Domingo 22.
57. Pregunta: ¿Qué consuelo te da la resurrección de la carne?
Respuesta: Que no sólo mi alma después de esta vida será llevada (a) en el mismo instante a Cristo, su cabeza, sino que también está mi carne, siendo resucitada por la potencia de Cristo, será de nuevo unida a mi alma y hecha conforme al glorioso cuerpo de Cristo (b).
a. Lk. 16:22; Lk. 23:43; Phil. 1:21, 23.
b. Job. 19:25-26; 1 John 3:2; Phil. 3:21.
58. Pregunta: ¿Qué consolación te ofrece el artículo de la vida eterna?
Respuesta: Que ahora siento en mi corazón un principio de la vida eterna (a), después de esta vida, gozaré de una cumplida y perfecta bienaventuranza que ningún ojo vió ni oído oyó, ni entendimiento humano comprendió, y esto para que ella alabe a Dios para siempre (b).
a. 2 Cor. 5:2-3.
b. 1 Cor. 2:9.