UN AÑO DESPUES DEL POGROMO, Y ¿QUE?
F. Javier Blasco, coronel (r)
7 de octubre de 2024
La RAE define el pogromo como “Masacre -aceptada o promovida por el poder- de judíos y, por extensión, de otros grupos étnicos. Masacre, que en el caso que nos concierne, fue el resultado de una bien calculada, oculta y perfectamente preparada incursión armada por tierra y aire, perpetrada en territorio de Israel por elementos del grupo terrorista palestino Hamás de Gaza y, en la que resultaron unos mil doscientos judíos asesinados y otros doscientos fueron capturados con vida y obligados a irse con ellos; de los que, aproximadamente la mitad, aún no han sido rescatados o se desconoce su paradero.
Hasta el momento, solo hemos conocido y visto hasta la saciedad escenas de guerra, miles de bajas (se estiman en algo más de 40.000, aunque las cifras provienen del nada fiable bando atacado) y mucha desolación tras aquella fugaz, pero certera incursión armada -que, dicho sea de paso, dejó en evidencia a los servicios de inteligencia israelíes por no saberla detectar a tiempo y por su tardanza en la capacidad de reacción-.
En el lado de las estrategias de altura, son sobradamente conocidas las diversas y escalonadas reacciones de Israel para contrarrestar las iniciativas de Irán con las que alimenta la continuidad de la batalla de acoso sobre la población israelí. Acciones, realizadas por sus amamantados grupos afines o proxis (los palestinos de Hamás en Gaza y los chiitas de Hezbollah en partes de Siria y del Líbano, determinados grupos Hutíes en Yemen y otros corpúsculos terroristas diseminados por Irak y Siria) e incluso, mediante iniciativas iraníes a base de misiles y drones de fabricación propia. Incursiones estas últimas, de poco éxito militar gracias a su planteamiento y programación poco reservada, por no decir publicada en directo para no ser demasiado dañina, y a la gran eficacia de los medios de defensa antiaérea propios israelíes o los de sus aliados cercanos en la zona, en Europa y al otro lado del Atlántico.
Israel, de forma calculada, ha sabido ir abriendo y diseccionando el melón en sus cuatro diversos y, más importantes frentes para abatirlos uno a uno, sin enfrentarse en campo abierto. No combaten cuerpo a cuerpo, sino a distancia y con medios muy sofisticados, precisos y potentes que hacen casi imposible no ser un blanco fácilmente abatible para las bombas israelíes (muchas o casi todas de fabricación norteamericana) por mucho que se entierren a varios metros de profundidad y empleen hospitales, escuelas y otros centros sociales como escudos humanos para detraer las ansias del atacante y, por otro lado, para emplearlos como propaganda de barbarie humanitaria, si aquellos no son tenidos en consideración.
Tras dicho ultimo y ciertamente frustrado ataque aéreo iraní de hace unos días, estamos en un momento de pausa para conocer la dirección y entidad de la respuesta israelí sobre Irán. Respuesta, que se producirá cuando termine la actual Navidad judía y/o cuando en las negociaciones bilaterales consigan avances en la continuidad y los necesarios permisos de actuación de los apoyos externos; en especial de EEUU.
Apoyos que, si bien son muy necesarios para la libertada de acción y la capacidad de maniobra de Israel contra Irán, no se solicitan en uno de los mejores momentos porque no está nada claro el resultado de las inminentes elecciones en EEUU, cuál será la línea elegida por el candidato finalmente ganador, la claridad o rotundidad de la misma y el grado de urgencia en adoptarse las medidas finales.
Israel, por distancia a los objetivos y el grado de protección de los mismos, no puede enfrentarse a Irán por sí solo ni destruir todo el sistema e infraestructuras de su programa para el enriquecimiento nuclear ni los depósitos de almacenamiento de dicho combustible.
Por otro lado, las irreparables consecuencias económicas e industriales que acarrearían al mundo tanto la destrucción total o importante de sus infraestructuras para la extracción y el envío de petróleo a occidente como la dificultad para mantener a salvo el paso de los buques por el Estrecho de Ormuz (lugar por donde, obligatoriamente, pasa la mayor parte del petróleo que se consume en el mundo) hacen que estas vías de actuación sean también muy complicadas de adoptar y de nuevo, son las mismas dos viejas bazas las que Irán mantiene en la recamara y vuelve a jugar en espera de que la Comunidad Internacional (CI) no apoye ni permita a Israel que adopte ninguna de las anteriores.
Hace unos días publique un trabajo en esta misma red o publicación en el que auguraba, de nuevo, que “el lobo” no iba a atacar con toda su fuerza y que tanto los unos como los otros jugarán durante bastante tiempo más, a darse varios de esos falsos golpes entre boxeadores enzarzados, quienes aparentando querer hacerse fuerte daño, en realidad, tan solo valen para seguir con el juego o para esperar a que el clarificador tempo, pase y se pueda actuar de otra forma más contundente, si es el caso y las condiciones lo permiten.
El resto de la CI ni está ni se le espera; las pequeñas, aunque resolutivas potencias como Francia, Reino Unido y Alemania parecen estar mas decantadas en favor de su cercana Israel por ser el único país democrático en Oriente Medio y al haber sufrido el ataque en primer lugar, pero es poco lo que pueden hacer realmente. Otras naciones, sin embargo, han tomado el camino erróneo como España y algún país centroeuropeo o nórdico, decantándose en favor de Irán y Palestina directa o indirectamente; actitud, que solo les sirve para ir alejarse de la realidad y soluciones, así como para romper relaciones entre sus otrora amigos.
Rusia y China se encuentran a la espera del desarrollo de los acontecimientos. Mantienen la calma y perfil bajo al ser conscientes y sabedores de que este conflicto desgasta a Occidente, divide o enfrenta a sus miembros y siempre se traducirá en pingues benéficos para ellos, principalmente en el tema del petróleo. Mientras, se les permite mano ancha, por falta de control, medios o tiempo, para actuar en el continente africano donde pueden hacerlo con casi absoluta impunidad.
La ONU está totalmente desnortada; tanto que, su secretario general acaba de ser declarado persona non grata para Israel por el papel jugado por él mismo y la deriva de la organización de dirige. La UE, inexistente en política exterior, asiste como inoperante espectador, una vez más, a magnicidios y guerras cuya solución está muy lejos de su alcance porque no tiene medios ni ganas para actuar.
El mundo árabe está dividido entre ambos bandos, aunque parece que son más los países árabes que están más cercanos a Israel que a Irán por sus teorías antisemitas de tipo militar, político, e incluso por su concepción del chiismo que, aunque algunos compartan y practiquen dicha modalidad religiosa, en varios aspectos cruciales son totalmente contrarios a los suyos propios.
El conflicto de Ucrania, empeorará porque esta guerra irano-israelí tiene pinta de continuar en el tiempo y puede, que hasta en intensidad, lo que obligará a EEUU (principal valedor y apoyo de Zelenski) a detraer esfuerzos y medios de todo tipo para dicha zona; lo que, sin duda, no será nada bueno para el futuro ni el resultado final del conflicto ucranio.
Está claro que este conflicto ha demostrado el muy importante papel que juega la propaganda mal intencionada y dirigida a través de los medios de comunicación (muchos estatales o subvencionados por estos) y las peligrosas redes sociales. La campaña pro palestina está ganando la batalla por amplia goleada y ya son muchos millones de habitantes del mundo los que no recuerdan quien empezó los ataques ni las consecuencias del pogromo que hoy cumple un año.
En definitiva, sin darnos casi cuenta ya ha pasado un año desde aquel pogromo y aunque no lo parezca, las cosas a todos los niveles, y no solo en el regional, se han ido complicando mucho y pueden aún emporar más si se cae en la espiral de la violencia sin freno ya abierta en canal; cosa que parece pueda ocurrir dado que Israel se siente muy herida, atacada y vilipendiada internacionalmente por lo que está dispuesta a emplear todos los medios y estrategias a su alcance, siempre que sientan que su continuidad como Estado aparezca claramente amenazada.
Para los judíos en todo el mundo, este pogromo, salvando las distancias, es el segundo que sufren tras el holocausto de los nazis en Europa durante la II Guerra Mundial y eso, sin duda, son palabras muy duras o mayores.