DOMINGO 20S

“Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros,

que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”. Mt.20,1-16.

INFANTIL Y PRIMARIA:

LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS...

Dios es bueno con todos y nos quiere a todos por igual... a veces pensamos que somos mejor que el que tenemos al lado, que nos merecemos más... pero el regalo de Dios es para todos... NOS QUIERE A TODOS IGUAL: PRIMEROS O ÚLTIMOS, LISTOS O TORPES, BUENOS O REVOLTOSOS... Dios te quiere como eres y te está esperando para darte ¡la moneda de su AMOR!


ESO Y BACHILLERATO:

CURIOSA FORMA DE PAGARNOS

Me descolocaba tu justicia extraña,

esa forma de medir

que olvidaba las horas trabajadas.

Me enfadaba con los que hicieron menos,

creyeron menos, sacrificaron menos,

y me indignaba contigo, que parecías no ver nada.

Intentaba negociar mejor paga,

algún reconocimiento,

una que otra medalla.

Me dolía lo injusto de tu salario.

Me extrañaba lo ilógico de tus premios

Me mordía –reivindicación y envidia-

la suerte de los jornaleros de la última hora.

Hasta el día en que yo fui el último,

el más zoquete,

el más frágil,

el más malo,

el más amado

… y empecé a entender.

J. M. Olaizola

LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS...

Para enterarte de qué va la parábola puedes ver el vídeo de INFANTIL Y PRIMARIA o leer el texto al final de esta entrada...

Es un escándalo que pague lo mismo a los que trabajaron todo el día que a los que trabajaron un poco al atardecer..., es contracultural, la sociedad no funciona así, nos movemos por productividad: así no se pensaba en tiempos de Jesús, ni ahora tampoco. Pero Dios no se mueve por productividad, a Dios le mueve el AMOR y el AMOR es así...

¿Es justo que pague más a los que trabajaron más?

¿Es generoso que pague igual a los que trabajaron menos?

La parábola quiere enseñar una única cosa, decisiva: «Así es Dios con respecto a la salvación». Todo lo demás no sobra, sino que viene a servir a esta idea que es verdaderamente escandalosa. Este es el Dios de Jesús; este es el mensaje radical del evangelio del reino de los cielos.

Es muy posible que no merecieran ese jornal, desde el punto de vista de la justicia simple o productiva, pero desde la bondad de Dios han recibido "gratuitamente" lo que necesitaban. Todos los jornaleros pudieron llevar a sus casas el pan de cada día, unos por justicia y otros por generosidad.

Dios es bueno con todos y nos quiere a todos por igual... a veces pensamos que somos mejor que el que tenemos al lado, que nos merecemos más... pero el regalo de Dios es para todos... NOS QUIERE A TODOS IGUAL: PRIMEROS O ÚLTIMOS, LISTOS O TORPES, BUENOS O REVOLTOSOS... Dios te quiere como eres y te está esperando para darte ¡la moneda de su AMOR! Hoy o mañana, te está esperando...


Lectura del santo evangelio según san Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.

Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo:

“Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido».

Ellos fueron.

Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.

Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:

“Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”.

Le respondieron:

“Nadie nos ha contratado”.

Él les dijo:

“Id también vosotros a mi viña».

Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz:

“Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”.

Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo:

“Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”.

Él replicó a uno de ellos:

“Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.

Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos».