CAPITULO 06 - PROHIBIDO EL PASO

I. Transcendencia/Presencia

CAPITULO 6

"¡PROHIBIDO EL PASO!"

En la heredad que poseas en la tierra que Jehová tu Dios te da, no reducirás los límites de la propiedad de tu prójimo, que fijaron los antiguos (Deuteronomio 19:14).

­En la segunda mitad de esta sección del libro, quisiera ofrecer ejemplos de cómo los hombres son gobernantes legítimos bajo Dios, y por qué el mismo modelo de cinco puntos del pacto reaparece en los asuntos de los hombres.

­El primer principio de todo pacto bíblico es la transcendencia. Dios es el Creador. ¿Cómo se aplica esto al hombre en su relación a la creación? El hombre está hecho a imagen de Dios. Por lo tanto, el hombre es también un gobernante sobre la creación.

­En el Antiguo Testamento, los guardianes del santuario santo de Dios eran los sacerdotes. Por eso el Antiguo Testamento refiere de vez en cuando a los líderes religiosos como dioses. "Dios está en la re­unión de los dioses; En medio de los dioses juzga. ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos?" (Salmos 82:6-7). Los hombres son gobernantes, o jueces, sobre la creación. "Yo dije: Vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del Altísimo; Pero como hombres moriréis, Y como cualquiera de los príncipes caeréis" (Salmos 82:6-7).

El juicio de Dios había de caer tanto sobre los líderes religiosos como estaba a punto de caer sobre los príncipes. Todos ellos juzgaban injustamente. ­De este modo, los hombres han de ejercer su gerencia sobre la creación, que es parecida a la gerencia absoluta que Dios ejerce sobre su creación. Esto es lo que señala la distinción Creador-criatura entre un Dios trascendente y hombres dependientes. El hombre es la imagen de Dios y su representante legítimo en la tierra.

­El Mojón

­El mojón es lo que se usaba para establecer los límites de la propiedad de cualquier familia. Nosotros usamos algo parecido hoy: la agrimensura. Guando aplicamos esta ley bíblica hoy día, ¡legalizamos la alteración de registros civiles que identifican las propiedades privadas y sus dueños. Hasta existe el seguro de título, por si se descubriese alguna irregularidad en la historia de la posesión de la propiedad, y otro puede comprobar que la posee, la compañía de seguros paga al propietario inicial su pérdida.

­El propietario de un pedazo de tierra tiene el derecho de impedir el acceso a casi todos casi siem­pre. Hay algunas excepciones a esta regla. En casos de emergencia, la policía, como oficiales de la corte con orden de registro, tienen el derecho legal de entrar en la propiedad normalmente privada y protegida. Pero el dueño case siempre tiene el derecho legal para impedir el paso por su propiedad.

­La cerca y el portón cerrado son señales de su derecho. La puerta de una casa cerrada con llave es otro ejemplo. La idea es que "el hogar de un hombre es su castillo" — una fortaleza legal que se debe respetar.

­Cuando un propietario pone un letrero que dice "Prohibido el paso" en su puerta, o en algún lugar dentro de los límites de su propiedad, se debe legalmente cumplir sus deseos. Tiene el derecho legal de impedir que la gente pase por su propiedad. El derecho legal de prohibir que otro use la propiedad es la esenda de toda propiedad.

­Este derecho de exclusión tiene límites. Por ejemplo, la ley bíblica dice que un viajero que camina por ­la carretera tiene el derecho de recoger frutas de las ­fincas privadas. No tiene el derecho de recoger la comida en canastas o en las bolsillas, pero tiene el derecho a todo lo que puede acarrear (Deuteronomio 23:25), Jesús y sus discípulos recogieron trigo en el sábado, pero los fariseos no les criticaban por robar, solo por tomar espigas, restregándolos con las manos en el sábado (Lucas 6:1-5).

­Sin embargo, hay sólo unas pocas excepciones a la exclusión. La posesión de propiedad debe ser algo muy común en una sociedad basada en la Biblia, lo ­que significa que mucha gente ha de tener uso casi exclusivo de su propiedad.

­Obviamente, el principio de los límites de propiedad y el derecho a la exclusión se aplica a otras formas de propiedad que la tierra. Por lo tanto, necesitamos considerar el concepto del linde.

El Límite Original

Dios puso a Adán y Eva en el huerto. "Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase" (Génesis 2:15). ¿Qué significa "guardar." Significa guardarlo de otra persona. ¿Guardar el huerto de quién? Del intruso, Satanás. Ellos habían de mantenerlo bajo la autoridad de Dios como sus agentes asignados.

­Esto significa que ellos debieran haber puesto un letrero de "Prohibido el paso" en el huerto, contra todos los que desafiasen la ley de Dios. Luego Satanás vino para tentarlos a desobedecer a Dios, aceptando su interpretación de la ley en vez de la de Dios. ­¿Cuál era el requisito de la ley? Que ellos respetasen los límites que Dios había puesto entorno al árbol de la ciencia del bien y el mal. Les había sido prohibido. Ellos no debían ni tocarlo (Génesis 3:3) ni comer de él. No les pertenecía.

­Dios los había excluido a ellos. Esto señalaba su posición como dueño original y principal de la propiedad. Les recordó que ellos estaban abajo el gobierno de Dios. Ellos eran sus subordinados. Pero también servía para recordarles sus obligaciones como guardianes del huerto. Ellos también, habían de ser guardi­anes. Ellos no debían dejar entrar a ningún intruso.

Así como Dios, como dueño supremo y absoluto, legalmente les podía prohibir la entrada a su propiedad. El les dio el poder legal para mantener a Satanás alejado de su propiedad (o sea la propiedad de Dios que El les había encargado).

­El momento en que ellos robaron la propiedad de Dios invadiendo el límite prohibido, ya habían abandonado tanto el huerto, como el mundo exterior al diablo. Si ellos podían afirmar su poder violando la propiedad de Dios, entonces Satanás podía violar legítimamente la propiedad de ellos. Si ellos no estaban dispuestos a honrar el derecho de otro Dueño a excluirles, ¿a qué ley podían apelar para esforzar sus derechos de propiedad? Ellos habían violado los derechos del Ejecutor cósmico de la ley. ¿Quién ejecutaría sus acusaciones contra Satanás?

­Al aceptar la legitimidad del robo, fueron víctima del ladrón mas grande del universo. Al aceptar la interpretación de este ladrón cósmico de los derechos de propiedad de Dios, se colocaron bajo el gobierno "moral" (inmoral) de Satanás. Ellos prefieran la perspectiva satánica de la ley bíblica. ¿Qué podían decir contra él después de su propio acto de rebelión?

­Exclusión y Propiedad

­Entonces Dios vino para juzgarlos. Les echó fuera del huerto: Adán, Eva, y Satanás. Nunca mas se les dará a los humanos el acceso físico al árbol de la vida, ­fuente de vida eterna (Génesis 3:22-24). El colocó unos seres angelicales y una espada encendida a la ­entrada para no dejarlos entrar. Señaló los límites de su propiedad con una placa de "Prohibido el paso" verdaderamente potente. Ya no contaría con la auto-disciplina de ellos para mantenerlos alejado de su propiedad. Les impuso un castigo inmediato. ­Dios no abolió la propiedad privada cuando maldijo a Adán y Eva. Por el contrario, la reforzó.

El huerto mismo testificó a la legitimidad de los letreros "Prohibido el paso." Antes de su rebelión, el árbol de la ciencia del bien y el mal les había sido temporariamente prohibido. Esta vez el huerto en tero llegó a ser permanentemente prohibido. Dios no abandonó el principio del "Prohibido el paso"; en realidad lo reforzó colocando los guardas angélicos y una espada encendida como factores de restricción.

­De este modo los hombres todavía tienen el derecho de excluir a otros de su propiedad. También pueden apelar al gobierno civil para imponer sanciones físicas o de otra índole contra los que violan su propiedad exclusiva, tal como Dios mandó a sus ángeles para hacer cumplir su propiedad exclusiva.

­El dominio cuenta con la exclusión. Se les da a los individuos autoridad sobre la propiedad, y se les hace legalmente responsables ante Dios por la administración de esta propiedad. Si ellos abusan de su pro piedad (por ejemplo, si la usan como un arma) y violan el derecho de otros a usar sus propiedades, se les hace legalmente responsable ante el gobierno civil y ante el gobierno eclesiástico si son miembros de la iglesia.

­No sólo son responsables legalmente, mas son ­responsables económicamente también. Como dije anteriormente, son responsable económicamente ante los consumidores. Si se rehúsan o no son capaces de usar su propiedad en una forma eficaz (con poco desperdicio) para satisfacer la demanda del mercado, ellos sufrirán pérdidas. La propiedad es una función social.

­Una vez que las autoridades civiles permiten que los ladrones hagan lo que quieren en la comunidad al no castigarlos o al no requerir que los criminales convictos restituyan a su víctima (Éxodo 22), el Es todo ha comenzado a debilitar la defensa de la propiedad. Si los ciudadanos urgen a sus representantes a confiscar la propiedad de los demás por medio del voto, ellos se convierten en cómplices del crimen. El socialismo y otras clases de redistribución política de riqueza son formas de robo. ¿Por qué? Porque el Estado está violando el derecho de los propietarios a excluir legalmente a otras personas del uso de su propiedad o de los frutos de su labor y su propiedad. El Estado comienza a excluir a los dueños legítimos de su propia propiedad. La exclusión es ineludible.

La cosa es: ¿Quién excluirá a quién, y sobre qué base? ¿Prevalecerá el poder, o la ley de Dios? ¿Determinará la ley de Dios quien debiera ser excluido, o la ley de Satanás?

­Los hombres redimidos han de aumentar su autoridad y dominio. Han de excluir progresivamente a los seguidores de Satanás de los puestos de autoridad, en cada área de la vida. ¿Cómo se hace esto? No por el ejercicio del poder, sino mediante la obediencia a ­la ley de Dios. Los redimidos han de competir. Han de enriquecer por medio de la productividad. Han de contribuir dinero, en un ejercicio magno de caridad. Han de ser candidatos para los puestos políticos, especialmente a nivel local, donde la Biblia dice que se debe colocar la mayor responsabilidad civil. Han de asumir cada vez mayor responsabilidad en cada esfera de la vida. El poder fluye a los que asumen la responsabilidad.

­En resumen, la exclusión de los injustos de los puestos de poder se debe lograr por medio del cumplimiento de la ley bíblica. Primeramente, por el autogobierno del cristiano bajo la ley bíblica. Segundo, por lograr los cristianos el apoyo de la mayoría de los votantes a favor de la ley bíblica. Tercero, haciendo cumplir la ley bíblica públicamente. Esto significa el reemplazo constante y sistemático de los jueces humanistas de hoy con jueces que hagan cumplir la ley bíblica.

­No nos equivoquemos: El dominio cristiano necesariamente exige la exclusión de los anti-cristianos de los puestos de poder. Esto es en parte un proceso político. Es un proceso desde abajo hacia arriba, no un proceso de arriba hacia abajo. Pero tienen que haber ganadores y perdedores políticos. Nuestra meta como cristianos es convertir a los humanistas y satanistas en perdedores culturales y políticos. Tenemos que hacer esto por medio de una actuación mejor, una organización mejor, y la bendición de Dios. Los electos de Dios tienen que ganar las elecciones.

­Exclusión y Matrimonio

­El octavo mandamiento es muy claro: "No come­­teréis adulterio" (Éxodo 20:14). El décimo mandamiento es también muy claro: ningún hombre ha de codiciar la esposa de otro (Éxodo 20:17). (Esta ley también se aplica a esposas que codician los maridos de otras mujeres.) Todas las autoridades establecidas bajo el pacto de Dios: la iglesia, el Estado, y la familia deben preservar la santidad del matrimonio. Las tres instituciones han de imponer castigos (sanciones) contra los que violan el matrimonio cometiendo adulterio.

­Esto es claramente un caso del derecho de exclusión. Es un letrero que dice "Prohibido el paso" de por vida en la puerta del dormitorio. La mayor parte de los que favorecen una forma moderada de socialismo — el mal llamado Estado de beneficencia — probablemente aducirán que el aspecto exclusivo del matrimonio no es igual al aspecto exclusivo de la propiedad privada. Ellos dirían que el derecho de excluir a otros es legítimo cuando tiene que ver con relaciones personales, pero no con respecto a bienes económicos.

­Sin embargo, es interesante observar que en la medida que la idea del Estado de beneficencia se ha difundido, el divorcio y el adulterio también se han hecho mas comunes. ¿Será esto sólo una casualidad?

­El Comunismo Marxista ­En 1848, Carlos Marx y Federico Engels publicaron el famoso Manifiesto Comunista. En la segunda ­parte de ese libro, ellos admiten abiertamente: "En una palabra, nos acusáis de querer abolir vuestra propiedad. Efectivamente, eso es lo que queremos." En la página siguiente (de mi versión en español) ellos proceden a pedir la abolición de la familia. Tomaron precauciones para no pedir esto abiertamente (estaban escribiendo un tratado popular), pero ellos dicen que la "familia burguesa," es decir un hombre-una esposa, es en realidad corrupta porque hay prostitución en la sociedad. Por lo tanto, el comunismo sólo tiene que admitir lo que es supuesta mente el caso: "una comunidad oficial de las mujeres."

Ellos dicen: "Los comunistas no tienen necesidad de introducir la comunidad de las mujeres: casi siempre ha existido."1 Históricamente esto es una tontería; es un pretexto débil para este aspecto malo del comunismo.

1. C. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista, en Obras Escogidas, 3 tomos. I, págs. 125-126.

Engels mismo mas tarde hizo esta observación extraordinaria: "Es un hecho curioso que en cada gran movimiento revolucionario la cuestión del 'amor libre' surge." Desde luego que sí: lo que los revolucionarios odian es el principio cristiano de la exclusión legal. Lo que odian es el derecho de Dios de excluirlos de la vida eterna, y cada aspecto de los derechos legales exclusivos señala al derecho legal del pueblo de Dios para disfrutar el favor de Dios en la tierra y en la eternidad.

­No nos debería sorprender el enterarnos que Engels nunca se casó y tuvo varias concubinas, y que ­Marx sedujo la sirvienta de toda la vida de su esposa (sí, el "Dr. Comunismo" tuvo una sirvienta a tiempo completo toda la vida) y fue el padre de su hijo ilegítimo, Fred Demuth.2

2. Robert Payne, Marx (New York: Simón & Schuster, 1968). págs. 265-67.

­Durante las dos primeras décadas del comunismo en la Unión Soviética, existió el amor libre, el aborto extenso, y el divorcio fácil. Luego, a mediados de los años 1930, Stalin vio lo que estaba ocurriendo con la familia. La proporción de nacimientos bajó, la producción se desplomó, y la sociedad comunista comenzaba a desintegrarse. El revocó la doctrina del amor libre y fortaleció fuertemente el enforzamiento de las leyes del Estado sobre los vínculos familiares. Esa decisión salvó el experimento comunista.

­En 1965, solo unos meses después de la deposición de Nikita Khrushchev, la Unión Soviética cambió de idea otra vez al mismo tiempo que el mundo occidental no-comunista también cambiaba, y comenzó a adoptar la planificación familiar (principalmente por los abortos baratos subvencionados por el Estado). La Biblia habla del perro que vuelve a su vómito (2a de Pedro 2:22); así también las sociedades socialistas siempre regresan a la larga a sus prácticas anti-familiares. Odian la idea del derecho de excluir, en cada área de la vida.

Pero el concepto de la exclusión es ineludible.

Los socialistas y los humanistas quieren que la gente excluya los bebés de la vida. Ellos quieren poner anuncios "Prohibido el paso" a los niños que lloran. Una vez mas, no es cosa de "exclusión" frente a la ­"no exclusión." Es siempre una cuestión de quién excluye quién, y sobre qué bases.

­Exclusión y Adopción

­Todos hemos oído de casos horribles en que una familia adopta un niño rechazado, y luego la madre biológica cambia de parecer y decide de que quiere otra vez a "su" hijo. Va a la corte y logra que un juez de los que repudian a Dios le adjudique la custodia del niño. La policía acompaña a la "madre" y le entrega el niño.

­Considere la angustia de los padres. Ellos han invertido amor en ese niño. Su compromiso emocional es muy grande. Aunque ellos se han considerado los guardianes responsables del niño, no obstante se honran las preferencias de la madre biológica. Ella gana el control del niño, a pesar de sus protestas y las protestas de los padres. La adopción — la solución de Dios concordé con el pacto a los pecados del hombre (Juan 1:12) —es considerada como un parentesco de segunda clase por los jueces humanistas de una sociedad que merece el juicio de Dios.

­Para evitar ese tipo de horror, los padres con tratan a abogados (a alto costo) para asegurar que la madre biológica no les vaya a hacer esto en el futuro. Las agencias de adopción certificadas por el Estado toman medidas extremas para ocultar el nombre de la madre biológica de los padres adoptivos, y medidas igualmente extremas para ocultar el nombre de los padres adoptivos de la madre biológica. Sin estas precauciones legales, las adopciones son demasiadas arriesgadas.

­Lo mismo es aun mas cierto de la adopción legal de la humanidad redimida por parte de Dios. El nos da el poder de llegar a ser sus hijos (Juan 1:12). Una vez que sucede esta adopción, Satanás no puede desafiar el derecho legal de Dios como Padre de su pueblo. Por eso Pablo pudo escribir: "¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; mas aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo: ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?" (Romanos 8:34-35). Contesta a su propia pregunta retórica: "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 8:38-39).

­Dios tiene derecho privativo sobre las vidas de todas las personas. Como criaturas limitadas, ninguno de nosotros tenemos derecho ilimitado sobre cualquier persona o cosa, ya que Dios tiene derechos sin límites.

Pero sí tenemos derechos limitados legítimas los unos sobre los otros: como consortes (la a los Corintios ­7:4-5), como padres (Éxodo 20:12; Efesios 6:1-3), como miembros de la iglesia (Efesios 5:21), y como ciudadanos (Romanos 13:1-7).

­Esos derechos se definen y se describen por la ley bíblica. Son por lo tanto relaciones protegidas. Se trata de protecciones legales para la mutua posesión (exclusión) . Por ejemplo, los padres no pueden legalmente ­matar a golpes a sus hijos, pero pueden y la Biblia insiste que deben imponer legalmente el castigo corporal. Un padre que se rehúsa a hacerlo aborrece a su hijo (Proverbios 13:24). (Busque la palabra "vara" en la concordancia, especialmente en el libro de Proverbios.) El Estado tiene un grado de control, pero es mínimo. Puede proteger la vida del niño — un límite legal, o exclusión legal — pero no sus nalgas. No puede legítimamente prohibir el castigo corporal de los niños por los padres o por aquellos que han recibido de los padres el poder legal para representar los en la aplicación del castigo corporal (los maestros).

­Los socialistas odian la idea de que Dios excluye de la vida eterna a todos los que le odian. Esta división entre los salvos y los perdidos les resulta horrorizarte. Ellos hacen todo lo posible para excluir al cristianismo y su "mala" doctrina del favor eterno exclusivo de Dios a que se aplica a algunos (pero no a todos) los hombres. Dondequiera que la gente cree mucho en el socialismo, se persigue a la iglesia, o por lo menos se la discrimina. El socialismo es intrínsecamente anti-cristiano, y el cristianismo es intrínsecamente anti-socialista.

­Exclusión y Dominio

­El modelo de la adopción sirve de fundamento al modelo de la posesión de propiedad. Si Dios establece sus derechos eternos de propiedad sobre la humanidad, no nos debiera sorprender que a su vez El haga a los hombres responsables de la administra­ción de su propiedad.

­La administración de la propiedad es un campo de entrenamiento para el dominio. Esto significa alguien tiene que ser responsable legal y económicamente ante Dios y ante los demás. Los hombres necesitan el derecho de excluir a otras personas de su legítima propiedad si han de convertirse en administradores sabios de esa propiedad. También necesitan esta protección como incentivo para hacer los fuertes sacrificios necesarios para que cualquier proyecto dé ganancia. Los sacrificios de los dueños para aumentar sus propiedades son parecidos a los sacrificios de los padres adoptivos. Los padres adoptivos insisten en (y necesitan) la garantía que su posición de padres será apoyada por la ley civil. Otro tanto ocurre con los dueños de propiedad.

­Ni la posesión de propiedad ni el parentesco de los niños deben convertirse en el monopolio de un cuerpo élite de oficiales asignados y elegidos por el Estado. No es solo una burocracia distante la que debe poseer el derecho exclusivo de excluir a otros de la propiedad del "Estado" (es decir, a fin de cuentas, la propiedad controlada por los administradores). Cada hombre debe ser alentado a convertirse en propietario — mayordomo responsable ante Dios. La propiedad descentralizada aprovecha el principio bíblico de la división de trabajo.

­Es interesante notar que en las sociedades comunistas, desde la "República" utópica (lugar que no existe) de Platón hasta la sociedad soviética moderna, los oficiales gubernamentales han reclamado derechos de parentesco sobre los niños. Fundan centros de guardería infantil y requieren que las madres que trabajan dejen sus hijos bajo el cuidado del Estado, Además, la enseñanza obligatoria en escuelas certificadas por el Estado es un aspecto universal del "Estado Salvador" moderno. Rushdoony tuvo razón en titular su libro sobre la educación pública The Messianic Character of American Education (El Carácter Mesiánico de la Enseñanza Norteamericana) (Craig Press, 1963). El "Estado como Salvador" es precisamente la visión de los pedagogos progresistas, lo que por medio de sus propios escritos Rushdoony comprueba. Un Cristiano que honra la Biblia reconoce a la enseñanza estatal obligatoria como una forma de secuestro legalizado.

Conclusión

­Dios excluyó a Adán y Eva del árbol de la ciencia del bien y el mal. Ellos, a su vez, debían haber excluido a Satanás del huerto reclamando el juicio de Dios contra sus mentiras, y esperando que Dios regresase al huerto para juzgarlo. Por su falla, Adán, Eva, y Satanás fueron excluidos por Dios del huerto. En cuanto a la humanidad, fue necesario para que quedara excluida de la vida eterna por medios otros de la adopción por la gracia de Dios. Había que mantenerlos alejados del árbol de la vida.

­La propiedad es escasa — la tierra, las habilidades, la buena voluntad, y todas las otras formas de bienes vendibles. Esto significa que a precio cero, hay mas demanda que oferta para la propiedad es­casa. De este modo cada sociedad debe encontrar formas de excluir a ciertas personas del control sobre ciertas porciones específicas de propiedad. No se puede evadir el concepto de la exclusión. Es un concepto ineludible. Las dos preguntas pertinentes son: ¿Quién excluirá a quién, y sobre qué base?

­La Biblia dice que Dios excluye a los perdidos en el día de juicio. También dice que se debe basar la familia y la economía política sobre el derecho de los individuos de poseer la propiedad privada y excluir a otros del acceso a los miembros y la propiedad de los miembros de su familia. Esto enfurece a los socialistas, que quieren que solo el Estado posea este derecho de exclusión.

­El principio bíblico de exclusión nos lleva a las conclusiones siguientes:

­1. Dios, como el dueño soberano, excluye a los ­hombres de todo lo que El quiere reservar para sí.

­2. El elige a algunos para la vida eterna (adopción, Juan 1:12), y excluye a otros (Romanos

­3. Él delega a los hombres un poder legal limitado para excluir a otros en cada aspecto de la vida.

­4. Los redimidos deben tomar el dominio de manos de los seguidores de Satanás en cada aspecto de la vida.

­5. Por lo tanto, los redimidos deben excluir a los rebeldes de la propiedad en cada área de la vida.

­6. El medio legal de exclusión económica legal es la productividad dentro de un mercado de competencia, no la fuerza política.

­7. Este poder de exclusión actúa en cada esfera ­de la vida: la familia, la iglesia, el Estado, el comercio, la educación, etc.

­8. La exclusión es fundamental al dominio: es el campo de entrenamiento para la responsabilidad personal.

­9. La posesión (el derecho de excluir) de pro piedad no debe ser violado por el Estado, así como no se debe violar el derecho de excluir a otros en el matrimonio.

­10. El Estado no debe convertirse en el único dueño; por lo tanto, el Estado no puede abolir

legítimamente la propiedad privada.

­11. El socialismo es un robo: la exclusión ilegítima de los dueños legales por el Estado.

­12. Por lo tanto, el Socialismo es anti-dominio y pro-poder.

­13. El socialismo es histórica y teóricamente anti familia.