Breve relación de verdades y mentiras sobre Barranquilla

Octubre de 2008

Mucho se dice sobre Barranquilla, las más de las veces desprevenidamente y sin suficiente reflexión, conocimiento e investigación. Desgraciadamente, demasiadas cosas que se dicen no son ciertas, y las que lo son, ni se mencionan.

Que sus gentes son alegres, espontáneas y abiertas, que fue fundada por ganaderos de Galapa, que fue cuna de la aviación y de mil cosas más. Como la busca de la verdad ha sido un afán del ser humano desde siempre, quiero refutar algunas de estas afirmaciones no pretendiendo tener la razón o decir la última palabra, sino simplemente exponer mi punto de vista apoyándome en hechos reales y constatables y dejar planteadas las cuestiones.

Falso:

1. Barranquilla no fue fundada, entendida la fundación como un acto formal llevado a cabo por conquistadores o colonos en nombre de un monarca y de Dios. Antes de la llegada de Pedro de Heredia a estas tierras (norte del partido de Tierradentro) ya existían poblaciones indígenas, como los indios Kamash. Posteriormente, el sitio fue declarado tierra de libres por la corona española y la gente con libertad de movimiento pudo establecerse allí. El origen de Barranquilla parece ser las actividades económicas surgidas a partir del establecimiento de la hacienda San Nicolás de Nicolás de Barros, encomendero de Galapa, quien había usurpado estas tierras a Ana Ximénez viuda de Santa Cruz, quien las había recibido como herencia de la muerte de su esposo, el capitán Domingo de Santa Cruz, a quien la corona española le había otorgado estas tierras en encomienda.

2. Scadta no fue la primera aerolínea comercial de América, lo fue la Compañía Colombiana de Navegación Aérea (CCNA), fundada en Medellín el 26 de septiembre de 1919. Scadta fue fundada el 10 de diciembre de ese mismo año. La CCNA se disolvió a mediados de 1922.

3. Elías Pellet Buitrago dio inicio a la radio en Colombia, cierto, pero a la comercial (fundó La Voz de Barranquilla HKD en 1929, la cual inició transmisiones el 8 de diciembre de ese año), pues el inicio de ese adelanto ocurrió en Bogotá con la estatal HJN de Bogotá (empezó a transmitir el 5 de septiembre de 1929), primera radiodifusora de Colombia.

4. El fútbol no entró a Colombia en 1904 por Barranquilla traído por Arturo De Castro, como asegura su pariente,  el periodista Chelo de Castro. El primer partido de fútbol documentado en Colombia se llevó a cabo en 1892, durante la presidencia de Miguel Antonio  Caro, quien asistió al partido en Bogotá. Días antes se había publicado el reglamento en la prensa local.

5. El primer vuelo de avión en Colombia no se dio en Barranquilla, sino en Santa Marta el 9 de diciembre de 1912, piloteado por el canadiense George Schmitt, quien voló sobre Barranquilla el 29 de diciembre de 1912.

En cambio, algo cierto que muy poca gente resalta es el tesoro arquitectónico que todavía guarda Barranquilla. La historia arquitectónica de la ciudad se escribe prácticamente en el siglo XX, pero de qué manera. En ella no se encuentran edificaciones del periodo colonial ni de los primeros decenios de la nación independiente y en formación, pero la profusión de estilos que florecieron a partir de finales del siglo XIX le dan un ambiente cosmopolita y sui géneris en Colombia. Ese desarrollo arquitectónico, referencia obligada para los estudiosos de la arquitectura en el país, responde a la condición de ciudad portuaria y punto de entrada a la nación, durante buena parte de los siglos XIX y XX, de inmigrantes de distintas partes del mundo, muchos de los cuales se establecieron en Barranquilla e importaron los estilos arquitectónicos que se encuentran en la ciudad.

Entre los estilos más importantes se encuentran algunos tan disímiles como el neoclásico y el art déco, streamline moderne (llamado en nuestra ciudad, de forma simplista, "art déco", del que es una variante tardía), así como muestras de arquitectura neocolonial, moderna, contemporánea, ultracontemporánea, ecléctica, mudéjar, barroca tardía española (también conocida como estilo ''californiano''), Bauhaus y caribeña (de las Antillas Holandesas), entre otras. En algunos edificios modernos es perceptible la influencia de arquitectos internacionales como el estilo de la Brasilia de Óscar Niemeyer, Le Corbusier, Mies Van der Rohe y Richard Neutra, entre otros, que junto a una preciosa arquitectura residencial, conforman un impresionante fresco arquitectónico y urbano.

Infortunadamente, la arquitectura en Barranquilla se estancó hace décadas. Los tiempos de El Prado y Carrerá están bien refundidos en el pasado, proliferan el mal gusto y los materiales de construcción de pésima calidad. No así en las ciudades donde la arquitectura cambia de acuerdo con los tiempos, es decir, no solo mediante meros edificios, sino integrada con el ser humano, preocupada por el peatón, los niños, los ancianos, en fin, por la gente: con plazas, parques, bibliotecas, ciclorrutas, centros culturales y de recreación. Mientras en Barranquilla aparecen bares por doquier, convirtiéndola en enorme santuario del vicio, en esas ciudades se construyen a diario proyectos para educar a la gente y volverlas más humanas. ¿Qué pasa en Barranquilla? ¿Por qué los gobernantes que elegimos no han introducido a la ciudad en esa corriente?