03. LA VENIDA DEL ANTICRISTO

3

LA VENIDA DEL ANTICRISTO

Según las palabras de Jesús en

Mateo 24, una de las características crecientes de la época antes del derrocamiento de Israel había de ser la apostasía dentro de la Iglesia Cristiana. Esto fue mencionado anteriormente, pero un estudio mas detallado en este momento nos ayudara a comprender varias cuestiones relacionadas en el Nuevo Testamento — problemas con frecuencia concebidos en forma errónea. En general, pensamos del periodo apostolico como un tiempo de evangelismo explosivo y crecimiento de la Iglesia, una “edad de oro” cuando ocurrían milagros asombrosos todos los alias. Esta imagen común es esencialmente correcta, pero tiene un defecto a causa de una omisión prominente. Tendemos a hacer caso omiso del hecho de que la iglesia primitiva era el centro de la aparición de la herejía más dramática en la historia del mundo.

La Gran Apostasía

La herejía comenzó a introducirse muy temprano en el desenvolvimiento de la Iglesia.

Hechos 15 registra el primer Concilio Eclesiástico, realizado con el fin de tomar una decisión autoritativa respecto del problema de la justificación por la fe (algunos maestros habían promovido la falsa doctrina de que uno debía guardar las leyes ceremoniales del Antiguo Testamento para justificarse ). Sin embargo, el problema no desapareció, unos años mas tarde, el apóstol Pablo tuvo que enfrentarlo otra vez, en su carta a las iglesias de Galicia. Como dijo Pablo, esta aberración doctrinal no era insignificante, porque afectaba la salvación misma: era un “ diferente evangélica,” una deformación total de la verdad, y significaba repudiar al Mismo Jesucristo. Utilizando la terminología más severa de su viola, Pablo dio sentencia de condenación a los “ hermanos falsos” que enseñaban la herejía (véase Galatas 1:6-9; 2:5, 11-21; 3:1-3; 5:1-12).

San Pablo al prever que la herejía se introduciría en las iglesias de Asia Menor, junto a los ancianos de Efeso, y les exhorto “mirad por vosotros, y por todo el rebaño,” porque “ YO se’ que después de mi partida entraran en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonaran al rebaño. Y de vosotros mismos se levantaran hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras si a los discípulos ” (Hechos 20:28- 30). Tal como Pablo había predicho, la falsa doctrina llegaba a ser un problema de grandes proporciones en estas iglesias. Cuando el Libro de Apocalipsis fue escrito, algunas de ellos habían llegado a estar casi completamente arruinadas a raíz de los progresos de las enseñanzas heréticas y la apostasía resultante ( Apocalipsis 2:2,6, 14-16, 20-24; 3:1-4, 15-18).

Pero el problema de la herejía no se limitaba a un área geográfica o cultural. Era extenso y llego a ser un tema cada vez mas tratado por el consejo aposto1ico y de vigilancia pastoral al avanzar el tiempo. Algunos herejes enseñaban que la Resurrección final ya había ocurrido

(2 Timoteo 2:18), mientras otros afirmaban que la Resurrección era imposible (1 Corintios 15:12); algunos enseñaban doctrinas extrañas de ascetismo y adoración de ángeles (Colosenses 2:8, 18-23; 1 Timoteo 4:1-3), mientras otros promovían toda clase de inmoralidad y rebelión en nombre de la “libertad” (2 Pedro 2:1-3, 10-22; Judas 4, 8, 10-13, 16). Una y otra vez los apóstoles se veían forzados a reprender fuertemente la tolerancia de falsos maestros y “falsos apóstoles” (Romanos 16:17-18; 2 Corintios 11:3-4, 12-15; Filipenses 3:18-19; 1 Timoteo 1:3-7; 2 Timoteo4:2-5), porque estos habían causado el alejamiento de gran cantidad de fieles, y el alcance de la apostasía crecía a medida que el tiempo progresaba (1 Timoteo 1:19- 20; 6:20-21; 2 Timoteo 2:16-18; 3:1-9, 13; 4:10, 14- 16). Una de las ultimas cartas del Nuevo Testamento, el libro de Hebreos, fue escrito a toda una comunidad cristiana que estaba a punto de abandonar completamente el cristianismo. La fe y los milagros no era lo único que caracterizaba a la Iglesia Cristiana de la primera generación, también había una creciente desobediencia a la ley, rebelión, y herejía dentro la misma comunidad cristiana – tal como Jesús lo había predicho en Mateo 24.

El Anticristo

Los cristianos tenían un término específico para esta apostasía, la llamaban anticristo . Muchos escritores populares han hecho especulaciones acerca de este termino, por lo general dejan de considerar su uso en la Escritura. En primer lugar, vamos a considerar una realidad que sin duda asombrara a algunas personas: la palabra anticristo” nunca aparece en el libro de Apocalipsis. Ni una sola vez. Sin embargo, los maestros cristianos populares usan el término habitualmente como un sinónimo de “ la Bestia ” de Apocalipsis 13. Obviamente, no hay duda que la Bestia es un enemigo de Cristo, y por eso es “anti” Cristo en ese sentido; sin embargo, lo que estoy tratando decir es que el termino anti cristo se usa en un sentido muy especifico, y que en su esencia no se relaciona con la figura conocida como “la Bestia” y el numero “666.” Otro error difundido dice que “el anticristo” es un individuo particular; relacionado con esto este la noción de que “El” es alguien que aparecerá hacia el fin del mundo. Todas estas ideas son negadas por el Nuevo Testamento.En realidad, el término anticristo es...mencionad o solamente en los siguientes versículos de las cartas del apóstol Juan:

Hijitos, ya es el ultimo tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el ultimo tiempo.

Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. . . .

¿Quien es el mentiroso, sino el que niega que Jesús sea el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al hijo, tiene también al Padre. . . . 0s he escrito esto sobre los que os engañan

(1a Juan 2:18-19, 22-23, 26).

Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.

En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carme, es de Dios;

Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carme, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya este en el mundo.

Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que este en vosotros, que el que este en el mundo.

Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.

Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error

(1a Juan 4: 1-6).

Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carme. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.

Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo.

Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, 6se si tiene al Padre y al Hijo.

Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibas en casa, ni le digáis: iBienvenido! Porque el que le dice: jBienvenido! participa en sus malas obras

(2a Juan 7-11).

Los textos aquí reproducidos contienen todos los pasajes bíblicos que mencionan la palabra

anticristo, de los mismos podemos sacar vanas conclusiones importantes:

Primero. L

os cristianos ya habían sido advertidos de la venida del anticristo (1a Juan 2:18; 4:3).

Segundo. N

o había uno solo, sino “muchos anticristos” (1a Juan 2:18). El termino anticristo , por lo tanto, no puede ser la designación de un solo individuo.

Tercero. E

l anticristo ya actuaba mientras que San Juan escribía: !así ahora han surgido muchos anticristos ” (1 Juan 2:18); “0s he escrito esto sobre los que os engañan” (1 Juan 2:26); el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya esta en el mundo” (1 Juan 4:3); “Porque muchos engañadores han salido por el mundo. . . . Quien esto hace es el engañador y el anticristo.” (2a Juan 7). Obviamente, si el anticristo ya estaba presente en el primer siglo, no habría una figura que surgiría en el fin del mundo.

Cuarto. E

l anticristo era un sistema de creencia,, a saber, la herjia de negar la persona y la obrad de Jesucristo . Aunque los anticristos aparentemente afirmaban pertenecer al Padre, enseñaban que Jesús no era el Cristo (1 Juan 2:22); estando de acuerdo con los falsos profetas (1 Juan 4:1), negaban la Encarnación (1 Juan 4:3; 2 Juan 7, 9); y rechazaban la doctrina apostólica (1 Juan 4:6).

Quinto, L

os anticristos habían sido miembros de la Iglesia Cristiana, pero habían abandonado la fe (1 Juan 2:19). Ahora estos apostatas intentaban engañar a otros cristianos, a fin de alejar a toda la Iglesia de Jesucristo (1 Juan 2:26; 4:1; 2 Juan 7, 10).

Sintetizando, podemos ver que el anticristo es una descripción tanto de un

sistema de apostasía como de los apostatas personajes. En otras palabras, el Anticristo era el cumplimiento de la profecía hecha por Jesús, que un período de gran apostasía llegaría, cuando Muchos tropezaran entonces, y se entregaran unos a otros, y unos a otros se aborrecetin. Y muchos falsos profetas se levantaran, y engañaran a muchos(Mateo 24:10-11 & 1 Juna 4:10-11). Como dijo Juan, se había advertido a los cristianos de la venida del anticristo, y esto se cumplió, “muchos anticristos” surgieron. Por un tiempo creyeron el evangelio; luego abandonaron la fe e intentaban engañar a los demás iniciando nuevas sectas, o, lo que es mas probable, ganar adeptos entre los cristianos para el judaísmo – la religión falsa que afirmaba adorar el Padre mientras negaba al Hijo. Cuando uno comprende la doctrina del anticristo, puede observar la perfecta armonía con lo que el resto del Nuevo Testamento dice acerca de la época de la “ultima generación.” Uno de los anticristos que afligía la iglesia primitiva era Cerinto, un líder de la secta judaica del primer siglo. Considerado por los Padres como “el Archí-hereje,” e identificado como uno de los ‘falsos apóstoles” que se oponían a San Pablo, Cerinto era un judío que se hizo miembro de la Iglesia y alejaba a los cristianos de la fe. Enseñaba que una deidad menor, y no el Dios verdadero, había creado el mundo (sostenía, con los gnósticos, que Dios era demasiado “espiritual” para meterse con la realidad material). Lógicamente, esto significaba también la negación de la Encarnación, ya que Dios no aceptaría para Si Mismo un cuerpo físico y una personalidad verdaderamente humana. Y Cerinto era consistente: declaraba que Jesús había sido un hombre como otros, no nacido de una virgen; que “el Cristo” (un espíritu celestial) había descendido sobre el hombre Jesús en Su bautismo (capacitándolo a hacer milagros), pero luego le abandono otra vez en la crucifixión. Cerinto también promovía una doctrina de justificación por obras – en particular, la necesidad- absoluta de observar las ordenanzas ceremoniales del Viejo Pacto para salvarse. Además, Cerinto aparentemente fue el primero que enseño que la Segunda Venida iniciaría el reino literal de Cristo en Jerusalén por mil años. Aunque esto era contrario a la enseñanza apostólica del Reino, Cerinto afirmaba que un ángel le había revelado esta doctrina (así como José Smith, un anticristo del siglo XIX, afirmaría más tarde haber recibido revelación angelical). Los verdaderos apóstoles se oponían fuertemente a la herejía de Cerinto. San Pablo amonestaba a las iglesias: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Galatas 1:8), y seguía refutando en la misma carta las herejías legalistas sostenidas por Cerinto. Según la tradicion, el Apóstol Juan escribía su Evangelio y sus cartas teniendo presente en forma especial a Cerinto. (También nos dice que un día cuando San Juan entro a los baños públicos vio a Cerinto. El apóstol salio corriendo a los gritos: “i Huyamos, a no ser que caiga el edificio; porque Cerinto, el enemigo de la verdad, este adentro!”) Volviendo a las declaraciones de San Juan acerca del espíritu del anticristo, debemos fijarnos que destaca otro punto, muy significativo: sean predecía Jesús en Mateo 24, la venida del anticristo es una señal de “el Fin”: ‘“Hijitos, ya es el ultimo tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el ultimo tiempo” (1 Juan 2:18). La relación que la gente hace generalmente entre el anticristo y “los últimos días” es correcta; pero el error este en el uso de la expresión los últimos días, y términos semejantes, que son usados en la Biblia para referirse, no al final del mundo material, sino a los ultimas dais de la nación de Israel, los “postreros días” que terminaron con la destrucción del Templo el año 70 d. de C. Esto también sorprenderá a muchos, pero tenemos que aceptar la enseñanza clara de la Escritura. Los autores del Nuevo Testamento sin duda usaban el lenguaje de los “últimos tiempos” cuando hablaban del periodo en que vivían, antes de la caída de Jerusalén. Como hemos visto, el Apóstol Juan decía dos cosas acerca del tema: primero, que el anticristo ya había venido; y, segundo, que la presencia del anticristo era la prueba que El y sus lectores estaban viviendo en “la última hora.” En una de sus últimas cartas, San Pablo tuvo que corregir una impresión errónea tocante al juicio que vendría sobre Israel. Los falsos maestros asustaban a los creyentes diciendo que el día del juicio ya llegaba. San Pablo recordó a los cristianos que: Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía. . . (2 Tesalonicenses 2:3).

Cuando llegaba el fin de la época, sin embargo, mientras que Juan escribía sus cartas, la Gran Apostasía – el espíritu del anticristo, del cual el Señor había pronosticado – era realidad.

San Judas , que escribía uno de los últimos Libros del Nuevo Testamento, no nos deja en la duda acerca de este asunto. Haciendo fuertes condenaciones de los herejes que habían invadido la Iglesia y estaban intentando alejar a los cristianos de la fe (Judas 1-16), recuerda a sus lectores que habían recibido esta misma advertencia:

Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarte sean sus malvados deseos. Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu

(Judas 17-19).

San Judas claramente considera las advertencias acerca de los “

burladores” como refiriendo a los herejes de su propio tiempo – es decir, que su propio tiempo era el período del “ postrer tiempo.”

Como San Juan, sabia que la multiplicación rápida de estos hermanos falsos era una señal del Fin. El anticristo había llegado, y ya era la última hora.