TE INVITAMOS A VER ESTE CORTO:
Amarse a uno mismo forma parte de un proceso fundamental en nuestras vidas, que permitirá que podamos amar de una forma más honesta a los demás.
Este proceso dura toda la vida, puesto que son muchas las circunstancias que nos ponen a prueba continuamente: decepciones, frustraciones, errores cometidos, metas no conseguidas, rupturas, desánimo. Hay un sinfín de pruebas diarias a las que nos sometemos, y dejamos que nos influyan en la percepción que tenemos acerca de nuestro valor personal.
¿Dónde estamos situando nuestro valor?
El valor personal no depende de lo que conseguimos o lo que tengamos, depende más bien de la actitud con la que afrontamos cada paso que damos en la vida, para llegar a amarnos de forma incondicional.
Es muy complicado dar lo que no se tiene, y si una persona no se tiene amor hacia sí misma, difícilmente podrá darlo a los demás.
En nuestra cultura, es muy común que demos una gran importancia a lo externo, a lo que sucede a nuestro alrededor para formarnos una impresión acerca de nosotros mismos.
Incluso, el hecho de amarse a sí mismo es muchas veces considerado como un acto egoísta. Esto es una creencia totalmente equivocada, puesto que el amor hacia las demás personas comienza por el de uno mismo, formando a su vez parte del amor universal y el amor hacia la humanidad.
Aceptarse: un acto de compasión
Aceptar lo que somos implica aceptarnos con nuestros defectos, descubriendo nuestras destrezas y límites, habilidades, virtudes y recursos de los que disponemos.
AHORA PUEDES VER ESTE CORTO: