17. La bondad de Dios
Capitulo 17 - LA BONDAD DE DIOS
LAS GRANDE DOCTRINAS DE LA BIBLIA
por R. C. Sproul
Traductora: Marcela Robaína
17 - LA BONDAD DE DIOS
Quizás uno de los momentos más divertidos de esta vida sea cuando observamos como un pequeño perro o gato persiguen su propia sombra. En vano tratan de alcanzarla. Cuando se mueven, su sombra se mueve con ellos. Esto no sucede en el caso de Dios. Santiago nos dice: "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación" (James 1:17).
Dios nunca cambia. En Él no hay "sombra de variación". Esto no está únicamente sugiriendo que Dios es inmaterial y que por lo tanto es incapaz de tener una sombra, sino que asimismo nos dice que Dios no tiene un "lado sombrío" en un sentido figurativo o moral. Las sombras sugieren oscuridad, y en términos espirituales la oscuridad sugiere maldad. Como no hay maldad en Dios, tampoco hay ningún indicio de oscuridad en Él. Él es el Padre de las luces.
Cuando Santiago agrega que no hay "sombra de variación" en Dios no alcanza con entender esto simplemente en términos del ser incambiable e inmutable de Dios. Se trata también de una referencia al carácter de Dios. Dios no es solo enteramente bueno, sino que es siempre bueno. Dios no sabe cómo ser otra cosa que no sea bueno.
La relación entre la bondad y Dios es tan estrecha que hasta los filósofos paganos como Platón equiparan la máxima bondad, el bien supremo, con Dios mismo. La bondad de Dios se refiere tanto a su carácter como a su conducta. Sus actos proceden de su propio ser. Dios actúa en base a lo que Él es. De la misma manera que un árbol corrupto no puede producir fruta incorrupta, tampoco un Dios incorrupto puede producir fruta corrupta.
La ley de Dios refleja su bondad. El que Dios sea bueno no es consecuencia de que Dios obedezca y pueda ser juzgado por alguna ley cósmica ajena a sí mismo, o debido a que Dios define la bondad de manera tal que pueda actuar sin estar sujeto a ninguna ley y por el solo poder de su autoridad le sea permitido declarar sus acciones como buenas. La bondad de Dios no es ni arbitraria ni caprichosa. Dios no obedece una ley, sino que la ley que obedece es la ley de su propio carácter. Dios siempre actúa de acuerdo con su propio carácter, que es eterno, inmutable, e intrínsecamente bueno. Santiago nos enseña que todo lo bueno y lo perfecto provienen de Dios. Dios no es solo el estándar principal de bondad; es la Fuente de toda bondad.
Uno de los versículos más populares del Nuevo Testamento es el de Rom. 8:28. "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados". Este texto sobre la providencia divina es tan difícil de comprender como lo es de popular. Si Dios es capaz de hacer que todo lo que nos suceda redunde en nuestro bien, entonces en última instancia todo lo que nos suceda será bueno. Conviene resaltar aquí la expresión en ultima instancia. En el plano mundano nos pueden suceder cosas que sean maldad. (Debemos estar precavidos y no llamar al bien, maldad o a la maldad, bien.) Encontramos aflicción, miseria, injusticia, y otro montón de maldades. Sin embargo, Dios en su bondad trasciende todas estas cosas y hace que ellas ayuden para nuestro bien. Para el cristiano, en última instancia, no existen las tragedias. En última instancia, la providencia de Dios hará que todas estas maldades tan cercanas redunden para nuestro beneficio final.
Martín Lutero comprendió muy bien este aspecto de la buena providencia de Dios cuando dijo que "si Dios me pidiera que comiera el estiércol de la calles, no solo lo comería sino que sabría que es para mi bien".
Resumen
La Criatura (Tiene sombra) DIOS (No tiene sombra)
l. Las criaturas tienen sombra por causa de la oscuridad del pecado.
2. Dios no tiene un lado sombrío.
3. Dios no está bajo ninguna ley.
4. Dios es inseparable de la ley. Ley / DIOS
5. Dios es su propia ley.
Pasajes bíblicos para la reflexión