Articulo 18 -La Encarnación

Artículo 18 - Confesion Belgica

Confesamos, pues, que Dios consumó la promesa hecha a los antiguos padres por boca de sus santos profetas, enviando al mundo, en el tiempo por El determinado, a Su único, unigénito y eterno HIJO.

El cual tomó forma de siervo, y se hizo semejante a los hombres, tomando realmente una verdadera naturaleza humana: con todas sus debilidades (excepto el pecado), siendo concebido en el seno de la bienaventurada virgen María por el poder del Espíritu Santo, sin intervención de varón.

Y no solamente tomó la naturaleza humana en que al cuerpo se refiere, sino que también tomó una verdadera alma humana, a fin de que El fuese un verdadero hombre.

Pues, ya que tanto el alma como el cuerpo estaban perdidos, así era necesario que El tomara los dos para salvarlos a ambos.

Por eso confesamos contra la herejía de los anabaptistas, quienes niegan que Cristo tomó carne humana de su madre, que Cristo tomó la misma carne y sangre que los niños; que El es el fruto de los lomos de David, según la carne, nacido del linaje de David según la carne; fruto del seno de María, nacido de mujer; vástago de David; retoño del tronco de lsaí; retoño de la tribu de Judá; descendiente de los judíos, según la carne: de la simiente de Abraham, porque echó mano de la simiente de Abraham, y fue hecho semejante a sus hermanos en todo, excepto el pecado; así que El es en verdad nuestro Emmanuel, esto es, Dios con nosotros.

Lc. 1:54-55, Gn. 26:4, 2 Sam. 7:12, Sal. 132:11, Hech 13:23, Flp 2:7, 1 Tim. 3:16, 2 Sam. 7:12 y Sal. 132:11, 1 Cor. 12:3, Lc. 1:35. Hebr. 2:14, Hch. 2:30, Rom. 1:3, Lc. 1:42, Gal 4:4, Jer. 33:15, Is. 11:1, Heb. 7:14, Rom 9:5, Gál. 3:16, Heb 2:16, Heb 2:17: 4:15, Mt, 1:16,23.