57. LA PREDESTINACIÓN

Capitulo 57 LA PREDESTINACIÓN

LAS GRANDE DOCTRINAS DE LA BIBLIA

por R. C. Sproul

Traductora: Marcela Robaína

Parte VII La salvación

57 LA PREDESTINACIÓN

Hay muy pocas doctrinas que despiertan tanta controversia oprovocan tanta consternación como la doctrina de la predestinación. Es una doctrina muy difícil que requiere ser tratada con mucho cuidado y esmero. Sin embargo, es una doctrina bíblica y por lo tanto es necesario considerarla. No nos atrevemos a ignorarla.

Prácticamente todas las iglesias cristianas tienen algún tipo de doctrina sobre la predestinación. Es inevitable, porque el concepto aparece claramente en la Sagrada Escritura. Estas iglesias sin embargo están en desacuerdo, a veces en franco desacuerdo sobre su significado. El punto de vista metodista difiere del punto de vista luterano, el que difiere del punto de vista presbiteriano. Aunque todos estos puntos de vista difieren, cada uno esta intentando entender este tema difícil.

En su forma más elemental, la predestinación significa que nuestro destino final, el cielo o el infierno, ha sido decidido por Dios no solamente antes de que lleguemos allí, sino antes incluso de haber nacido. Nos enseña que nuestro destino está en las manos de Dios. Para expresar esto de otro modo: desde la eternidad pasada, antes de que existiésemos, Dios decidió salvar a algunos miembros de la raza humana y dejar que el resto de la raza humana perezca. Dios hizo una elección -eligió a algunos individuos para que fuesen salvos y disfrutaran la eterna bendición del cielo y eligió a otros para que sufrieran las consecuencias de sus pecados hasta el tormento eterno en el infierno.

Esta definición es común para muchas iglesias. Pero para llegar al centro de la contienda corresponde preguntarse: ¿Cómo elige Dios? El punto de vista de las iglesias que no provienen de la Reforma, sostenido por la mayoría de los cristianos, es que Dios realiza esta elección en base a su previo conocimiento. Dios elige para la vida eterna a las personas que Él sabe han de elegirlo a Él. Es la noción presciente de la predestinación porque descansa sobre el previo conocimiento de Dios sobre las decisiones o actos humanos.

El punto de vista de las Iglesias Reformadas difiere en tanto que considera que la decisión final para la salvación depende de Dios y no de nosotros. Según esta noción, la elección de Dios es soberana. No descansa sobre las decisiones o las respuestas previstas por Dios. Considera que estas decisiones emanan de la soberana gracia de Dios.

El punto de vista sostenido por las Iglesias Reformadas es que, librada a sí misma, ninguna persona escogería a Dios. Las personas caídas todavía tienen una voluntad libre y son capaces de elegir lo que desean. Pero el problema radica en que no tenemos ningún deseo por Dios y no elegiremos a Cristo hasta que no seamos regenerados. La fe es el don que surge del nuevo nacimiento. Solo los escogidos pueden responder en la fe al evangelio.

Los escogidos se deciden por Cristo, pero solo porque fueron elegidos por Dios en primer lugar. Como en el caso de Jacob y de Esaú, los escogidos son elegidos únicamente en base a la soberana buena voluntad de Dios y no sobre la base de nada que hayan hecho o que hayan de realizar. Pablo nos dice:

y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor... Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. (Rom. 9:10-12,16)

Un problema polémico con respecto a la predestinación es que Dios no escoge o elige salvar a todos. Se reserva el derecho de tener misericordia sobre quien Él decida tener misericordia. Algunas personas de la caída humanidad reciben la gracia y la misericordia de la elección. Al resto, Dios las pasa por alto dejándolas en su pecado. Los que no han sido escogidos reciben la justicia. Los escogidos reciben la misericordia. Nadie recibe la injusticia. No hay nada que obligue a Dios a ser misericordioso hacia algunos o hacia todos por igual. Es su entera decisión definir cuán misericordioso desea ser. Sin embargo, nunca será culpable de no ser justo con alguien (véase Rom. 9:14-15).

Resumen

l. La predestinación es una doctrina difícil que debe ser tratada con delicadeza.

2. La Biblia nos enseña la doctrina de la predestinación.

3. Muchos cristianos definen la predestinación en función del previo conocimiento de Dios.

4. El punto de vista de la Reforma no considera al conocimiento como una explicación de la predestinación bíblica.

5. La predestinación se basa en la elección de Dios, no en la elección de los seres humanos.

6. Las personas no regeneradas no tienen deseo de escoger a Cristo.

7. Dios no escoge a todos. Se reserva el derecho de tener misericordia sobre quien quiera.

8. Dios no trata a nadie injustamente.

Pasajes bíblicos para la reflexión

Prov. 16:4

Jn. 13:18

Rom. 8:30

Eph. 1:3-14

2 Thes. 2:13-15