74. LA GLORIFICACIÓN

Capitulo 74 LA GLORIFICACIÓN

LAS GRANDE DOCTRINAS DE LA BIBLIA

por R. C. Sproul

Traductora: Marcela Robaína

74 LA GLORIFICACIÓN

Recuerdo un momento crucial antes de un partido final por un campeonato de baloncesto en la escuela secundaria, cuando nos abrazamos con mis compañeros de equipo para escuchar las instrucciones de último minuto de nuestro entrenador. Nuestro entrenador, tratando de inspirarnos hacia la victoria, nos dijo: "Muchachos, hemos trabajado mucho para este momento. Ahora salid y ¡cubríos de gloria!" Lo hicimos. Ganamos el campeonato que tanto habíamos ansiado y nos cubrimos de gloria. Pero este tipo de gloria es pasajera. La búsqueda de este tipo de gloria comienza otra vez con la iniciación de cada nueva temporada o cada nuevo campeonato.

Hay una gloria mayor, una gloria permanente y que nos satisface mucho más, que le espera a todos los santos al final de su peregrinación espiritual. En la Biblia se la conoce como la "glorificación". La glorificación es el término utilizado por Pablo en su "cadena de oro" de la redención:

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Ya los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; ya los que justificó, a éstos también glorificó (Rom. 8:29-30).

La doctrina de la glorificación se refiere al momento cuando, en la segunda venida de Cristo, los verdaderos creyentes, tanto los vivos como los muertos, tendrán la redención completa y final de sus cuerpos y alcanzarán su estado final. La salvación de los escogidos se completará. "Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad" (l Cor. 15:53). Al final, la muerte, el último enemigo, será sorbida en victoria. El proceso de la santificación habrá llegado a la meta.

La glorificación, entonces, es la gran esperanza del creyente para el futuro. Dios hará que todo esté bien y lo mantendrá de ese modo por toda la eternidad. Pero la glorificación también es un consuelo en el presente. En este mundo caído donde sufrimos el pecado tanto dentro como fuera de nosotros, es un consuelo saber que Dios está ahora mismo trabajando para purificar a sus santos y preparándolos para su gloria futura. El creyente en cierto sentido ya ha sido glorificado, sellado para la eternidad, para siempre un hijo de Dios.

Resumen

1. La glorificación constituye el punto final de nuestra salvación.

2. La glorificación completará nuestra santificación.

3. La promesa de la glorificación futura nos da consuelo e inspiración para el presente.

Pasajes bíblicos para la reflexión

Jn. 17:13-23

Rom. 8:29-30

1 Cor. 15:50-54

2 Cor. 3:18