EVANGELIO 11OCT

"TENGO PREPARADA UN BANQUETE" Mateo 22, 4.

INFANTIL Y PRIMARIA:

Todos estamos invitados a la fiesta de Jesús.

Algunos le ponemos excusas para estar en sus fiestas: para ir los domingos a misa, para rezar, para ayudar a otros, para cuidar la Creación...

¡LA FIESTA ES PARA TODOS!

¡PONTE GUAPO, SOBRE TODO POR DENTRO!

¡INVITA A TODO EL MUNDO QUE TE ENCUENTRES POR EL CAMINO!

ESO Y BACHILLERATO:

Todos estamos invitados a la fiesta de Jesús.

(PODEMOS VER LA PARÁBOLA DE VALIVÁN O LEER EL TEXTO AL FINAL)

La parábola la pronunció Jesús para poner de manifiesto la fiesta de la libertad de Dios que llama a todo el que encuentra.

Vistámonos de «justicia», de las buenas obras, del compromiso constante, de la perseverancia,... Vistámonos de AMOR.

Algunos le ponemos excusas para estar en sus fiestas: para ir los domingos a misa, para rezar, para ayudar a otros, para cuidar la Creación...

¡LA FIESTA ES PARA TODOS!

¡PONTE GUAPO, SOBRE TODO POR DENTRO!

¡INVITA A TODO EL MUNDO QUE TE ENCUENTRES POR EL CAMINO!

Evangelio DOMINGO 11 OCT.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 1-14

En aquel tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:

«El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados:

“Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda”.

Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron.

El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.

Luego dijo a sus criados:

“La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda”.

Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo:

“Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?”.