SAN ANTÓN 

17 ENERO

PARA INFANTIL Y PRIMARIA:

SI CONOCES A ALGÚN ANTONIO, HOY PUEDES FELICITARLE.

Origen

Según cuenta la historia, San Antonio Abad (Antón) en medio de la vida austera que llevó, descubrió la sabiduría y el amor divinos a través de observar la naturaleza.

De esa revelación, adquirió la costumbre de bendecir a los animales y a las plantas.

A partir de su muerte, San Antonio Abad fue invocado como patrón de los ganaderos y protector de los animales domésticos.

Se cuenta que en una ocasión se le acercó una jabalina (jabalí hembra) con sus jabatos que sufrían de ceguera y San Antón los curó.

La jabalina ya no se separó más de su lado y siempre le protegió ante otros animales por lo que al santo se le representa con un cerdo a sus pies.

Celebración

La bendición de San Antón a los Animales, el día 17 de enero, es muy popular en España...

Según la tradición, los campesinos rogaban a San Antonio Abad para que protegiera su ganado de las enfermedades y de depredadores.

En la actualidad, la gente acude con todo tipo de animales domésticos -y no tan domésticos- a recibir la bendición del Santo a través de un sacerdote.


PARA ESO Y BACHILLERATO:

Cada 17 de enero, San Antón da la bendición a todo tipo de animales: perros, gatos, cerdos, pájaros, roedores… que, engalanados, se acercan con sus humanos a recibirla.

Para las personas que llevan a sus animales, este hecho es muy importante, ya que la bendición los protege contra las enfermedades durante todo el año. Es una garantía de salud y bienestar.

San Antón, conocido también como San Antonio Abad, fue un eremita egipcio que nació en Heracleópolis Magna, en el año 251 d. C. y murió en el 356 d. C., en Monte Colzim. 

(SI CONOCES A ALGÚN ANTONIO, HOY PUEDES FELICITARLE)

Hijo de una familia acomodada, se quedó huérfano a los veinte años, vendió todos sus bienes, entregó el dinero a los necesitados y se fue a vivir a una aldea local, durmiendo en una cueva sepulcral y llevando una vida totalmente austera. Se cuenta que en este lugar tuvo varios episodios con demonios, en forma de bestias salvajes, con los que se batió a muerte.

A los 35 años, cruzó el Nilo y se retiró al monte Pispir, donde vivió durante 20 años en total soledad. En esa etapa, se alimentó gracias a la ayuda de las personas que le lanzaban comida por encima del muro de su refugio. Pronto le salió un grupo de discípulos, que se establecieron en cuevas y cabañas cercanas, formando una incipiente colonia de ascetas, que lo tomaron como modelo.

San Antón fue un gran amante de los animales, al que se le representa vestido con su hábito de monje y un cerdo a sus pies.

“San Antón fue un monje cristiano, fundador del movimiento eremítico. Los eremitas eran personas que elegían vivir en soledad, lejos de los vínculos sociales y de los placeres mundanos”

El patrocinio tiene su germen en su etapa de austeridad, cuando, tal y como se cuenta, el eremita encontró la sabiduría en la observación de los animales y halló el amor divino en la contemplación de la naturaleza.

En reconocimiento por ambas revelaciones, San Antonio empezó a bendecir a los animales y las plantas. A su muerte, muchos ganaderos lo tomaron como protector y patrón de sus animales.

Cuenta la leyenda que, en cierta ocasión, se acercó a una jabalina y curó a sus jabatos, que padecían ceguera. La jabalina, agradecida, se quedó junto a San Antón para protegerlo de los animales salvajes. Este es el motivo por el que se le representa con el hábito de monje, una cruz en forma de tau y un cerdo a sus pies.

Con estos antecedentes, se le podría considerar un ecologista, por el gran amor y respeto que mostró hacia la naturaleza y el medio ambiente.

Se cree que San Antón vivió hasta los 105 años, gracias a una frugal alimentación y por compartir su vida con animales de compañía.