CAPITULO 04: La Revelación de la Promesa

CAPITULO IV: La Revelación de la Promesa

3.04 Creemos firmemente que Dios, después de la espantosa y horrible desobediencia de sus criaturas, buscó a Adán de nuevo, lo llamó, le reprendió y lo declaró culpable de su pecado, (1) y después le hizo una promesa diciéndole que “la semilla de la mujer heriría la cabeza de la serpiente”, (2) esto es, que destruiría las obras del diablo. Esta promesa se repitió de tiempo en tiempo y se hizo más clara; se recibió con gozo, y fue recibida constantemente por todos los fieles desde Adán hasta Noé, de Noé a Abraham, de Abraham a David, y así sucesivamente hasta la encarnación de Cristo Jesús; todos (nos referimos a los padres creyentes bajo la ley) vieron el día gozoso de Cristo Jesús y se regocijaron. (3)

1. Gen. 3:9.

2. Gen. 3:15.

3. Gen. 12:3; 15:5-6; 2 Sam. 7:14; Isa. 7:14; 9:6; Hag. 2:6; John 8:56.