¿Está Europa herida de muerte?

F. Javier Blasco; Coronel en la Reserva

24 de noviembre 2015

Siendo consciente de que hoy en día los acontecimientos se suceden con una rapidez tremenda y que las cosas que hoy son válidas, mañana ya están obsoletas o no valen para nada, quisiera aportar una serie de relatos, reflexiones y cuestiones sobre los actos terroristas del pasado 13 de noviembre, sus repercusiones, las reales y potenciales reacciones internacionales y lo que puede ocurrir a corto y medio plazo en la lucha de Occidente contra el Estado Islámico (IS).

La entrada del Presidente Hollande para hablar ante las Cámaras, ya anunciaba un inminente ruido de sables

Antecedentes, hechos acaecidos y las correspondientes acciones y reacciones.

Hace unos días publiqué un trabajo titulado ¿Quo Vadis, Europa? en el que trataba de escenificar y cuantificar los problemas que la UE iba a afrontar como consecuencia de la conocida como crisis de los refugiados; en él veíamos que el elevado número de ellos, unos 800.000 en lo que va de año, era muy distante al de las plazas finalmente decididas y cuasi consensuadas a ser admitidas y repartidas (160.000). También se mencionaban los problemas que esto está suponiendo para los principales líderes políticos, sobre todo para aquellos que abanderaron el símbolo de apertura de brazos hacia los refugiados proclamando que eran bienvenidos, que esta era su casa.

Por otro lado, se analizaba el problema que podría suponer el crecimiento de los partidos extremistas, nacionalistas, antisistema e incluso algunos de corte nazi que crecen día a día en medio del descontento con las políticas adoptadas, el escaso control que se ha mantenido sobre esta llagada masiva y sobre todo por la falta de previsión y una legislación más simple y adecuada.

Recuerdo que incluso ya hablábamos de los temores cada más más extendidos por fundados sobre el futuro de los acuerdos de Schengen y que estamos abocados al levantamiento de nuevo de aquellas fronteras que tanto costó y con cuanta alegría, no hace muchos años, pudimos derribar. La posibilidad de que los flujos de emigrantes pudieran ser empleados por algunos terroristas para infiltrarse en Europa disfrazados entre ellos empleando documentaciones falsas era más que posible y probable, lo que seguramente iba a poner en peligro la seguridad de los europeos e incluso atentar contra nuestra integridad.

Han pasado muy pocos días de aquellos folios escritos y en medio del camino, el 13 de noviembre hemos sido testigos de un nuevo capítulo del horror en Europa, un ramillete de atentados yihadistas realizado de forma casi simultánea sobre varios puntos llenó Paris de terror y pánico durante muchas horas y se cobraron 130 vidas. La política y preocupación europea se centró en dichos actos y arrastró con ello toda la atención mundial.

Pronto los hechos y temores se extendieron a varios países vecinos de Francia y las fuerzas y cuerpos de seguridad de todos los países de Europa se movilizaros de manera rápida y sorprendente, en algunos incluso, aparecieron en las calles importantes contingentes de fuerzas armadas que con su presencia, capacidad de control de masas y potencia de fuego dieron una mayor sensación de seguridad, resolución y firmeza de unas autoridades aparentemente desbordadas e incluso, en bastantes casos, un tanto noqueadas ante un enemigo que, siendo poco números, sobrevolaba el terror sobre nuestras ciudades de forma bien patente y muy tangible.

He dicho aparentemente desbordadas, porque la verdad es que, sorprendentemente y en muy pocas horas presenciamos actos y reacciones del Presidente y del Primer Ministro franceses que por su rapidez y precisión apuntaban a un plan casi preconcebido y bien estudiado hasta en el mínimo detalle.

En primer lugar, y a diferencia de lo ocurrido en los atentados de Madrid o de Londres, casi sin mediar autoría alguna, se dio por hecho de inmediato que esta se debía al Estado Islámico (IS, por sus siglas en inglés) desplegado en Iraq y Siria y no Al Qaeda, como había sido a principios de este año y en la misma ciudad; a pesar de que Francia está involucrada en muchas misiones en el Sahel y que sus actuaciones contra el IS, hasta la fecha no eran de una gran importancia sobre todo en Siria sobre la base de unas escasas fuerzas aéreas (seis aviones de asalto Rafale en los emiratos árabes Unidos y otros seis Mirage en Jordania) en comparación con la dirección de las operaciones de los miles de soldados franceses con sus respectivo material que están desplegados en el Sahel.

La segunda “sorpresa” fue la solemne declaración del Presidente, F. Hollande de que el ataque había constituido “un acto de guerra”. Hecho este que le permitía a Francia la invocación, por primera vez en la historia de la Unión, del Articulo 42.7 del Tratado de la Unión Europea (firmado en Maastricht el 7 de febrero de 1992 y que entró en vigor el 1 de noviembre de 1993) que establece: «Si un Estado miembro es objeto de una agresión armada en su territorio, los demás Estados miembros tendrán la obligación de prestarle ayuda y asistencia con todos los medios a su alcance, de conformidad con el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas» pero «sin perjuicio específico de la política de seguridad y defensa de determinados Estados miembro» y sin embargo, no hizo referencia a ninguna de la gran cantidad de legislación de la Unión Europea que se refiere a la lucha contra el terrorismo[1] ni de la cláusula de solidaridad, marcada en el artículo 222 del Tratado de Funcionamiento de la UE que se refiere concretamente a casos de terrorismo y que en su punto 1 se ciñe exclusivamente a apoyos por parte de la Unión en el territorio del demandante.

“La Unión y sus Estados miembros actuarán conjuntamente con espíritu de solidaridad si un Estado miembro es objeto de un ataque terrorista o víctima de una catástrofe natural o de origen humano. La Unión movilizará todos los instrumentos de que disponga, incluidos los medios militares puestos a su disposición por los Estados miembros, para:

    • prevenir la amenaza terrorista en el territorio de los Estados miembros;

    • proteger a las instituciones democráticas y a la población civil de posibles ataques terroristas;

    • prestar asistencia a un Estado miembro en el territorio de éste, a petición de sus autoridades políticas, en caso de ataque terrorista;

    • prestar asistencia a un Estado miembro en el territorio de éste, a petición de sus autoridades políticas, en caso de catástrofe natural o de origen humano”.

En cualquier caso, los países de la UE apoyaron unánimemente la invocación francesa pendientes de que fuera Francia quien especifique los tipos de apoyo que precisa de cada uno de los Estados y dando por entendido que las acciones que se pretendan llevar a cabo se encuentren amparadas por un sólido respaldo internacional en base a una firme y clara Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU).

Paralelamente a esto, se producen una serie de contactos políticos al más alto nivel; el primero de ellos con el Secretario de Estado norteamericano, John Kerry de cuyo encuentro en París de más de una hora solo trascendió que además de la solidaridad nacional de EEUU a Francia, se apoyarían las iniciativas francesas con intercambios de información e inteligencia que puedan favorecer las acciones sobre el IS y se aplazaba otro tipo de apoyos a los resultados de un próximo encuentro con el Presidente Obama para seguir discutiendo el tema, a pesar de los conocidos diferentes puntos de vista entre EEUU y Francia en la solución y los principales actores a intervenir en ella en Siria. La segunda actividad diplomática de calado consistió en una extensa conversación con el Presidente ruso, Vladimir Putin en la que este se comprometió a apoyar y coordinar las acciones militares de represalia sobre el IS desplegado en Siria. Amén de un claro compromiso para un encuentro bilateral entre Presidentes para esta misma semana. Hollande se reunirá en solo cuatro días con D. Cameron (UK), A. Merkel (GER), B. Obama (USA) y Putin (RUS); y se anuncia que en breve también tiene previsto reunirse o enlazar telefónicamente con M. Renzi (ITA) y con Xi Jinping (CHI).

Actuando sin solución de continuidad y paralelamente a la referida intensa actividad diplomática, los esfuerzos conjuntos entre Rusia y Francia (ambos miembros permanentes del CSNU) llevaron en un tiempo record (menos de tres días desde la presentación de su borrador) a la aprobación por unanimidad (20 de noviembre) de una Resolución del Consejo a propuesta de Francia, que con apariencia de ambigüedad por no invocar el Capítulo VII -que proporciona tradicionalmente el marco legal para el empleo de la fuerza-, apunta a que se le concede todo tipo de poderes a los que actúen sobre el IS.

En resumen, dicha Resolución aprueba que se empleen «todas las medidas necesarias» para luchar contra el IS. El texto también propone «redoblar y coordinar» la lucha antiterrorista, expresa la intención de ampliar las sanciones contra individuos y entidades vinculadas con el IS y pide hacer más para detener el flujo de combatientes extranjeros hacia Oriente Medio. Según el Consejo y tras condenar en «los términos más duros» los últimos «horrendos ataques terroristas perpetrados por el IS», se asegura que la organización yihadista «tiene la capacidad y la intención de llevar a cabo más ataques» y representa una «amenaza global y sin precedentes a la paz y seguridad internacionales»[2].

Cuatro días después de los atentados yihadistas de París, Francia con las mencionadas fuerzas aéreas desplazadas permanentemente en la zona cercana lanzó un ataque aéreo contra la capital yihadista de Raqqa, en Siria. Con inusitada rapidez, puso en marcha el desplazamiento, por segunda vez, del portaviones nuclear Charles de Gaulle desde su base en el puerto de Tolón. Este zarpó el jueves 19 hacia el Mediterráneo oriental y el 22 llegó a las proximidades de la zona, lo que le ha permitido a París aumentar en mucho su potencia de fuego de alcance eficaz. "Vamos a golpear lo más duro posible al ISIS y vamos a darles donde más daño hagamos", insistió Hollande en una comparecencia pública junto al primer ministro británico David Cameron en su mencionada entrevista bilateral del día 23. Francia, con este refuerzo aeronaval dispone en el teatro de 38 cazas y ya lleva destruidos en Siria, según información oficial, dos centros de entrenamiento en Raqqa y cuatro puestos de mando. El mismo día 23 se iniciaron los vuelos de reconocimiento y primeras acciones de combate por parte de las nuevas tripulaciones llegadas por mar y se espera que estén plenamente operativos para finales de este mes o principios de diciembre.

Es muy poca la información que se ha dado en medios abiertos de los primeros ataques tras los atentados salvo unas repetidas escenas de bombardeos sobre instalaciones petrolíferas y cisternas de transporte de combustible para su venta y comercio ilegal. Cosa esta que sorprende, dado que siendo hechos de dominio público y fácilmente identificables desde el aíre, no se hubieran efectuado hasta la fecha, al menos con la intensidad, eficiencia y asiduidad requerida por entenderse que este es el principal sistema de financiación que tiene el IS.

Las amenazas yihadistas se han extendido, al menos a dos países vecinos, Bélgica y Alemania, poniendo en jaque sus capacidades policiales y de seguridad, extendiendo el pánico entre sus ciudadanos y mostrando, en algunos casos, la insolvencia y falta de preparación de los gobiernos y de sus cuerpos de seguridad para solventar a tiempo este tipo de amenazas.

Sobre todo en Bélgica que lleva una semana hundida en el caos y la desinformación con prolongados cierres de elementos vitales y necesarios para el desarrollo de la vida cotidiana de sus ciudadanos, como el metro y centros públicos de todo tipo. Lo peor de todo, es la imagen que se ha dado el día 23 de la impotencia para asegurar el total funcionamiento de la Capital europea y del Cuartel General de la OTAN. El IS ha conseguido uno de sus principales objetivos y se lo hemos servido en bandeja al no exigir previamente a un país como Bélgica que, acoge y vive fundamentalmente de las sedes y personal destinado en las instituciones internacionales, que fuera lo suficientemente capaz para asegurar la seguridad de dichas personas y de sus instalaciones de trabajo.

Bélgica es un país sumido en una separación y descoordinación casi total de sus diferentes y complicados sistemas políticos, policiales y servicios de inteligencia debido a determinados problemas de identidad nacional, separatismos, celos profesionales, incompetencias, diferentes ideologías e incluso por el idioma (tiene tres lenguas oficiales: francés, neerlandés y alemán). Fue patética la declaración oficial del fiscal general de Estado en neerlandés y su traducción posterior al francés por un subalterno, en la madrugada del día 23 tras tres día en máximo nivel de alerta para el distrito de Bruselas, todos los locales cerrados y la gente muerta de pánico en sus hogares sin poderse ni asomar a ver lo que pasa en la calle. Y todo para mostrar unos paupérrimos resultados tras días de intensa actividad en la por tantos años conocida y consentida “capital del yihadismo europeo y centro de trapicheo de armas y explosivos de estos terroristas”. Todos sus vecinos recelan de sus capacidades policiales y de manejo de situaciones de crisis. El problema es que aún no saben cuánto durará esta situación.

Volviendo nuestra atención hacia Francia, también debemos resaltar que pude que en un exceso de verborrea o incontinencia informativa, o con toda la grave intención de obtener los apoyos del caso, el Primer Ministro francés, Sr Valls hizo públicas unas declaraciones el pasado día 19 ante la Asamblea francesa cuando se disponía a ampliar en tres meses la declaración del Estado de Emergencia en suelo francés. Según parece, aunque no lo afirmó de forma tajante, puso sobre la mesa la posibilidad de que el IS se encuentre en posesión de Armas Químicas y Biológicas. Puede que solo tratara de volver a emplear la información adelantada por MIL21 el pasado 3 de junio que recogía las declaraciones en Argel del secretario general de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), Ahmet Uzümcü.

Información, que también era denunciada hace unas semanas por las fuerzas kurdas que se enfrentan al IS, al asegurar que varios de sus combatientes habían sufrido los efectos de armas químicas. En cualquier caso, la gravedad del tema y el pánico sembrado por dicho dirigente, sin presentar pruebas de ello o medida alguna adoptada o a implementar, ha sido muy desacertado, contraproducente y otra vez más se ha facilitado en gran medida el objetivo prioritario del IS, la expansión del Terror y el Pánico entre sus opositores como medida de disuasión. Tanto es así, que el domingo 22 el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, contravino a su Primer Ministro y relativizó el riesgo de que Francia sufra un ataque con armas químicas, aunque aseguró que se tomaran las medidas necesarias.

La mencionada entrevista con Cameron tuvo lugar en París el día 23 y al final de la misma el Premier británico declaró[3], “Esta semana presentaré en el Parlamento nuestra estrategia para combatir al ISIS”. “Apoyo firmemente la acción emprendida por [François] Hollande para luchar contra el ISIS y estoy convencido de que Reino Unido debe efectivamente hacer lo mismo”. Dio a entender que la aprobación por unanimidad de la Resolución del CSNU allanará el camino para que su propuesta sea aprobada por el Parlamento en Londres, quien hasta ahora no estaba muy convencido de actuar en territorio siro. Según los cálculos del Gobierno, Reino Unido podría estar bombardeando Siria antes de las vacaciones de Navidad. Ha expresado también su intención de reforzar con París el intercambio de datos entre sus servicios de inteligencia y ha ofrecido a Francia el uso de la base aérea de la RAF (Royal Air Force) en Chipre.

Con estas negociaciones con los británicos, las previas y futuras con los rusos, las decisiones que adopten las otras potencias a ser consultadas, la firme resolución de Francia y la Resolución de la ONU, a nadie le puede caber la menor dudad de que Occidente ha entrado en Guerra con el IS. Aquellos que todavía, sigan tratando de encontrar otras soluciones, no se dan cuenta de la realidad, se equivocan o llegan tarde al turno de ruegos y preguntas.

Camino adelante.

Rusia ha dado un importante paso hacia adelante en su camino hacia la integración internacional, al ser el primero y casi único que ha reaccionado positivamente a las peticiones francesas.

Los países europeos que se han apresurado a parapetarse tras una firme y clara Resolución del CSNU han perdido la excusa para negarse a lo que Francia les solicite, salvo que sus intereses nacionales y/o políticas y procedimientos de apoyo internos se lo impidan. A partir del lunes 23, muchos de ellos se verán en graves aprietos.

Francia ha demostrado que tenían muy bien preparado el plan de actuación en el campo político, de acción policial, reacción militar y sobre todo en el campo de la eficacia diplomática. Lo que puede ser un signo de que estaba preparada para tal eventualidad para no dejar nada al libre albedrio o la improvisación. No ha dado un paso en falso, ha empelado todos los resortes e invocado aquellos artículos que mejor le facilitan sus intenciones y, como ya se ha mencionado, ha puesto en aprietos a los países de la Unión y a muchos de sus dirigentes con la rápida obtención de la Resolución del CSNU.

Las conversaciones de Viena iniciadas hace dos semanas para decidir el futuro político de Siria tomaran un giro importante al poder aunar esfuerzos de Francia y Rusia hasta ahora totalmente enfrentados al respecto del papel y futuro de Bachar Al Assad. La misma Resolución de la ONU puede allanarles el camino a una solución final.

Si Rusia concentra sus esfuerzos en la lucha contra el IS, deberá dejar un tanto de lado sus intensas acciones sobre los llamados rebeldes moderados, quienes eran los que hasta el momento sufrían las peores consecuencias de la eficacia rusa. En todo caso, el Ejército regular sirio podrá atender a esta necesidad al no tener que intensificar sus esfuerzos contra el IS, por hacerlo otras fuerzas.

Es bastante conocido por todos que las capacidades tanto de Francia como de Rusia para mantener un continuo e intenso esfuerzo sobre objetivos del IS son bastante limitadas por sus propios medios, reservas y por el desgaste del material que necesita reposición e importantes tareas de mantenimiento. El IS puede decidir resistir a toda costa aferrándose y escondiéndose en el terreno en espera de que dicha situación llegue para pasar a la contraofensiva.

El papel de EEUU hasta el momento es bastante expectante y sin definir, puede que ello sea como consecuencia del parón de su cesante presidencia o de que estén a la espera que alguien les pida algo tangible, conscientes de que su apoyo pueda tomar un mayor protagonismo y ser el salvador final de la situación.

Mientras se producen los encuentros bilaterales de F. Hollande con los principales dirigentes de la UE y del mundo, todo apunta a que Francia está plenamente decidida a enarbolar la bandera de la lucha contra el terrorismo yihadista y más concretamente, la destrucción del IS en su feudo, incluso quiere ponerse la mayor parte de las medallas por ello. El resto de países no incluidos en la lista de primeros o únicos encuentros bilaterales al más alto nivel, se debaten entre sus problemas internos con políticas de determinado corto o poco alcance y luchando contra determinadas artimañas de las oposiciones para arañar votos ante inminentes o cercanos procesos electorales y/o pérdidas de popularidad de sus respectivos gobiernos o líderes. Muchos tratarán de ocultar, las escasas capacidades de sus materiales de proyección militar tras muchos años de recortes presupuestarios en materia de Defensa y, por último, también los hay que van a aprovechar la situación para poner en valor sus ideas contrarias a la aceptación de refugiados en la UE y traten de sacar réditos reduciendo al máximo sus obligaciones e implicaciones en este proceso.

Algunos esperan que, al igual que ocurre en las misiones de la OTAN o de la UE, sea Francia la que les presente una “shopping list” para ver que líneas de la misma pueden rellenar sin que ello suponga un gran esfuerzo económico o de material y, que por supuesto, no conlleve la posibilidad de las tan temidas bajas en combate contra los temidos terroristas del IS. Pienso que estos se han confundido, ya que Francia nunca ha sido muy partidario de la OTAN, su sistema de mando, control y toma de decisiones así como de la hegemonía norteamericana en la Alianza.

La participación de Rusia y China en operaciones conjuntas con la OTAN solo cabrían en el contexto del Partnership for Peace; pero este sistema aunque muy empleado en la Alianza tiene muchas limitaciones al incidir en la necesidad de las correspondientes autorizaciones para la actuación conjunta y la dificultad/imposibilidad de compartir con determinados países los sistemas de mando, comunicación e información en operaciones de combate real y por los problemas derivados de la estandarización de sus procedimientos y materiales. En cualquier hipotético caso, sería un éxito para Francia haber sido la responsable de atraer finalmente a Rusia a trabajar conjuntamente con la OTAN, objetivo buscado por los rusos para obtener el perdón por sus pecados en Ucrania pero, nunca llevado a la práctica por los problemas expresados y las grandes reticencias americanas.

Francia, aunque aspira a liderar las operaciones militares de la UE, tampoco cree mucho en las capacidades militares de la misma y los planes franceses para esta misión contra el IS han sobrepasado toda la capacidad de padrinazgo y de planeamiento y conducción de la Unión en operaciones reales de cierta envergadura y esta, lo es de mucha.

Por lo tanto, puede que Francia ignore todos aquellos que puede considerar como “peces pequeños”, que simplemente le estorbarían mucho más que ayudarles en la ejecución de una rápida operación de combate, sin remilgos, trabas o restricciones nacionales excesivas (caveats). Sobre todo, si consiguen formar y posiblemente codirigir o dirigir una coalición en la que participen: Francia, EEUU, Reino Unido, Alemania, Rusia, China e Italia a la que fácilmente se podrían unir países como Irán, Líbano, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, incluso Marruecos, algún nórdico y posiblemente Australia.

Sería, una vez que se acabara militarmente con el IS cuando se recurriría a dichos “pececillos” para rellenar las necesarias fuerzas terrestres a ocupar y desplegar en el terreno como Force Protection en misiones de Peace Enforcement o Peace Keeping mientras el país se recupera siguiendo un detallado Plan de reconstrucción física, moral, estructural, económica y política, liderado por la ONU o la propia UE con apoyos del Banco Mundial y el FMI y con mucha mano y dirección francesa.

En cualquier caso y mucho antes de llegar a este punto, todo apunta a que aún queda un importante problema por resolver. Los actuales medios sobre el terreno no son suficientes, no están bien instruidos, su moral es bastante baja y sus dotaciones y equipo dejan bastante que desear. Si se quiere que las operaciones se acorten en el tiempo y sean verdaderamente eficaces, dichos medios deberían ser reforzado con importantes aportaciones de fuerzas especiales entrenadas para el combate en este tipo de situaciones, abundantes medios de helitransporte para darle velocidad a las requeridas operaciones aeromóviles, suficientes mortíferos helicópteros de ataque para hacer salir a los yihadistas de sus madrigueras y para dar protección cercana a los combatientes en tierra, modernas y aplicables medidas de guerra electrónica y suficientes misiles de corto y medio alcance para amentar la potencia del fuego de las operaciones terrestres. Cualquiera con un mínimo de formación en operaciones terrestres y asimétricas sabe que todas estas fuerzas se necesitan, pero siguen sin aparecer en toda declaración de intenciones hasta la fecha. No sé si al final, alguien se decidirá a apórtalos pero, lo que si tengo claro es que sin ellos, la guerra se alargará innecesariamente en el tiempo y puede que llegue a ser la tumba de alguna potencia o coalición, como ya ha ocurrido en escenarios similares. El IS lo sabe y está provocando que esto ocurra o, que por el contrario, deje de ocurrir. En el primer caso, sería muy desfavorable a sus intereses aunque se convertirían en mártires colectivamente y muy beneficioso en el segundo.

Mientras tanto y puede que para un largo tiempo, las escenas y situaciones de pánico se suceden y multipliquen a lo largo y ancho del mundo, son muchos los eventos colectivos que se suspenden, los centros públicos que se desalojan por amenazas incontroladas, decenas los aviones los que han cambiado de ruta, se han visto obligados a retrasar sus despegues o se han cancelado y cada vez es mayor la psicosis personal y colectiva en los lugares y acontecimientos públicos. Las leyes internacionales que regulan estos casos sufrirán restricciones en sus aspiraciones, cada vez será más difícil y complicado viajar, nadie asistirá tranquilo a un acto multitudinario durante mucho tiempo, todo el mundo podrá ser identificado plenamente en cualquier acto de su vida por sencillo que este parezca y un largo etc. que es mejor dejarlo pasar.

La actitud de la afición turca durante el requerido minuto de silencio antes del comienzo de encuentro de futbol amistoso contra Grecia hace unos días, demuestra lo cerca que dicho país se encuentra de su total radicalización. Fruto, posiblemente, del abandono por parte de la UE al cortarle sus aspiraciones y del cambio radical de la política interna llevada a cabo durante años por su Presidente, R. Erdogan. Este problema, no debe pasar desapercibido y se debe estudiar con calma antes de proceder a aplicar las recientes ofertas de la Sra. Merkel sobre sus aspiraciones como país con respecto a Europa. Si se radicaliza aún más, una vez dentro de la Unión o sin necesidad de visados, no quiero pensar en las posibles consecuencias.

El derribo de avión ruso por cazas turcos en la mañana del 24, a falta de comprobar las alegaciones y autorizaciones de una y otra parte, añade un punto de mucha tensión a la situación. La OTAN, indudablemente se verá implicada, se necesitará de una mayor coordinación de los esfuerzos mientras estos sean divergentes y no se debe aprovechar del rio revuelto para sacar la mejor tajada en defensa de los "legítimos" intereses de cada uno y/o en defensa o apoyo de quien le interese particularmente. Puede que este paso acelerado o no, ponga en peligro el inicio de las relaciones de cooperación entre Francia y Rusia.

Los problemas para Europa se encadenan y multiplican.

En cualquier caso, estos acontecimientos y esfuerzos contra el terrorismo del IS no deben dejarnos de apreciar que Europa en su conjunto se encuentra sometida a una de las peores crisis que jamás podía haber imaginado tras la Segunda Guerra Mundial, sobre todo, al borde de haber superado aparentemente una crisis económica. Esta verdadera crisis total europea se sustenta o tiene tres patas:

    • Económica, debido al candente e irresuelto tema de Grecia y el cumplimiento de los déficits presupuestarios. Elemento este que ahora todos justificarán con sus esfuerzos económicos para atender a los refugiados y en la lucha individual y colectiva contra el terrorismo.

    • Política y Moral, con el tema de las fronteras, leyes comunes y el propio acuerdo de Schengen entre otros y aquellos referentes a resolver la acogida, control, reparto, admisión y repatriación de refugiados; será muy difícil ponerlos a todos los miembros de acuerdo. Con Grecia y Reino Unido amenazantes de un abandono de la Unión si no se le satisfacen sus exigencias. Con un aumento de los separatismos, nacionalismos y partidos extremistas y antisistema que no creen en la política de la UE ni ven conveniente que persista su existencia. Con grandes pérdidas en determinados valores morales que han sido eje y pilar del continente y de sus políticas recientes.

    • Militar y de Seguridad común; nunca fuimos una potencia en estos aspectos, pero la concatenación de situaciones desastrosas y muy mal gestionadas puede romper cualquier aspiración en este sentido.

Europa, tras los graves acontecimientos acaecidos en 2015, posiblemente se encuentra tocada de muerte, ha perdido mucho tiempo sin anticiparse a la evolución de los probables acontecimientos aunque estos eran muy patentes y por lo tanto, muy previsibles. No existe autoridad suficiente en sus instituciones y nadie es capaz de imponer de verdad las decisiones adoptadas.

Todo apunta a que la chispa de aquellos a los que veníamos considerando como los líderes al mando del timón europeo se va apagando, que ya no lucen lo suficiente. Los problemas internos de las consideradas potenciales locomotoras europeas son muy grandes y posiblemente, se agravarán aún más con la situación que enfrentamos. Por el contrario, puede que algunos de los que se encontraban casi apagados o en declive lleguen a sacar excelentes réditos de esta situación pero, en todo caso esto será efímero y de poco calado. En definitiva, siento decirlo, pero en mi opinión, será bastante difícil salir de este atolladero.

Compatibilizar una guerra, porque hacia ello vamos de seguro, en Oriente Medio con un sistema de recogida de refugiados de la misma zona no es tarea fácil. Al menos que la victoria total en la primera traiga pareja la solución al segundo de los problemas.

Solo nos queda la esperanza que el Viejo Continente, que ha sido objeto y sujeto de tantos problemas, guerras, pestes, crisis e invasiones siempre ha conseguido salir airoso, pueda, en esta ocasión, hacerlo una vez más. Pero debemos tomar conciencia de que los tiempos corren mucho más que antaño y tenemos que ponernos a la faena cuanto antes.

Dos Lecciones aprendidas.

Sin querer entrar en detalles del cómo y por qué se ha llegado a este punto, dejo a la consideración del lector la veracidad y amplitud de las siguientes lecciones aprendidas. La primera es, “Previamente a adoptar una medida o tratado legal de importancia vital para toda la Unión como los acuerdos para la seguridad de las fronteras, la legislación sobre los refugiados o las medidas de seguridad común, entre otros, se deben poner todos los medios precisos y totalmente necesarios para que estos se lleven a efecto como realmente corresponde y los acuerdos no se tambaleen al menor problema que aparezca”.

La segunda, “Cada vez será más necesario tener pre establecidas hojas de ruta concretas y un abanico de diferentes posibilidades de actuación ante determinados riesgos contra la seguridad nacional individual y colectiva, lo que nos dará la suficiente y rápida capacidad de reacción que este tipo de acciones precisan. El que lo haga así saldrá beneficiado".

[1] dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4574906.pdf

[2] http://www.abc.es/internacional/abci-consejo-seguridad-pide-todos-paises-unan-lucha-contra-estado-islamico-201511210010_noticia.html

[3] http://internacional.elpais.com/internacional/2015/11/23/actualidad/1448266036_852781.html