78. LA EXCOMULGACIÓN

Capitulo 78 LA EXCOMULGACIÓN

LAS GRANDE DOCTRINAS DE LA BIBLIA

por R. C. Sproul

Traductora: Marcela Robaína

78 LA EXCOMULGACIÓN

Ser excomulgado de la iglesia de Cristo es algo terrible. Sin embargo hay un solo pecado tan serio que merezca el alejamiento del cuerpo de Cristo. Este pecado es el de la impenitencia. Hay múltiples pecados graves que requieren de la disciplina de la iglesia. Sin embargo, como la disciplina de la iglesia es un proceso con varios pasos en donde la excomulgación constituye el último paso, el único pecado que nos puede hacer llegar a dicho extremo es el negarse a arrepentirse del pecado que inició el proceso en primer lugar.

La excomulgación es la medida disciplinaria más extrema de la iglesia. Implica excluir al pecador impenitente de la comunión con los fieles. La doctrina proviene de la enseñanza de Jesús sobre el atar y el desatar (Mat. 16:19; 18:15-20; Jn. 20:23). La responsabilidad de disciplinar recayó sobre la iglesia. El pasaje en Mateo 18, sin embargo, enumera tres pasos que deben ser dados antes de la excomulgación. El pecador debe ser corregido en primer lugar en privado. Si dicha instancia fracasara, entonces deberá ser corregido delante de testigos. Esto asegura que el acusador no haya estado equivocado en la primera instancia y evita que se hagan acusaciones difamatorias. En tercer lugar, el pecador deberá ser traído frente a toda la congregación de creyentes. Si esta última instancia fracasara, la iglesia deberá dejar de tener comunión con el ofensor.

Debe notarse que la excomulgación nunca debe ser realizada con un sentido de venganza. Todo el proceso, hasta la excornulgación e incluyéndola, es una forma de disciplina diseñada para que la persona impenitente regrese al redil. Llegado el extremo de la excomulgación, la parte culpable será librada al diablo. La intención no es castigar sino buscar que la parte culpable tome conciencia de su pecado. Juan Calvino sostenía que la disciplina de la iglesia es "la mejor ayuda" para la sana doctrina, el orden y la unidad .

La Confesión de Westminster enumera cinco propósitos para la excomulgación:

Las censuras de la iglesia son necesarias, para reclamar y ganar los hermanos que han ofendido, para evitar que otros cometan ofensas similares, para purgar la levadura que podría infectar toda la masa, para reivindicar el honor de Cristo, y la santa profesión del Evangelio, y para evitar la ira de Dios, que con justicia podría caer sobre la Iglesia, Si esta permitiera que su pacto, y los sellos del pacto, fuesen profanados por los ofensores notorios y obstinadas.

Esta lista podría posiblemente ser reducida a dos razones principales: la preocupación por el alma del pecador y la preocupación por la salud de la iglesia.

La disciplina de la iglesia ha sido encomendada por Cristo, y es un asunto que requiere de gran prudencia. La iglesia puede equivocarse de dos maneras. Puede convertirse en una iglesia demasiado laxa y no disciplinar adecuadamente a los que hacen de la fe un motivo de escándalo, o puede convertirse en demasiado severa y faltarle la caridad que Dios ordena.

No se debería invocar la disciplina de la iglesia cuando se trata de temas triviales o menores. Las nimiedades pueden convertirse en la ruina del pueblo de Dios. Hemos sido llamados a tener un espíritu de paciencia y de tolerancia unos con otros, del mismo modo que DIOS es paciente con nosotros. La Escritura nos llama a tener la clase de amor que "cubre multitud de pecados".

Resumen

1 . La excomulgacíon es el paso final en la disciplina de la iglesia.

2. La impenitencia es el único pecado que resulta en la excomu1gación.

3. Cristo instituyó el proceso de la disciplina de la iglesia.

4. El propósito de la excomu1gación es la restauración del ofensor

y la protección de la iglesia.

5. La disciplina de la iglesia no debe ser ni laxa ni severa.

6. Los cristianos deben ejercer un amor que es paciente y

tolerante.

Pasajes bíblicos para la reflexión

Mat. 7:1-5

1 Cor. 11:27-32

1 Tim. 5:19-20

1 Cor. 5

1 Tim. 1:18-20

1 Pet. 4:8