruto sin sufrir la penalidad (vv.4,5).
Douglas, (1981) muestra que el proceso de la caída del hombre se originó con la codicia de la primera pareja de ser como Dios conocedor del bien y del mal. El alega que el ataque de Satanás fue desplegado contra la integridad y la veracidad de Dios. El argumento usado por la serpiente es que el hombre y la mujer serian semejantes a Dios conociendo el bien y el mal (v 3).
Fue para esa impía inspiración que la atención de la mujer fue atraída y es específicamente en la reacción de ella indicada por las palabras "árbol deseable para dar entendimiento" que encontramos el movimiento de desvio y de apostasía en el corazón y en la mente de Eva. Esa reacción demuestra que el tentador había concordado con su asalto contra la veracidad de Dios, y que deseaba aquello que el tentador aseguraba, queriendo ser Dios, conociendo el bien y el mal, (Douglas. 21235)
Según el mismo autor aquí está el origen del pecado humano. "Eva cedió al tentador el lugar que pertenecía exclusivamente a Dios; aceptó el más blasfemo de los asaltos contra la integridad de Dios; codicio para sí misma la prerrogativas divinas", (Douglas, 1981. 21235).
El pecado trajo consecuencias drásticas para todos los que se involucraron en la trama: La serpiente (Satanás), la mujer y el hombre.
"Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, al y él se enseñoreará de ti. Yal hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. "
Sobre la serpiente Dios determinó la maldición "maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo" (Gen 3:14). Ella fue destinada a arrastrarse sobre la tierra y a alimentarse del polvo de la tierra. A partir de aquel día fue declarada una guerra entre las huestes del mal y la descendencia de la mujer. Cristo la "semilla de la mujer" seria herido en el talón (muerte de cruz), pero la serpiente (Satanás) recibiría un golpe fatal en la cabeza (resurrección y glorificación de Cristo). "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. (Gen 3:15)."
Para a la mujer Dios le concedió el aumento del dolor en la concepción y sumisión al marido. "Ala mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. (Gen 3:16)."
Al hombre Dios determinó el cansancio y la fatiga en el trabajo, Además de la maldición sobre el suelo y la producción de espinas que lo incomodarían.
Al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. (Gen 3:17-19).
La caída representó la pérdida de la comunión con Dios y la expulsión del hombre del Jardín del Edén.
Y Jehová Dios dijo a fa serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar A la mujer dijo: Multiplicaré en gran rnanera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Y a/ hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida, Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tornado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Y llarnó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió, Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y torne también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado, Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. (Gn. 3:14-24)
Después de la caída la actitud del hombre para con Dios sufrió una drástica alteración. Dios se comunicaba con el hombre diariamente, pero ahora este temía encontrarle. La vergüenza y el miedo se hicieron emociones dominantes indicando la deterioración que se procesara. El hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Dios entre los arboles del Jardín. Percibiendo ahora que estaban desnudos, se cubrieron de hojas (v7).
El pecado hizo con que el hombre fuera reprobado, condenado, maldecido y expulso del Jardín. La desobediencia desencadenó la ira y el desplacer de Dios en relación a la creación del hombre.
El hombre perdió derecho de comer el fruto del árbol de la vida, haciéndose mortal. La muerte es el punto culminante de la penalidad impuesta al pecado. Esa era la advertencia ligada a la prohibición del Edén. (Gen 2:17). Con la muerte espiritual, el principio de la muerte física empezó a operar en el cuerpo. Es el pecado que opera todo el proceso de envejecimiento en el cuerpo.
La caída del hombre afectó toda la creación: .. , maldita será la tierra por tu causa, (VI 7). El hombre fue creado como corona de la creación divina El era el vice-regente de Dios determinado para gobernar todas las cosas en la tierra,
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. (Gen 1:26)
Su fracaso resulto en una catastrófica maldición. La creación de espinos y abrojos, la ferocidad de los animales, todo fue resultado de la caída del hombre.
La caída trajo efectos drásticos no solo para Adán y Eva, si no toda la raza humana. "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron." (Rom 5:12). El pecado se perpetuó, trayendo consecuencias drásticas para la raza humana, resultado en la destrucción de la humanidad con un diluvio, sobrando apenas 8 personas . Noé y su familia,
Todos se hicieron pecadores culpados. "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. '(Rom 3:23). Toda criatura humana al nacer trae consigo una naturaleza pecaminosa. La práctica del pecado tiene como resultado la muerte: "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro, (Rom 6:23)
Dios, sin embargo, por medio del sacrificio de Cristo rescata al hombre dándole de vuelta el derecho a la vida eterna, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Jn 3:16)
Todas las personas ya nacen con una naturaleza pecaminosa que las inclinan a hacer todo lo que es reprobable a los ojos de Dios.
La capacidad de los humanos, en hacer todo que los hacen reprobables a los ojos de Dios, es conocida como Naturaleza Pecaminosa del hombre (Ro 3:10-17). Es una especie de inclinación corrompida y perversa, común a todos los humanos
Cuando fue creado por Dios, el hombre original (Adán) fue hecho un poco menor que los ángeles y poseedor del libre albedrío. En ese libre albedrío del hombre estaba embutida su posibilidad de pecar y caer (Gen 2:16-17); una vez que, él no fue creado en un estado de perfección como los ángeles. Para muchos teólogos, antes de la rebelión de Lucifer los ángeles también poseían libre albedrío. Solamente después de la caída del querubín ungido es que los ángeles son sellados para que no se rebelen más contra Dios; por lo tanto, el estado de la perfección sucede con el sello de Dios.
El ambiente del jardín del Edén, a pesar de bello y en el cual el hombre gozaba de perfecta comunión con el Creador, tenía en su medio el elemento que, podría contribuir, para desencadenar el proceso de tentación y caída; o sea, el "árbol del conocimiento del bien y del mal". Fue por intermedio del fruto de ese árbol, que la serpiente indujo al hombre al pecado y su caída. Era un elemento probatorio, dentro de aquel contexto, para probar el libre albedrío de nuestros primeros padres.
El plan Original de Dios para el hombre incluía, desde la eternidad, el cordero (un Salvador, un Redentor). Consecuentemente, ya era prevista en la mente Omnisciente del Creador, la entrada del pecado en el mundo y la urgente necesidad de Redención. Esto porque, el autor del pecado (Satanás), ya había cometido su terrible pecado, arrastrando consigo la tercera parte de los ángeles buenos, y estaría al acecho para corromper una vez más la Obra-Prima del Creador.
La caída de la mujer trajo consecuencias únicamente para sus correlatos, en lo que respeta la perpetuación de la especie humana con el aumento de los dolores de parto. En el caso del hombre, sin embargo, su caída tuvo consecuencias mucho más trascendentales.
Inmediata Maldición: la inmediata "maldición" sobre la tierra, modificó todo el proceso de producción y sustentabilidad para el hombre. Consecuentemente, la transmisión de la tendencia natural del hombre (si es que podemos así clasificar) de pecar y de estar en constante oposición y obstinación contra todo lo que es procedente del Creador. La consecuencia de todo este proceso fue la Muerte Espiritual y la Depravación Total de los principios inherentes de Dios, en la vida del hombre. La muerte física, infligida al hombre en recurrencia de su pecado, seria apenas una partida imagen de una realidad mucho más profunda y trascendental, la muerte eterna,
Heredando una naturaleza pecaminosa: De acuerdo con el Apóstol Pablo, "Por tanto, corno el pecado entró en el mundo por un hombre (Adán), y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos" aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán" (Rom 5:12,14).
El pecado originado en el Edén tuvo una significación sin igual para toda la raza humana. Por medio de Adán todos se hicieron pecadores, En 'los textos de Romanos 5:12, 14-19 y 1 Corintios 15:22, encontramos la base de la doctrina sobre la imputación del pecado:
Por tanto, corno el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte paso a todos los hombres, por cuanto todos pecaron, Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado, No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir Porque así como la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos (Rom 5:12, 14-19).
"Porque, así corno en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados," (1 Co 15:22),
El pecado citado en el texto arriba, se refiere a la transgresión de Adán, Podemos confirmar con las siguientes expresiones, "el Pecado entró en el mundo por un hombre" (Rom 5:12) " por la transgresión de aquel uno murieron los muchos" (v. 1 5) " uno que pecó" (v. 16) " un solo pecado para condenación" (v. 16) " por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres" (v.18) " por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores" (v. 19).
Cuando Pablo afirma que "todos pecaron" (Rom 3:23) no se refiere a los pecados individuales de todos los hombres, ni la depravación hereditaria con la que todos los hombres son afligidos; si no, al pecado de Adán que generó en sus descendientes una naturaleza pecaminosa. La misma inferencia puede ser constatada en 1 Corintios 15:22 "... en Adán todos mueren..."
El apóstol Pablo hace una relación entre Adán — el primer hombre y Cristo — el segundo Adán. En Adán todos mueren, (sin embargo) también en Cristo serán vivificados (1 Co 15:22).
..por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. " (Rom 5:19).
Como ya se dijo el pecado hizo con que el hombre fuera reprobado, condenado, maldecido y expulsado del Jardín. La desobediencia desencadenó la ira y el desplacer de Dios en relación a la creación del hombre. Visto que el pecado es contra la santidad de Dios, su ira, en consecuencia, es una reacción necesaria contra el pecado (Rom 1:18).
Según P Shedd:
"En vista que el pecado jamás es impersonal, sin embargo, existe en personas y es cometido por personas, la ira de Dios consiste en el desplacer al cual somos sujetados: somos el objeto de esa ira. Las ejecuciones penales que sufrimos, son expresiones de la ira de Dios. El censo de culpa y de tormento de consciencia son reflejos en nuestra consciencia del desplacer de Dios" (In El Nuevo Diccionario de la Biblia, 1982).
Sobre la ira de Dios el mismo autor hace las siguientes observaciones:
1.- La ira de Dios no debe ser interpretada en términos de pasión explosiva asociada con la ira de los hombres, se trata de desplacer deliberado que es exigido por su santidad.
2.- La ira de Dios no es vindicativa, y si, santa indignación; nada existe de malicioso en la ira de Dios. No es odio maligno y si, una repulsa justa.
3.- No debemos reducir la ira de Dios a Su voluntad de punir. Ella es un producto positivo de la insatisfacción, tan cierto como aquello que es agradable a Dios envuelve complacencia. La ira de Dios no es como la emoción humana ella envuelve misericordia.
Según Strong: "Culpa es el merecimiento de punición, o una obligación de tributar satisfacción a la justicia de Dios por la deliberada violación de su ley moral".
"Pecado es la falta de conformidad con la Ley moral de Dios ya sea en hecho, disposición o estado". Por lo tanto, cuando hacemos lo que es contrario a la voluntad de Dios, en desobediencia a su ley y en desacuerdo con el carácter divino, cometemos pecado. De esto resulta un sentimiento personal por haber violado o transgredido la Ley moral de Dios la culpa, que requiere una punición. La culpa no es heredada con el "pecado original", es imputada a cada criatura en consecuencia del pecado ocurrido Por hecho o estado, Heredamos apenas una naturaleza pecaminosa.
Una vez que el pecado original fue imputado por Dios a todos los hombres, la Naturaleza Pecaminosa del hombre es transmitida a su descendencia El Rey David, expresó claramente en el Salmo 51 esa terrible realidad: "He en maldad he sido formado y en pecado me concibió mi madre. (Sal 51:5). Esto significa decir que, poseemos una naturaleza pecaminosa a la semejanza de Adán, sin que hayamos cometido el pecado original de él, y aun mismo que no hayamos cometido los pecados personales que nos son peculiares, implicando la pérdida de comunión con Dios.
La absoluta falta de mérito del hombre ante Dios (Sal 14:1-13, 53.1 - 3: Ec 7:20, 7:20, sal 5:9, 10:7-11) es conocida como Depravación Total. Esto hace con que, toda la humanidad, sea objetivo de la ira de Dios. Pablo deja esto bien evidente en Romanos 1:18-32. La depravación total del hombre se caracteriza por algunos postulados importantes, que son:
• Suprimir la Verdad de Dios por la Injusticia;
• Sustituir el Conocimiento de Dios por la mentira;
• Desviar la Gloria de Dios para Pensamientos Fútiles;
• Alternar la Sabiduría de Dios con la Locura.
Las consecuencias de esas actitudes son verdaderas aberraciones, terquedad y obstinación, hechos indecentes, pasiones vergonzosas, disposición mental reprobable, y toda la especie de obras que los distancian, cada vez más del Creador.
La falta de sensibilidad espiritual y el endurecimiento de sus corazones (Efe 4:19) hace con que los hombres, sean cada vez más "obscurecidos" en el entendimiento por el dios de este siglo; para que no vean la luz del Evangelio y no vengan a resplandecer la Gloria de Cristo (2 Co 4:4), que es la "Imago Dei", la imagen de Dios (Col 1:15,16; Heb 1;3,4).
Dios, Sabio, no podría dejar al hombre entregado a su Naturaleza Pecaminosa y al Pecado y, consecuentemente, sus obras pervertidas sin la demostración de un esfuerzo de Su parte. El, como Dios Santo, Justo y Amoroso, providenció el remedio eficaz; el juicio del pecado en la cruz. El juzgó y mató al pecado en la cruz, mediante Su Hijo Unigénito, Jesús (Rom 8:1-4); y; nos permitió tener una identificación plena, no más con el pecado y su naturaleza, si no con la muerte de su Hijo. La muerte de Jesucristo y nuestra identificación con Él es tan poderosa y eficaz que Pablo dice lo siguiente: "sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos," (Col 2:12).
Él Nos perdonó todas las transgresiones, y, canceló la escritura de la deuda, que consistía en ordenanzas, y que era contraria a nosotros:
"anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz" (Col 2:12-15). Y aún: "¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?" "Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva" (Rom 6:3-4).
Este es un proceso judicial muy abarcador. El indica mucho más nuestro aspecto posicional que el aspecto experimental. Implica decir que, no es necesario, que tu sientas que estas muerto para el pecado, Sin embargo, necesitas creer que estas muerto para el pecado, porque la Palabra de Dios así lo declara Y, a partir de entonces, no dejarse más conducir por la influencia de la naturaleza del pecado, que insiste en reinar mediante nuestra carne.
Experimentalmente, lo que debemos hacer es poner en práctica lo que está escrito, haciendo morir a nuestra naturaleza pecaminosa y no dando más ocasión a la carne y pasando a vivir como una nueva criatura (Ef. 2:4-10), Pues todo lo que es nacido de Dios vence al mundo y ésta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe. ¿Quién vence al mundo sino aquel que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Juan 5:4,5).
La salvación de Dios es uno de los asuntos más discutidos entre los hombres. Unos creen, que esta sea obtenida aquí en la tierra; otros solo después de la muerte; y aun otros, que nadie sabe. La Biblia, el libro de Dios, tiene las respuestas necesarias a todas las preguntas que involucran el asunto.
La salvación es obra del Dios Trino, Ella fue planeada por Dios, efectuada por Cristo y es aplicado en nuestras vidas por el Espíritu Santo.
Bíblicamente, salvación significa una resurrección, liberación de las tinieblas y de la condenación. Es una aproximación de Dios.
La palabra salvación viene del griego "soteria", y del latín "salvatio", y significa "libramiento"; "proteger del daño", "preservación", Ya el termino usado para definir Salvador, y significa aquel que salva o que viene en socorro de otros.
En el Nuevo Testamento, la palabra Salvador se aplica a Dios, el Padre: 1 Tm 1:1; 4:10; Tit 1:3; Jd 25 y especialmente a Cristo, que salva al pueblo de sus pecados: Mt 1:21; Hch 5:31; Rom 5:8ll; FP 3:20-21; 1 Tm 1:15; Heb 7:25.
Conforme a la Biblia, desde que Adán y Eva pecaron, toda la humanidad quedo destituida de la gloria de Dios. (Rom 3:23; Gen 2:17). El pecado, que es la desobediencia a la ley de Dios, provoca la separación del pecador de la presencia de Dios. Dios, siendo Santo, no podría tolerar el pecado. Frente a eso, no restaba a la humanidad, si no, la condenación por el pecado.
De acuerdo con las declaraciones bíblicas, el pecado ha dejado al hombre en la siguiente situación:
• Separado de Dios (Is 59:2).
• Sin Paz (Is 48:22).
• Perdido (LC 19:10).
• Errante (Mt 9:36).
Dios, en su presciencia (Gr. "prognosis", Cf. Hch 2:23 y 1 Pedro 1:2) planeó la salvación del hombre desde el principio. Veamos lo que nos dice la autora Keila Guimaraes (2009):
Muchos estudiosos de la Teología se cuestionan; ¿si Dios sabía que el Hombre pecaría, por que creó la tierra, el hombre y todo más?
En primer lugar, vale resaltar que todo lo que Dios hizo fue para su gloria; principalmente el hombre, que fue hecho para adorarle. A pesar del propósito de Dios, al principio no pareciera concretizado, se comprende la Soberanía de Dios como absoluta, ya que El había previsto que un grupo selecto de personas no abriría mano de la adoración debida a Él.
Esto significa que Dios, de antemano, escogió y decidido salvar a todo aquel que acepte a su Hijo y la salvación ofrecida.
Dios es soberano y gobierna todo de manera absoluta, el ejerce su supremacía en todas las cosas, incluso en lo que respeta a la salvación; es su poder soberano que hace a su pueblo llegar en si y hace que nadie resista a su voluntad (Sal 64:4; 1 Cr 29:11; Jn 2:9; Ap 4:1), Dios es amor, pero también es justicia. La justicia y el amor de Dios están involucrados en la salvación. Por su justicia, estaríamos todos condenados, sin embargo, por su amor él nos ofreció a Cristo, su único Hijo para rescatarnos (Juan 3:16; Rom 5:6-8). Así, por un acto soberano del Señor Dios en su gracia; fuimos electos en Cristo Jesús para la salvación y nos hicimos hijos de Dios (Rom 5:8).
Todos nosotros estábamos condenados por causa del pecado: "Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios, Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno" (Rom 3:10-12j Sin embargo, Dios que es Santo, es también amor, manifestó su amor a la humanidad enviando Jesucristo, su único hijo, para redimir nuestros pecados,
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16). Esta declaración, registrada por el apóstol Juan, encierra todo el plan divino de salvación la obra redentora que Dios ya había preparado, desde la fundación del mundo (Mateo 25:34; Efesios 1 Juan 1:1; Apocalipsis 13:8).
Según el Nuevo Diccionario de la Biblia (1981), "Redención significa libramiento de algún mal a través del pagamiento de un precio". Es más que simplemente un libramiento. De esa manera es que los prisioneros de guerra podían ser sueltos mediante el pagamiento de un precio, el cual era llamado de "rescate" (en griego lytron),
En los escritos neotestamentarios, la palabra redención viene del griego "apolytrosis" y significa libramiento sobre pago de un precio y este precio es justamente la muerte expiatoria del Salvador Jesucristo en la cruz, pues, como leemos en Gálatas 3:13:
"Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero);" .Así, el proceso de liberación del hombre costó un alto precio -- la sangre de Cristo derramado en la cruz del Calvario. En Efesios 1:7, leemos: en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia..
Resumiendo la doctrina de redención, tenemos lo siguiente: por causa del pecado, el hombre esta alejado de Dios y esclavizado por satanás, necesitando de un libramiento y liberación de la condenación del pecado. El precio del rescate fue pago por Jesucristo, (Mt 20:28; ICO 6:20; Efe 1:7) cuando tomó para sí nuestros pecados, muriendo en una cruz, llevando la punición que la humanidad merecía. Mas al tercer día, resucitó, dejando clara la victoria sobre la muerte y el pecado (Romanos 6:4-5). Cristo, nuestro redentor, nos libró de la culpa del pecado y de la esclavitud de satanás; ahora somos libres y redimidos (Hch 26:18; 1 Co 6:19-20; Cl 1:13).
La posibilidad de salvación está al alcance de todos (1 Tm 2:4). Dios no hace acepción de personas, el plan divino es que todos se salven y vengan al conocimiento de la verdad. Sin embargo, ni todos serán salvos, pues la salvación es para todos los que creen en Cristo Jesús (Jn 3:16).
Hay dos corrientes teológicas sobre la relación entre la soberanía de Dios y la responsabilidad humana en relación a la salvación, el Calvinismo y el Arminianismo. Los dos sistemas pueden ser resumidos en cinco puntos conforme la descripción en la tabla de abajo:
CALVINISMO..............................................................ARMINIANISMO
Elección Incondicional................................................Elección Condicional
Depravación Total.......................................................Depravación Parcial
Expiación Limitada.....................................................Expiación Ilimitada
Gracia Irresistible.......................................................Gracia Resistible
Perseverancia de los santos......................................Salvación condicional
El calvinismo tiene como padre a Jhon Calvin (Juan Calvino), teólogo francés que vivió de 1509 a 1564. Veamos como el alcance de salvación era visto en la visión del calvinismo:
• Elección Incondicional: El calvinismo defiende la llamada "elección incondicional". Según la visión de Calvino Dios elige persona para la salvación en base enteramente en su soberana voluntad, no habiendo nada que sea inherente a la persona.
• Depravación Total: Calvino creía que los seres humanos serian incapaces de venir a Dios por iniciativa propia debido a la "depravación total" de la humanidad.
La expiación Limitada: según la visión calvinista, Jesús murió apenas por los electos.
• Gracias Irresistible: de acuerdo con el calvinismo cuando Dios llama a alguien para salvación, esta persona inevitablemente vendrá para la salvación.
• Perseverancia de los santos: para el calvinismo la persona que es escogida por Dios irá a perseverar en fe y nunca negará a Cristo o se desviará de Él.
El Arminianismo tiene como padre a Jacobus Arminius, teólogo holandés que vivió de 1560 a 1609. Veamos como el alcance de salvación era visto en la visión del Arminianismo:
Elección condicional: El Arminianismo defiende a la llamada "elección condicional". Según la visión de Arminius, Dios elige personas para la salvación, en base a su presciencia de quien creerá en Cristo para la salvación,
• Depravación Parcial: Arminius defendía la "depravación parcial" según el cada aspecto de la humanidad estaba contaminada por el pecado, pero esto no impedía que los hombres fueran capaces de poner su fe en Dios por iniciativa propia,
• La Expiación ilimitada: según la visión arminiana, Jesús murió por todos, pero su muerte no tiene efecto mientras la persona no crea.
• Gracia Resistible: para el Arminianismo, Dios llama a todos para la salvación, pero muchas personas resisten y rechazan este llamado debido al libre arbitrio del hombre.
• Salvación condicional: Arminius creía que un creyente en Cristo puede, por arbitrio, desviarse de Cristo y, así, perder la salvación.
Creemos que la salvación no será para todos, como afirma el "universalismo" de Origenes — uno de los padres de la Iglesia — muy difundido en la actualidad, cuando dice que al final de cuentas, Dios en su gracia, salvará a todos los perdidos. Tampoco, solo serán salvos los electos, como predican algunos predestinacionistas.
Existen prerrogativas para aquellos que quieren ser salvos.
Veamos:
• Creer (Mr 16:15; Jn 3:16)
• Arrepentirse (Mr 16:16; Fich 22:16; 16:31; 2:38; 3:19)
• Confesar sus Pecados (1 Jn 1:9)
• Obedecer (2 Ts 1:8-9)
• Escoger seguir a Cristo (Mt 16:25-26)
Todo pecado cometido por el ser humano, tendrá de Dios el juicio (Ec 12:14). Ese mensaje que todos los hombres son pecadores, es ampliamente repetido en la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, Esto significa que, Dios es Santo y no soporta el pecado. El invita a todos y en todos los lugares a que se arrepientan, a fin de escapar de las penas del juicio venidero.
Toda y cualquier posibilidad del ser humano en cuanto a su salvación, esta relacionada a esta vida. De acuerdo con la revelación bíblica, después de la muerte, sigue el juicio (Hb 9:27); no habiendo en la ocasión del juicio final, perdón para nadie (Stg 2:13). Por eso, somos exhortados, a estar preparados para la muerte y encuentro con Dios. Esta es una de las razones, por las cuales, Dios no siente placer en la muerte del impío. Mas la muerte de sus santos es preciosa a sus ojos (Sal 116:15).
Mientras el hombre no reconoce su estado de pecador delante de Dios, no alcanzará el perdón divino (Rom 3:23).
Este reconocimiento es operado por el Espíritu Santo en la vida del pecador, cuando el mismo oye el mensaje del evangelio de salvación.
El segundo paso que lleva a la criatura humana a la salvación es la confianza absoluta en el sacrificio de Jesús, efectuado en la Cruz del Calvario (Jn 1:12). Allí en lo alto del monte, El llevó sobre si nuestros pecados. El castigo eterno que nos era destinado, Cristo Jesús tomó sobre si. Aquí se trata de fe, no en nuestras acciones, obras de justicia propia, mas en la obra redentora del Hijo de Dios.
Confesar a Cristo; es la persona declarar, públicamente, que lo aceptó como su Salvador personal. Significa la decisión de seguir a Cristo. Aquellos que aquí en la tierra, confiesen a Jesús; Jesús les confesará ante su Padre en los cielos (Rom 10:9-10).
El Arrepentimiento es uno de los prerrequisitos para así, la persona alcanzar la Salvación. Arrepentirse, no es tener una sencilla tristeza por estar sufriendo consecuencias del pecado, o un remordimiento experimentado. El arrepentimiento es un pesar sincero, de algún hecho u omisión cometida, es contrición, desistimiento de cosa hecha o emprendida.
El termino usado para denotar el arrepentimiento humano en el hebreo es "shübh", (retornar); "para apartarse del pecado para volver a Dios". En el Nuevo Testamento los términos hebreos metanoeõ significan: 'arrepentirse' y 'metanoia' significa arrepentimiento; se refiere básicamente a un cambio de la mente.
La necesidad de arrepentimiento esta explicita en las páginas de las Sagradas Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
1.1 - Exhortación al arrepentimiento en el Antiguo Testamento
Encontramos en el Antiguo Testamento innúmeros mensajes de exhortación al pueblo de Dios y a los hombres en general al arrepentimiento. Dios, a través de sus profetas, llamó al arrepentimiento y el cambio de vida (Isaías 55:7; Jeremías 3:12-14; Ezequiel, Joel).
1.2 - Exhortación al arrepentimiento en el Nuevo Testamento
- En el mensaje de Juan el Bautista, " Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado." (Mateo 3:1 ,2; Marcos 1:4; Lucas 3:3).
- En la predicación de Jesús: "Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado." (Mateo 4:1 ,2; Marcos 1:14,15)
- En la proclamación y los escritos de los apóstoles: El arrepentimiento; era el mensaje básico de los apóstoles, según: Mc 6,7-12; Lc 24,47; Hch 2,38; 3:19; 17.30; 26:20.
En el arrepentimiento bíblico encontramos la presencia de tres elementos: el intelectual, el emocional y el volitivo.
2.1 - Intelectual
El elemento intelectual del arrepentimiento aparece cuando el pecador compara su procedimiento con la Ley de Dios y reconoce su miserable situación moral y su culpa delante de Dios (Rom 3:23; Job 16:8-10; Sal 51 Luc 15:17,18).
2.2 - Emocional
El elemento emocional del arrepentimiento es manifestado tras el elemento intelectual. El pecador, ante el reconocimiento de su estado ante Dios siente un profundo dolor por sus pecados cometidos (2 Cor. sal.51 ,2; Mateo
2.3 - Volitivo
El elemento volitivo del arrepentimiento es el tercero y el último en hacerse presente. En esta fase el pecador decide abandonar el pecado y se vuelve para Dios (LC 15,18-20; Mt 21 ,28-31).
El arrepentimiento genuino está marcado por varias evidencias. Cualquier arrepentimiento que no es acompañado por estas evidencias es incapaz de producir la conversión,
3.1- Confesión
El arrepentimiento bíblico no es un arrepentimiento silencioso. El va acompañado de confesión. El Publicano que confesó, bajó a su casa justificado. El Rey David confesó su trágico pecado y alcanzó la misericordia Divina (Lc. 18:13,14; 2 Sam. 12:13; Sal. 51).
3.2- Lágrimas
Las lágrimas no salvan, pero son una prueba evidente del verdadero arrepentimiento. Las lágrimas de Pedro fueron testigo, de su arrepentimiento (Mateo 26, 75).
3.3- Oración
Otra evidencia del arrepentimiento es la oración. El pecador arrepentido siente la necesidad de hacer la confesión de su delito y pedir perdón a Dios (Sal. Lc. 23:42; Hechos 8:22).
3.4- Fe
Dios acepta el arrepentimiento de cualquier criatura cuando va acompañada de la fe en la posibilidad de recibir El perdón de Dios (Sal. 103:3; 130:4; Dan. 9:3-19).
4.1 -Abandono del pecado
Uno de los primeros resultados del arrepentimiento es la aversión que el arrepentido siente por el pecado y la profunda voluntad de vivir una vida agradable a Dios (Salmo 97:10; 1 Juan 3:9; 5.18).
4.2 - El perdón
El perdón de Dios es concedido, únicamente, a aquellos que se arrepienten. Mientras el pecador no reconozca que es pecador y, arrepentido, busca el perdón de Dios, no es perdonado. (Is 55,7; Hechos 2,38; 3,19; 8,22).
4.3 - Salvación
El camino para la plena salvación tiene que pasar inevitablemente, por el arrepentimiento. Los verdaderos arrepentidos serán libres, a través de Cristo, del juicio Condenatorio (Juan 5.25; Hechos 17.30,31; Santiago 2.13).
4.4 - Nueva Vida
El arrepentido abre las puertas a una nueva vida. El pecado significa, siempre, una vida decadente y despreciable; pero la vida experimentada por el arrepentido, es una nueva vida, donde las cosas viejas han pasado ya (Col. 5:17).
4.5 - Alegría
Cuando un pecador se arrepiente, en varios lugares la alegría se manifiesta. Hay alegría en el corazón del arrepentido en el corazón del pecador arrepentido, alegría en el seno de la iglesia y en el cielo 15. 7-10; 1 5. 32).
La conversión es la prueba visible y concreta del arrepentimiento para la salvación. La operación del Espíritu Santo impulsa al pecador al arrepentimiento, llevándolo a la experiencia plena de Experiencia de salvación, que es la conversión (Mateo 3:8; Lucas 19:8). 19.8).
Los diccionarios definen conversión como un proceso que se expresa por las palabras griegas "epistrephôi' y "metamelomai", significando "volverse; arrepentirse". Un cambio de forma o de la naturaleza, y cambio de mal, para buen procedimiento, En la definición teológica más sencilla, conversión significa apartarse del pecado y aproximarse de Dios,
La conversión está relacionada con el arrepentimiento y la fe, y envuelve toda nuestra personalidad: intelecto, emociones y voluntad, Cuando nos convertimos a Dios, nuestro pensar, sentir y actuar ya no son los mismos.
La Biblia revela la necesidad de conversión, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento (2 Crónicas 7:14; Jeremías 35:15; Mateo 18:3; Hechos 3:19). El Señor Jesús, en el ejercicio de su ministerio demuestra, como sus apóstoles, confirmaron la necesidad de conversión (Mateo 18:3; Hechos 3:19; 14.15; 26,18).
La Palabra de Dios revela la situación en la que se encuentra el hombre ante su Dios y le señala el camino de regreso a Él (Rom. 3:24; Is. 59:1; Juan 14:6; 1:12).
Somos convencidos y cambiados por el Espíritu Santo mediante la Palabra de Dios. Sin la actuación del Espíritu Santo, no hay conversión. A través de la Palabra de Dios, Él nos convence y nos convierte (Juan 16:8-11; Efesios 6:17; 1 Pedro 1:23).
La fe es un elemento fundamental en la conversión. No habiendo fe en la revelación de la Palabra de Dios y en el sacrificio de Jesús, no habrá conversión (Hechos 11:21).
La conversión se produce como respuesta a las oraciones,
Debemos orar por nuestra conversión y la de los demás (Jer. 31:18; Lam. 5.21).
El perdón de los pecados es el resultado de conversión. Sin conversión no hay perdón (2 Crón. 7:14; Isa. 55:7). El perdón de Dios se concede a todo aquel que reconoce, se arrepiente, confiesa y abandona sus pecados (Prov. 28:13).
La conversión a Dios lleva a una nueva vida. La vida después de la conversión es totalmente diferente de la anterior. Aquellos que reciben una nueva vida poseen:
- Nuevo lenguaje (Ef 4.29)
- Nuevas actitudes (Ef. 4:25-28)
- Nuevos propósitos y pensamientos (Col. 3:2)
- Nuevos Amigos (Sal 1)
- Nueva Familia (Ef 2:18-19) Nueva y viva esperanza (1 Ped 1:3)
Son muchas las bendiciones que acompañan a una verdadera conversión. Veamos algunas de estas bendiciones:
- El perdón de los pecados (2 Crón 7.14)
- Oraciones respondidas (2 Crón. 7:14)
- Salud para la tierra (2 Crón. 7:14)
- La compasión de Dios (Isaías 55:7)
Sólo la conversión nos dará acceso al reino de Dios (Mateo 18:3). 18.3).
Existen dos reinos que operan en el mundo espiritual, el de Dios y el de satanás. (Mateo 12:24-28). El reino de Dios consiste en poder (1 Corintios 4:20). Entramos en el reino por el poder de Dios (Mateo 11:12; 19:24-26). Vivimos y permanecemos en el Reino, por el poder de Dios (Romanos 14:4).
La palabra "justificación" viene del griego "dikaioyne" y significa "pronunciar o declarar justo". El término "justificafl viene del griego "dikaioo" y significa ser "justo" delante de Dios. La justificación, usada en las Escrituras es un concepto jurídico y significa "declarar" a la persona inocente o justa; y no "imputar" la iniquidad (Deut. 25.1; Sal. 32.2). Es el hecho de la gracia divina en el que Dios decreta la absolución del pecador y lo declara justo (Rom. 3:21-25). Es Dios quien provee la justicia al pecador. El fundamento de justificación es la justicia de Cristo. Jesucristo, por su muerte expiatoria, "ganó el título a favor del pecador, el cual es declarado justo mediante la redención que hay en Cristo Jesús".
Por lo tanto, la justificación, es obtenida por medio de la gracia de Dios, la Sangre de Cristo y a través de nuestra fe. Y está relacionado con los tres principios de la teología de la Reforma Protestante del siglo 16:
- "Sola gratia" ("sólo gracia"),
- "Sola fides" (sólo fe) y
- 'Solo Christon (solo Cristo).
James Montgomery Boyce define estos tres principios como mundo acto de Dios por el cual el declara justos a los pecadores sólo por fa gracia, sólo por medio de la fe, solamente por causa Cristo".
James Montgomery Boyce, teólogo y escritor. "Era el pastor principal de la Décima Iglesia Presbiteriana de Filadelfia hasta su muerte en 2000, y enseñó en un programa de radio de una red internacional, el "Estudio de la Biblia Hora de estudio".
1.1 - La necesidad de la justificación
La justificación es un acto divino. El hombre por sí mismo no tiene justicia propia, ya que todo hombre es pecador y culpable ante Dios, pues la Ley encerró a todos los hombres bajo condena. La severidad de la ley no da la posibilidad de escape a nadie, porque todos son culpables ante Dios (Rom. 1:17; 3.23; Hechos 16.27-32). Solamente al aceptar el plan gracioso de Dios, es que el hombre será justificado, en Jesucristo (Is. 65:4). Somos declarados justos porque Cristo imputó su justicia a nosotros al expiar nuestros pecados.
Cuando el pecador es justificado ante Dios, él alcanza la paz, la reconciliación con Cristo, el acceso a Dios, la alegría en la esperanza y la liberación de la condenación. Cuando un hombre es justificado por Dios y reconciliado con Él por la fe, ocurre una transformación moral y espiritual en su vida. Lo que le hace capacitado para crecer en santidad en la presencia del Señor (Ef. 2:10).
1.2 - Fuente de justificación - la gracia
La gracia es la fuente de la justificación. Gracia significa favor inmerecido favor otorgado por Dios, Por la expiación de su propio Hijo, Dios pagó, por su gracia, toda nuestra pena de pecado.
Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. (Rom 3:24-26).
Por medio de la gracia somos justificados y nos convertimos sin culpa ante Dios cuando nos convertimos a Él. Esto nos hace herederos de los dones de Dios al hombre, " para que, justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna... " (Tit. 3:7).
La gracia de Dios se manifiesta independientemente de las obras o actividades del hombre: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros"... no por obras, para que nadie se gloríe. " (Ef. 2:8,9).
1.3 - Los medios de justificación - la fe
La justificación es concedida por medio de la fe. Sólo aquellos que creen en la Palabra pueden ser justificados ante Dios. La fe se convierte en un canal de acceso a las bendiciones de la justificación dadas por Cristo.
La justificación por la fe produce varios resultados en el creyente: la paz con Dios, la gracia, la esperanza, la firmeza, las tribulaciones, el amor de Dios, el Espíritu Santo, la liberación de la ira, la reconciliación con Dios, la salvación con Dios, la salvación por la vida y la presencia de Jesús y el regocijo en Dios (Rom 5:1-11).
La fe es el único medio para recibir lo que Dios ha hecho por nosotros ("sola fides"). Es un don de Dios, como enseña Pablo en Efesios 2.8-9. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe".
El término bíblico regeneración es traducido del sustantivo griego "palingenesia" (palin, de nuevo y génesis, de principio nacimiento). Regeneración significa ser engendrado de nuevo, ganar nueva vida, reconstrucción, restauración, reorganización, revivir. Es el proceso divino por el cual el principio de una nueva vida es implantado en el hombre.
Las palabras utilizadas para expresar la alteración que el Espíritu Santo efectúa en la vida del hombre son: 'Cennaõ (junto con 'anõthen', Cf. Juan 3,3-7) que significando 'engendrar' o 'dar nacimiento' (Jn 1.13; 1 Jn 1.29;). "Podemos observar, con referencia al resultado del nuevo nacimiento, términos como "kaine ktisis, 'nueva creación' (2 Cor. 5:17; Gal, 6:15) y 'kainos antrhropos', 'hombre nuevo' (Ef. 2.15; 4.24) [El Nuevo Diccionario de la Biblia, 1981].
En el sentido bíblico, la palabra regeneración significa el acto divino por el que la criatura humana experimenta un cambio interior radical, cambio interior; es una experiencia profunda en conjunto con el arrepentimiento. La regeneración es un acto secreto de Dios acto de Dios, realizado por el Espíritu Santo, por el que nos da una nueva vida espiritual.
2.1 - Designaciones Bíblicas de la Regeneración
Nuevo nacimiento: Así como vinimos al mundo natural por medio del nacimiento, para entrar en el mundo espiritual necesitamos un nuevo nacimiento, que la Biblia denomina como regeneración. Jesús dijo: Os es necesario nacer de nuevo." (Juan 3.7b). Y además:
..el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios," (Juan 3.5).
Conforme las palabras de Jesús es necesario nacer de nuevo para entrar en el reino de Dios. Es la palabra de Dios que opera el nuevo nacimiento en el hombre, por intermedio del Espíritu Santo, cuando este se arrepiente y cree en el Evangelio (S. Marcos 1:15).
El nuevo nacimiento es la obra soberana de Dios en la vida del hombre. Cuando esto ocurre, el hombre, antes muerto en delitos y pecados, separado de Dios por la ignorancia, siendo esclavo de las pasiones carnales, es crucificado con Cristo y liberado por Él. Pasando a vivir en santidad. La Biblia dice: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí." (Gálatas 2.20).
Lavado espiritual: El pecado dejó al hombre separado, extraviado, impuro y enfermo ante Dios. Para ser restaurado, sanado y liberado de tantas impurezas, el pecador necesita un profundo lavado espiritual. El lavado espiritual que Dios aplica al pecador extraviado es de carácter total, cubriendo todo su ser: espíritu, alma y cuerpo (Rom. 3:10-18, 23; Isa. 59:1 ,2; 1:5,6, 64:6; Tit. 3:5; Ef. 5:26).
Resurrección: El hombre en sus delitos y pecados es considerado por las Sagradas Escrituras como muerto ante Dios. A través del proceso de regeneración, el resucita y pasa a vivir una vida nueva en Cristo Jesús (Ef. 2:1; 6:4).
2.2 - La necesidad de regeneración
La regeneración es una necesidad universal y urgente, sin la cual nadie podrá tener acceso al Reino de Dios. El hombre está ante Dios en un estado lamentable. Está muerto en sus delitos y pecados, lejos de Dios, errante y perdido, (Rom. 3:10-18, 23; Isa. 59:2; Lc. 19:10; Mt. 9:36). 9.36). El Señor, Dios traerá el juicio a los pecados cometidos por los hombres; pues, la vieja naturaleza pecaminosa humana está miserablemente condenada a la muerte y a la destrucción, pasando por un terrible juicio. Sólo los nacidos de nuevo podrán escapar de tal condena (Ecl. 12.14; Hechos 16. 30,31; Heb. 9.27; Rom. 8.1; 1 Juan 5.24). Sabiéndose que, la criatura humana, es limitada para ser regenerada, sólo un milagro le llevará a una vida transformada. La regeneración es este milagro, que sólo el Espíritu Santo puede realizar por medio de la Palabra de Dios (Juan 3.5; 1 Pe. 3.5; 1 Pe 1.23; 16. 7-11; Rom 89,14).
2.3 - Los medios de regeneración
Dios, en su infinita misericordia hacia nosotros, ha preparado los medios necesarios para obtener la regeneración por su voluntad, pues nuestra regeneración es un acto soberano de la voluntad de Dios y no del hombre (1 Tim. 2:4; Santiago 1:18; Juan 1:13); la obra de Cristo, su muerte y resurrección, pues a través de Cristo Dios ha proporcionado los necesarios para la victoria sobre el pecado (Et 1:5,6; 1 Pe. 1:3) 1 Pe. 1:3); Su Palabra, en visto que es como la semilla que germina en el alma humana, dándole nueva vida (Santiago 1.18; 1 Pe. 1.23; Heb 4.12); y la acción del Espíritu Santo, ya que es Él quien coopera con la Palabra de Dios, en la regeneración, en la operación de la vida eterna, y es de Él, esta operación, la convicción de pecado, de la justicia y del juicio (Rom. 8.9; Juan 16. 7-11).
2.4 - Los efectos de la regeneración
Acceso al reino de Dios: Jesús enfatizó para Nicodemo la importancia de la regeneración, una transformación general. Solamente la regeneración interior permite al hombre la entrada en el reino de Dios, y esto significa la recepción de la naturaleza divina. (Juan 3:7; 2 Pe. 1:4).
La filiación divina: De acuerdo con la enseñanza encontrada en las Sagradas Escrituras, no todos son hijos de Dios. Sólo por intermedio del nacimiento espiritual, de la regeneración, una criatura se convierte en hijo de Dios. Esta es la obra de Dios y nadie más puede efectuarla (Juan 1.12, 13; Gal 3.26; 1 Juan 3.10). Sólo los hijos de Dios tienen derecho a su herencia. El nuevo nacimiento nos confiere el privilegio de convertirnos en hijos de Dios. Y como hijos tenemos derecho a la herencia divina. Somos herederos de Dios y coherederos con Cristo (Rom. 8:16,17; Gálatas 4:7; Santiago 2:5).
Vida nueva: No podemos creer de ninguna manera que una persona regenerada continúa con la misma vida que antes, porque la Biblia dice que si alguien está en Cristo, nueva criatura es. A partir del instante en que experimentamos regeneración, el Espíritu Santo comienza a habitar en nosotros. El es el Espíritu de vida y también el Espíritu de victoria. Él Nos ayuda a vencer las tentaciones, la carne, el mundo y Satanás (Romanos 6:1).
El vocablo “santificación" en hebreo, ('qãdhôsh') "kadosh", utifizada en el Antiguo Testamento cuando aplicada a Dios significa Santo, y aplicada a las personas significa "ser separado, "ser santificado”, "ser consagrado". En las Escrituras Neo-testamentarias, la santificación está representada por la palabra griega hagiasmos ('hagiosv, probablemente del mismo origen que hagnos, que significa 'puro') y significa convertirse santo, consagrar, separar del mundo. Dios es santo y quiere que sus hijos también sean santos (1 Tes. 4:3; 5:23; 2 Co 7:1).
Entendemos santificación, como un proceso en el cual, hay la operación de Dios, por intermedio del Espíritu Santo que, separa del mundo, para salvación, a las personas que le obedecen (Heb 5:9); 2 Tesalonicenses 2:13-14; 1 Pedro 1:14-16); y la participación del hombre que se da con la separación del pecado y la dedicación a Dios. La santificación es progresiva. La Biblia dice: a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro..." (1 Corintios 1:2).
El proceso de santificación del hombre ocurre en el espíritu, en el alma y en el cuerpo, porque el hombre es un ser tripartido, o sea, es compuesto de tres partes distintas. Como está escrito: "Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo." (1 Ts 5:23).
Cuando Dios proporciona al hombre la regeneración del espíritu que ocurre por la gracia que Dios nos da, cuando aceptamos a Cristo, se inicia el proceso de Santificación, que en el espíritu es inmediato, es progresiva en el alma y en el cuerpo (2 Co 1:21 Stg 1:18— 1 Pe 1:21). Con el nuevo nacimiento se inicia el proceso de santificación del alma (LC 5:33-39; Ef 4:23; Rom 12:1 ,2).
El alma es nuestra personalidad (Psyche); sede de las emociones, intelecto y voluntad; es el helo de la ligación entre lo espiritual y lo natural. La santificación del alma es producida por la obediencia a la verdad de la Palabra de Dios: "Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; (1 Pe 1:22).
Conforme Santiago, capitulo 1 y versículo 21, nuestra alma no es regenerada, sin embargo, restaurada por la Palabra de Dios. La santificación del cuerpo es un proceso continuo que consiste en separación para el Señor y purificación continua necesaria. Debemos, así, sujetar nuestra carne (conforme 1 Co 9:27) y guardarnos de la inmoralidad (1 Co 6:13-20 — ITS 4:1-8), Nuestro cuerpo será totalmente santificado con la redención cuando tengamos un cuerpo glorificado (1 Co 15:50-53).
La glorificación del creyente no es ninguna ficción o simplemente un sueño, es una realidad encontrada en las páginas de las Sagradas Escrituras. Tenemos las declaraciones del propio Señor Jesús y en los escritos de sus apóstoles esa verdad. Jesús declaró que cuando nuestra salvación fuere consumada, resplandeceremos como el sol, en el reino de su Padre. Y todavía Afirmó que recibiremos nuestra corona.
"Entonces los justos resplandecerán como el sol en e/ reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga". (Mateo 13:43).
"He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. (Apocalipsis 3:11)".
"Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando é/ se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es". (1 Juan 3:2). Glorificación (Rom 8:18-23; 2 co 5:1-4):
• Es la consumación de la salvación del creyente (1 Juan 3:2). La Salvación no es únicamente un escape de la ruina eterna, y si una posición de destaque espiritual. Fuimos redimidos, esto es, comprados. No pertenecemos a nosotros mismos (1 Co 6:20).
• Es la última etapa de salvación. Cuando somos regenerados y nos hacemos hijos de Dios por adopción, somos reconciliados con El y salvos, del poder del pecado, una vez que fuimos libertados por Su Hijo - Jesucristo (Juan 8:36), Entretanto, la glorificación solo será alcanzada, si nos mantenemos en santidad, porque mientras estemos en este mundo tenemos un cuerpo corruptible el cual no puede heredar el reino de Dios (1 Co 15:50).
Es el estado futuro del salvo (Rom 8:18; 1 Juan 3:2), La glorificación en la vida de los elegidos, de acuerdo con las Escrituras, se dará en el futuro.
• Ocurrirá en la ocasión del Arrebatamiento, El arrebatamiento de la iglesia será el momento en que la glorificación se concretizará, pues ahí, el Señor Jesús completará el proceso de Salvación. Según las Escrituras, los que durmieron en el Señor, resucitarán con un cuerpo glorioso y los que estuvieren vivos, serán transformados (1 Co 15:51-57). La Biblia dice que Cristo es la primicia de los salvos (cf, l Co 15:20), en visto que Él fue el primero a ser resucitado y a recibir la glorificación, así también, nosotros los salvos recibiremos en aquel día (1 Co 15:23), "Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria". (Col 3:4)
La principal necesidad del nuevo convertido es tener la seguridad de su salvación. La seguridad de la salvación es tan fundamental para la vida espiritual como lo es para la vida natural dormir, comer y respirar, comer y respirar. Si no tenemos esta garantía, debemos identificar el motivo . Algunos de estos motivos pueden ser: una falta de conocimiento bíblico; una necesidad de una comunión más profunda con Dios; ausencia de una verdadera conversión. Muchos creyentes se han desviado de los caminos de la Señor, porque les falta esta seguridad.
¿Es posible, aquí en la tierra, tener la certeza de las afirmaciones del Señor Jesús? Las experiencias y los de los apóstoles y todavía, el testimonio del Espíritu Santo y la experiencia de transformación indican tal posibilidad.
La salvación es ratificada en las Escrituras. Observamos esto en las afirmaciones de Jesús, en las experiencias y escritos de los apóstoles.
1.1. Las afirmaciones de Jesús
El Señor Jesús, al hacer referencia a la experiencia de la salvación, lo hizo como una realidad presente y no como una realidad futura.
Veamos sus afirmaciones:
A Zaqueo: Jesús afirmó a Zaqueo: "Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa..." (Lucas 19:9).
La mujer pecadora: Jesús le dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, ve en paz... (Lc. 7:50).
Al malhechor de la cruz: Jesús dijo: ...hoy estarás conmigo en el paraíso." (Lc. 23:43).
1.2 - Las experiencias y los escritos de los apóstoles
Los apóstoles hablaron y escribieron sobre lo que habían experimentado. Esto es lo que escribieron para sus comunidades:
• Pablo: "Por esta razón padezco estas cosas, pero no me avergüenzo; porque yo sé a quien he creído, y estoy convencido de que él es poderoso para guardar mi depósito para aquel día," (2 Tim. 1 :12); "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios." (Romanos 8:16). "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu." (Rom. 8:1).
• Pedro: "Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos " (1 Pe. 1:3); "De este dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre." (Hechos 10.43).
• Juan: "Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser...sabemos que hemos pasado de muerte a vida (1 Jn 3:2); en "Nosotros que amamos a los hermanos..." (1 Jn 3:14); "Estas cosas os he escrito a vosotros que en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis quo tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios". (1 Jn 5:13).
La seguridad de salvación es algo que es experimentado por aquellos que aceptaron a Cristo como su Salvador,
2.1 - El testimonio del Espíritu Santo
El testimonio del Espíritu Santo es otro fundamento de nuestra seguridad. Fue el quien nos llamó, despertó, convenció y nos transformó mediante la Palabra de Dios (Ap 22:17; Esd 1:1; Jn 3:5).
Hoy, El habita en nosotros y testifica con nuestro espíritu, que somos hijos de Dios (1 Co 3:16; Rom 16). Ese testimonio es dado a todo aquel que, realmente, recibió a Jesús como su único y suficiente Salvador (Jn 1:12).
2.2 - La experiencia de la transformación
La salvación que recibimos de Dios opera en nuestras vidas de cambios radicales y visibles. Podemos ver en esta transformación, otra prueba fundamental de la seguridad de la salvación.
Veamos: algunos de estos cambios presentados en el Biblia
Anhelo de conocer a Dios y su Palabra (1 Pe 2:2).
Un verdadero deseo de cumplir los mandamientos de Dios y tener una vida transformada (1 Juan 2:3; 3:9).
Tener un amor creciente por otros creyentes, y buscar la comunión con ellos. (1 Juan 3:14).
Poseer un deseo ardiente de hablar a otros de Cristo (2 Cor, 4, 13; Hechos 4, 20).
Cuando recibimos a Cristo, adquirimos por su gracia la salvación. La certeza de que estamos salvos nos proporciona innumerables bendiciones.
3.1 - Paz
Toda persona que realmente recibió la salvación y posea esta seguridad, experimenta una triple paz. Paz con Dios, consigo mismo y con su prójimo (Romanos 5,1; Juan 14:27; Lucas 7:50; Hebreos 12:14).
3.2 - Alegría
La alegría forma parte de la vida de los que recibieron la salvación de Dios (Is 12:3, Sal 51:12). Según Gálatas 5:22, la alegría es el fruto del Espíritu Santo. Tenemos alegría nuestra salvación (Lucas 1:4-7). Las palabras utilizadas en el Nuevo Testamento para definir la alegría de los hechos salvadores de Dios, en el pasado, en el presente y corno regocijo de Dios el futuro, son: "agalliasis"; exultar, gritar de alegría y regocijarse mucho y "agalliasís"; exultación, gran regocijo (Sal. 51:11; Sal, 51:3). Alegría (Sal. 51:11; Hab. 3:18; Mat. 5:12; Hechos 16:30-34). En palabras de Jesús palabras la verdadera razón de la alegría de la persona salvada no está en el éxito de lo que realiza, sino porque su nombre está escrito en el cielo (Lucas 10:17-20).
3.3 - Amor
El amor es una de las mayores evidencias de aquellos que han experimentado la salvación. Quien no ama no puede afirmar que es salvo. El que ha recibido verdaderamente la salvación tiene el amor de Dios derramado en su corazón. Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo (Mat. 22:37-39; Rom. 5:5; 1 Juan 3:14).
3.4 - Seguridad
El verdadero Salvo, poseedor de la seguridad de su salvación tiene dentro si, seguridad. Sabe quién era; cómo esta; y de donde viene y hacía a donde va (Ef. 2:1-10; Fil. 2 y 3; Hechos 4 19,20; 5.29). Juan resalta la seguridad de la salvación en la vida del creyente cuando dice: "Y este es que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida esta en su Hijo. El que tiene al hijo, tiene la vida; el que no tiene al hijo de Dios no tiene la vida. (Juan 5:11-12). La seguridad de la salvación del creyente esta garantizada en Cristo Jesús (Juan 10:27-30). Cabe al creyente perseverar en la fe, obedecer la palabra de Dios y vivir en dependencia del Espíritu Santo.