La Serie Latinoamericana

8 de febrero de 2014

Me atrevo a decir que Edinson Rentería es ya, tan joven, leyenda viviente del béisbol colombiano gracias a su dedicación al fomento de ese deporte. Se trata de esas personas que siempre han escaseado que hablan poco y hacen mucho, pero sobre todo, que nunca se rinden así las cosas no les salgan siempre del todo bien. La relación de Edinson con el béisbol es todo un apostolado: alguien obstinadamente martillando y machacando sobre lo mismo una y otra vez, tocando puertas, organizando la liga colombiana año tras año con mística inquebrantable, sin que su fe conozca desmayo, alcanzando logros en medio de cualquier cantidad de obstáculos, e, incluso, invirtiendo importantes sumas del patrimonio familiar, características todas que me recuerdan a los verdaderos católicos (ignoro si Edinson lo sea).

Edinson también es de esas personas que siempre se está reinventando y sorprendiendo. Su último acierto fue la organización de la Serie Latinoamericana, que acaba de celebrar su segunda versión con éxito rotundo. Las exigencias de la Confederación de Béisbol del Caribe (comprensibles desde todo punto de vista), y el nulo apoyo estatal para cumplirlas, se constituyeron en un círculo vicioso que impide que el campeón colombiano participe en la prestigiosa y tradicional Serie del Caribe, uno de los sueños no solo de Edinson, sino del béisbol colombiano. Y como a causa de la falta de apoyo estatal la participación en la Serie no se veía cerca, Edinson creó un torneo regional alterno léase bien con el aval de MLB. En él participan los campeones de las ligas “relegadas”: la de Colombia, la de Panamá, la de Nicaragua y la Invernal Veracruzana; y tiene en perspectiva a representantes de Brasil y de Aruba, esto último, movimiento de la mayor audacia y tino. Para redondear la faena, la Asociación Latinoamericana de Béisbol (entidad que organiza el torneo) busca que su campeón participe en la Serie del Caribe, otro movimiento que merece el máximo encomio, y que ha tenido acogida en Juan Francisco Puello, presidente de la Confederación de Béisbol del Caribe, persona que siempre ha abierto las puertas de la Serie del Caribe a Colombia, obviamente con el cumplimiento de un estadio adecuado y el fortalecimiento de la liga, que es lo mínimo que se puede pedir. Ozzie Guillén es otro influyente entusiasta de expandir la Serie del Caribe a países como Colombia y Panamá, aunque, así mismo, están los personajes oscuros de siempre, como el presidente de la liga venezolana, Oscar Prieto Párraga, quien se opone.

Pero Edinson va por más: entre 2008 y 2010, cuando fui webmaster del Team Rentería, le escuché la idea de integrar las ligas colombiana y panameña, algo a lo que los medios de comunicación dieron cubrimiento esta semana. Como puede verse, todas estas acciones responden a un ambicioso y bien diseñado plan para fortalecer el nivel competitivo del béisbol local, a lo que se suman iniciativas con algunos años, como que los peloteros criollos jueguen en los equipos de los hermanos Rentería en las ligas independientes de los Estados Unidos, o recientes, como la liga local que se piensa organizar entre abril y septiembre. Se necesita eso en cualquier causa: alguien visionario, que piense en grande y que sea profundamente comprometido. Y porque lo conozco, no creo que Edinson haya desechado el fenomenal proyecto de expandir la liga colombiana al interior del país, lo cual se constituiría en el máximo logro para impulsar el béisbol en Colombia, algo que se intentó en la temporada 2010-2011, y que malograron lluvias fuera de lo común. Mis respetos a Edinson Rentería y a sus colaboradores, sé que ellos también aportan mucho y que poseen una mística especial.