Apuntes mirmidónicos III

24 de febrero de 2013

Cinco grandes noticias para Barranquilla se dieron esta semana:

1. La restauración de la Intendencia Fluvial

Una noticia ha sacudido a los amantes de la arquitectura y el espacio público en Barranquilla: la restauración del viejo edificio de la Intendencia Fluvial, ubicado en uno de los puntos más neurálgicos y prometedores de la ciudad, a orillas del caño de los Tramposos. El proyecto incluye una plaza-parque en homenaje al río Magdalena con amplias zonas verdes, y contó con el diseño de Katya González. Tanto entusiasmo ha generado el anuncio que el promotor cívico Jaime Cortissoz propuso que, como atractivo turístico, una réplica de un barco de vapor haga paseos por el río. Ver: Un barco de vapor en la Intendencia Fluvial.

2. Gesto de grandeza

El de la constructora bogotana Los Hayuelos es un inédito (y extraño) gesto de grandeza para con Barranquilla, la ciudad más odiada de Colombia: tras una corta negociación con la Alcaldía en la que intervino el padre Víctor Tamayo, obispo auxiliar de Barranquilla, el viernes 22 de febrero la firma andina anunció que no construirá su proyecto inmobiliario en el lote donde se debe extender la plaza de la Paz; eso sí, la compensación tuvo que ser enorme. Esperamos que después de este campanazo de alerta por fin el Gobierno local lleve a cabo el soñado proyecto que hará más ciudad a Barranquilla. Gracias, Hernando Padilla. Ver: Los Hayuelos ya no construirá edificio contiguo a plaza de la Paz.

3. Doble

Como tenía que ser, se impuso la razón y la realidad económica de Barranquilla: la segunda Circunvalación será de doble calzada, no de una, como mezquinamente querían imponer desde el gobierno central. Todo gracias sin duda a la Ministra de Transporte, la cienaguera Cecilia Álvarez-Correa, quien a juzgar por el apellido debe ser descendiente de judíos sefarditas provenientes de las Antillas Holandesas. Ver: Circunvalar de la Prosperidad será en doble calzada

4. Empuje definitivo

Encomiable desde todo punto de vista el espaldarazo de la empresa Bavaria a la recuperación del estratégico parque Tomás Surí Salcedo (como lo hizo en 1978), remodelado conjuntamente con la Gobernación del Atlántico y la Alcaldía de Barranquilla. En total, la inversión se discrimina así: Bavaria, $450 millones, la Alcaldía, $850 millones y la Gobernación $2.100 millones para un gran total de $3.400 millones. Excelente noticia, pues el parque se había convertido en un tenebroso muladar y refugio de drogadictos, ladrones y degenerados de todo tipo.

5. También el estadio de basketball

La remodelación del Surí Salcedo no podía ser completa si no se intervenía el estadio de basketball, que está incorporado al parque: el Secretario de Recreación y Deportes, Joao Herrera, anunció el reemplazo de la cancha de madera por una moderna estructura sintética de acrílico. Además, se remodelará el techo y se instalarán tableros. Sinceramente, es una magnífica noticia, ojalá este escenario reviva y deje de ser utilizado para lo que no es… Señor Secretario: por favor, siga ahora con el coliseo cubierto y con el estadio de béisbol, y granjéese un lugar en la historia deportiva de Barranquilla.

La avenida del Río

Tuve la oportunidad de conocer la avenida del Río el sábado 23 de febrero con César Araújo, su hijo del mismo nombre y mi hija. A pesar de no estar terminada del todo, me pareció una obra que realmente le hacía falta a una ciudad como Barranquilla y que promete pero muchísimo. El acceso, sin embargo, es tenebroso, ojalá construyan rápido la glorieta de la calle 6 con carrera 46 y reubiquen a los habitantes de la zona (el desalojo del espeluznante barrio Las Colmenas se terminó el 13 de febrero). Que la haya conocido a pocos meses de haber sido inaugurada, cuando todavía se ve solitaria, inmaculada y solo le faltan algunos retoques, enriquece mi acervo personal de recuerdos, cuando esté viejo me sentiré "pionero".

Tarifa mínima

Esta semana, un estudio contratado por Movilidad Distrital y llevado a cabo por la firma Banca de Inversión y Asesorías Financieras, Bonus, demostró, con base en la ley, algo que siempre les he controvertido a los taxistas y que nunca me pudieron explicar: que no tiene explicación que la carrera mínima ($4.600) en Barranquilla sea más costosa que en Bogotá ($4.300) o Medellín ($4.400) y, peor aún, que de facto, el costo de la carrera mínima sea mil y hasta dos mil pesos más cara de lo que estipula el tránsito: desde hace varios años, $5.000, $6.000 y hasta $7.000 pesos cobran los taxistas por el bendito trayecto mínimo de 3,5 km. Me huele que este será el principio del fin del abuso que los taxistas atribuyen a la rapacidad de los dueños de los taxis.


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