No se si os acordáis de esta imagen, es de mayo de este año (pincha en la imagen para recordarlo).

Hoy a Jesús sus amigos le dicen que hay otros que también hacen el bien a los demás...

A veces vemos a otros hacer las cosas bien y nos parece mal... ¿pero por qué hay gente que trabaja o hace algo mejor que yo? Por envidia, porque nos gusta ser mejores en todo,... no sabemos por qué pero nos sale mirar mal a otros... ¿a veces nos pasa? (LO PENSAMOS)

Jesús, que siempre nos enseña a mirar con el corazón nos dice: "¡deja que los demás hagan las cosas bien...!" Ojalá todos las hiciéramos bien... ojalá un mundo donde todos nos ayudásemos a hacer las cosas bien... donde los abrazos y los besos estén mejor vistos que las peleas y los conflictos...

¿Te acuerdas de esta imagen que acompaña al texto de hoy?

Fue en mayo de 2021... (pincha en la imagen si quieres recordarlo)

La crisis migratoria de Ceuta dejó numerosas imágenes impactantes, como la del submarinista de la Guardia Civil que rescató a un bebé del agua o la de Luna, una joven madrileña y voluntaria de la Cruz Roja, abrazando a uno de los migrantes llegados desde Marruecos el martes. Una cámara de la agencia Reuters grabó toda la secuencia, en la que se ve cómo le atiende primero junto a un militar, ayudándole a incorporarse para, aparentemente, expulsar el agua que ha tragado. Después le sostiene y le ayuda a sentarse en una roca, donde le da de beber. Le tranquiliza y le pregunta si está bien, mientras le acaricia el cuello. Es entonces cuando él rompe a llorar y ella le abraza a la vez que le sigue acariciando para calmarle. Al fondo se escuchan los gritos de otro migrante, al que soldados y guardias civiles llevan a la fuerza para devolverle a Marruecos. “No dejaba de abrazarme, se pegaba a mí como una lapa y solo lloraba”...

Luis Sánchez Mellado escribía entonces este texto que nos ayuda a MIRAR la escena:

La imagen es hipnótica y, sí, perturbadora. Una mujer y un hombre se abrazan en una playa. Los dos son jóvenes y guapos. Ella, blanca, blanquísima, rubita tirando a pelirroja, con una coleta alta sujeta con un lacito, unas gafas de esas de varilla que vuelven a estar de moda y un chaleco de la Cruz Roja sobre un chándal de batalla. Él, negro, negrísimo, con el grueso pelo pegado al cráneo y los harapos de deporte rebozados en arena tras cruzar ilegalmente a nado la frontera de Europa. Él acaba de arribar agotado a tierra, llora a espasmos y se aferra a ella, que lo auxilia y le devuelve el abrazo apartando su rostro del de él, que no lleva mascarilla, pero sin dejar de acariciarle la cabeza. La estampa, humanidad pura, fue uno de los iconos de la avalancha de inmigrantes en Ceuta. Poco más sabemos de la extraña pareja. De él, solo lo que no es y lo que no tiene: no es blanco, no es europeo, no tiene dinero ni papeles, no es nadie, nunca, nada. De ella, lo que ella misma contaba en sus redes sociales antes de candarlas en cuanto trascendió la foto, quizá para evitar un protagonismo que no buscaba. Que se llama Luna. Que estudia Integración Social. Que quiere dedicar su vida a ayudar al prójimo. Y que tiene las cosas clarísimas. “Sé que no soy como el resto”, rezaba su tuit fijado. Y yo, sin saber nada de Luna, sí sé que no es como otros...

Hoy a Jesús sus amigos le dicen que hay otros que también hacen el bien a los demás...

A veces vemos a otros hacer las cosas bien y nos parece mal... ¿pero por qué hay gente que trabaja o hace algo mejor que yo? Por envidia, porque nos gusta ser mejores en todo,... no sabemos por qué pero nos sale mirar mal a otros... ¿a veces nos pasa? (LO PENSAMOS)

Jesús, que siempre nos enseña a mirar con el corazón nos dice: "¡deja que los demás hagan las cosas bien...!" Ojalá todos las hiciéramos bien... ojalá un mundo donde todos nos ayudásemos a hacer las cosas bien... donde los abrazos y los besos estén mejor vistos que las peleas y los conflictos...