En el Campeonato Mundial de Natación en Budapest en junio de 2022, Anita Álvarez del equipo de EUA quedó inconsciente, sumergiéndose al fondo de la piscina de competición.

Su entrenadora, Andrea Fuentes, vigilaba su desempeño y notó que llevaba un poco más del tiempo común sumergida e inmediatamente se aventó a la alberca, completamente vestida, arrastrándola a la superficie para ponerla a salvo. Anita se había desmayado y no tenía la capacidad de patear, remar o ayudarse a sí misma de ninguna manera.

Si Andrea no se hubiera dado cuenta a tiempo, se habría ahogado, pero ella conocía a Anita, por eso la observaba y rápidamente se dio cuenta de que estaba bajo el agua demasiado tiempo, que algo anormal estaba ocurriendo y luego se zambullió sin pensarlo dos veces.

"Esto ha resonado en mí... Cuando estás bajo demasiado tiempo, ...

¿quiénes son las personas que te buscarán, se darán cuenta y se zambullirán para sacarte a la superficie cuando pierdes tu fuerza para nadar? 

¿Quiénes son las personas que harían eso por ti? 

¿Y puede alguien contar contigo para ser esa persona que estaría mirando y notaría cuando están bajo demasiado tiempo, buceando para apoyarlos cuando todos están fuera de lucha y combustible para nadar en estas aguas turbulentas que llamamos vida?”