Campeones de la Serie del Caribe 2022

21 de febrero de 2022

Es tan inverosímil el hecho, que me cuesta escribir estas líneas; segunda vez en la vida que me sucede. Admito, en cabeza de los comentarios, que jamás cruzó por mi mente que un representante de Colombia* pudiese ganar la Serie del Caribe; y con toda seguridad no fui el único, considerando las participaciones previas y la talla y tradición de los rivales. Aun pensaba que, en esta ocasión y por tercera vez consecutiva, el equipo colombiano haría otro espantoso ridículo perdiendo todos los partidos, tal cual acaeció con Vaqueros y Caimanes en las ediciones 2020 y 2021 respectivamente, en las que dichas novenas, participando en calidad de invitados, cumplieron tan deplorable actuación. En esos momentos estaba convencido de que era cuestión de tiempo que la Confederación de Béisbol del Caribe dejara de invitar al campeón de la liga colombiana (convite largamente esperado por el mundillo beisbolero que ¿por fin? se dio en 2020): tan pobres presentaciones hacen dudar a cualquiera de cuán conveniente para el prestigio de un certamen como la Serie del Caribe es invitar equipos que resultan respondiendo con el parto de los montes. Por eso, harto me extrañó que el campeón colombiano fuese convocado en esta oportunidad. Tras los estrepitosos descalabros de 2020 y 2021 quise escribir líneas condenatorias acerca de semejante desastre, pero lo postergaba porque se me metía error de errores que era pedirle peras al olmo esperar triunfos del béisbol profesional colombiano demasiado novel en lides internacionales en competencias renombradas ante equipos de mayor poderío deportivo, tradición y apoyo tanto estatal como de la empresa privada; finalmente, y con soterrada intención, resolví no mencionar nada al respecto por aquello de que si lo nombro le doy importancia**, cuando se imponía justamente lo contrario.  

De vuelta a la realidad, ni siquiera la presencia de grandes ligas activos como Harold Ramírez y Dilson Herrera me hizo sospechar el desenlace de esta Serie. Me sorprende aún más que Colombia derrotó dos veces (una, en la final) al anfitrión, República Dominicana, potencia mundial que contó con figuras consagradas en Grandes Ligas como Robinson Canó. (Aunque recuérdese que en el Clásico Mundial 2017 la selección Colombia estuvo a punto de derrotar a Dominicana). Mi asombro empezó en el primer juego, en el que Colombia resultó vencedora ante Venezuela, otra tradicional potencia beisbolera. Y, como si fuera poco, los managers de los equipos protagonistas de la final fueron barranquilleros: José Mosquera de Colombia, y Luis Urueta de D-o-m-i-n-i-c-a-n-a, quién lo creyera.

Como ya lo he señalado en otros artículos, empleo poco o nada a lo sumo con suprema cautela palabras como «histórico», «sin precedentes», «asombroso», «hazaña» y otras por el estilo, pero en esta ocasión a fe que son menester, y aun más. En realidad se trata de uno de los más grandes éxitos del deporte colombiano, solo comparable con las copas Libertadores obtenidas por Nacional y Caldas, o los giros, vueltas y tour. Realzado por el hecho de que el béisbol no es un deporte popular en este país (solo se practica en el sentido pleno de la expresión en los departamentos costeños al occidente del río Magdalena: Atlántico, Bolívar, Sucre y Córdoba), y que goza de escaso apoyo tanto del Estado como de la empresa privada. Hay que reconocer, sin embargo, el tremendo despliegue que al triunfo le prodigaron los grandes medios de comunicación del interior andino, y que hasta Duque, el presidente inexistente, recibió a Caimanes en el palacio presidencial. Chapeau.

Por lo demás, el mensaje es bien claro: si ese equipo ganó la Serie del Caribe en las condiciones señaladas y sin suficiente apoyo, ¿qué tal si lo hubiera tenido? La mañana siguiente de obtenida la Serie, el periodista José Marenco sostuvo en el radioperiódico de Jorge Cura que estamos ante un logro no solo del béisbol, sino del deporte colombiano; añado: de la sociedad colombiana. Es una señal bien clara de que si nos organizamos y cada quien cumple con su deber, a este país nada le queda grande.


* En la Serie del Caribe compiten los campeones de los países reforzados por los jugadores de los demás equipos de la liga que el manager tiene a bien convocar, por lo que el participante representa a su país.

** Diomedes Díaz, Señor abogado.