Los próximos tres años nos proponemos educar la MIRADA CON EL CORAZÓN de los alumnos hacia dentro, hacia su interior, para encontrar el sentido que les permitirá mirar y reconocer a los otros de una manera renovada y fraterna, para finalmente abrir la mirada hacia el mundo entero y sentir la necesidad de poner sus capacidades, actitudes y aptitudes al servicio de la sociedad en la construcción de un mundo mejor.

Para conseguir este propósito no proponemos miradas neutras, miradas poco profundas... Proponemos inspirarnos en la mirada de Jesús de Nazaret. Si descubrimos cómo es su mirada podremos aprender a mirarnos y a mirar a los demás con los ojos de Jesús. La mirada de Jesús es compasiva, nos interpela, perdona, está atenta, no reprocha, nos transforma, nos moviliza..., es amor.

Joaquina de Vedruna también nos insta a renovar la propia mirada, una mirada que le permitió ver y reconocer a los otros, especialmente a los más desfavorecidos de su sociedad, para finalmente ver el mundo con otros ojos, y encender el deseo de actuar para hacerlo más justo y fraterno. Es también la invitación que encontramos en el documento capitular FAMILIA VEDRUNA: CASA DE PUERTAS ABIERTAS (Capítulo XXVII, de la Congregación de las Carmelitas de la Caridad-Vedruna de julio de 2017). Un documento que nos invita explícitamente a CAMBIAR LA MIRADA en muchos campos y en muchos ámbitos, como un paso imprescindible para acoger a todo el mundo y transformar el mundo.

Tal y como dice el Papa Francisco: "El verdadero servicio de la educación es la educación dirigida al servicio".

Seamos pues una FAMILIA CUYA CASA SIEMPRE TIENE LAS PUERTAS ABIERTAS