TEXTOS DE L'ART GÒTIC

EL ARTE GÓTICO

El problema de la bóveda ojival

El arte gótico de las grandes catedrales opone, en efecto, formas nuevas a. las tradiciones románicas. Los dos estilos se distinguen fácilmente y expresan un espíritu y una ética muy diferentes. No es posible definir el arte gótico por sus elementos arquitectónicos característicos:

- el arco ojival, es decir, el arco apuntado, utilizado en las ventanas y en los perfiles de las bóvedas. Estos perfiles ya eran muy variados en la. última. época del románico y, en algunos casos, apuntados. El arte gótico, por su parte, llegó a utilizar, al final al menos, formas mucho más complejas que la simple ojiva;

- la ojival. La. bóveda de aristas, formada por la penetración de dos bóvedas de ejes perpendiculares, deja aparecer aristas diagonales. La crucería ojival está formada por los nervios salíentes de esta. bóveda de aristas, nervios que se cortan en 1a clave de bóveda.

Las teorías clásicas afirmaban, y afirman aún (Viollet-Ie-Duc, R. de Lasteyrie, C. Enlart, M. Aubert), que en esta crucería ojival reside la. esencia del arte gótico: construida en primer lugar, soportaría todo el peso de la bóveda, canalizando de alguna forma su empuje hacia los cuatro ángulos de la superficie interior de la bóveda (intradós). En estos bien definidos puntos, pueden levantarse grandes pilares y contrafuertes, y en el intervalo existente entre los pilares, donde el empuje sería mínimo, podrían abrirse amplios ventanales que permitiesen iluminar ampliamente el interior del edificio. Además, la crucería ojival, armazón de catedral, posibilitaría la construcción de bóvedas mucho más audaces que las románicas. Esta teoría, que hace depender el aspecto general del edificio y la nueva estética del arte gótico de una técnica específica., ha sido combatida., desde 1934, por P. Abraham, quien afirma que la crucería no tiene valor funcional alguno. P. Abraham destaca que:

    • la sección de los nervios no es proporcional a las dimensiones y al peso de las bóvedas, cosa que debiera suceder si los nervios tuviesen que “soportar” la bóveda. En realidad, su sección es a menudo la misma para el ıntradós de 20 m² de una nave lateral que para el de 200 m² de un crucero;

    • con el paso del tiempo se han visto aparecer pequeños espacios vacíos (junturas) entre las diferentes piedras de la. crucería ojival. Es decir, los nervios no sólo no la bóveda, sino que ni siquiera se sostienen por sus propios medios: están fijados a la bóveda.

De esta forma, el autor sólo concede importancia a la “penetración” de las bóvedas y, en consecuencia, a la bóveda de aristas, perfectamente conocida ya por los constructores de la época románica. En ese caso, la crucería ojival no es más que un elemento decorativa y como tal es considerado: «No son las técnicas las que condicionan el arte, sino el arte el que somete las técnicas».

No está en absoluto demostrado que los hombres de la época concibiesen la crucería saliente como algo distinto a un hallazgo estético particularmente feliz. La posterior multiplicación de los nervios, perfectamente inútil, no obedece más que a la evolución del gusto. Por otra parte, y a partir de los trabajos de P. du Colombier, puede afirmarse que el albañil de la época no era un «arquitecto», un geómetra capaz o deseoso de calcular fuerzas y empujes. Por el contrario, sabemos que trabajaba de forma empírica, carente incluso de planos a escala. Este empirismo explica la necesidad de modificar los proyectos iniciales, de añadir soportes y contrafuertes, de reforzar las bóvedas inseguras. Estos procedimientos difícilmente concuerdan con la. idea de un “racionalismo”; los artesanos de la época gótica no supieron prever catástrofes como el hundimiento del coro de Beauvais.

Características del arte gótico

Más que por sus técnicas arquitectónicas o por sus elementos decorativos, el arte gótico se define por una nueva concepción que corresponde a las peculıares circunstancias históricas en que se desarrolla la creación artística. Se trata, en efecto, de:

-un arte propio del norte, que en un primer momento sólo se impuso en el dominio real; posteriormente, desde Saint-Denis, Chartres y las catedrales de la Île de France, se extendió por las provincias del norte de Francia y sólo bastante más tarde, y muy lentamente, por las del Mediodía, donde adoptó modulaciones regionales. muy distintivas. Este arte reanuda las tradiciones del románico nórdico, de las grandes iglesias monumentales en que las vastas y bien iluminadas naves estaban Cubiertas por techos de madera, mucho más ligeros que las bóvedas de piedra. Las altas torres de las fachadas eran también una. herencia de estas iglesias postcarolingias, y luego románicas, del norte. Muy a menudo, en Normandía, las primeras manifestaciones del gótico aparecieron al reemplazar los techos de madera, repetidamente destruidos por incendios, por bóvedas de piedra con arcos cruzados;

-un arte real, en un momento en que se consolidó el prestigio de la monarquía y se completó la unificación territorial de Francia. En cierra medida, los progresos del arte gótico fueron a remolque de los de la administración real, de modo que el arte de la Île de France acabó por imponerse al de provincias. En cualquier caso, y al menos en lo que a edificios religiosos concierne, el arte francés presentaba Cierta unidad de concepción y estilo frente a la extraordinaria. variedad de formas del arte románico, arte de los principados feudales.

Por otra parte, desde mediados del siglo XIII, el arte parisiense (en la Sainte-Chapelle, por ejemplo) anunció un desplazamiento hacia formas más definidas, las de las cortes principescas.

-un arte urbano que correspondía al gran florecimiento de las ciudades, centros de la vida económica, de la riqueza, de la actividad espiritual y artística. Fue la era de las grandes catedrales y, posteriormente, de los conventos de los dominios o de los franciscanos. Construidas bajo la dirección del obispo y de la fábrica -u obra- controlada por laicos, grandes comerciantes especialmente, las catedrales simbolizan la buena marcha de las ciudades. Las catedrales exigían de todos un esfuerzo financiero considerable y ocupaban, en la vida social, un lugar de primer orden, algunos de cuyos aspectos han sido frecuentemente omitidos. La catedral no era sólo un lugar dedicado al culto. Tampoco se limitaba a acoger a los habitantes de la vecindad a la hora de la misa o de las diversas oraciones. Acogía, además, a las masas que acudían a escuchar los sermones o los Coros, a admirar las procesiones y' las danzas litúrgicas en las que se desplegaban en todo su lujo hábitos y ornamentos. La muchedumbre participaba también en las grandes fiestas solemnes, a veces burlescas, asistía a las primeras representaciones de los dramas religiosos -los misterios-, cuya escenificación se desplazó del interior de la catedral a la explanada exterior. Es decir, la catedral podía acoger a toda la población de la ciudad, y aún más. Como en otro tiempo lo hicieran los temples, el foro, los teatros e incluso el circo, permitía a la ciudad afirmar su y prestigio sobre las tierras vecinas. Fue, en definitiva, uno de los elementos primordiales de esta civilización urbana, otra vez floreciente.

Desde esta perspectiva, la catedral puede definirse como manifestación de un arte burgués que traduce la mentalidad y aspiraciones de un nuevo medio social. Por excesivo que pueda parecer relacionar todas las características del arte a esta. clientela urbana, es innegable que la ética gótica. es un exponente inequívoca de una nueva espiritualidad. A ella remiten el impulsa hacía lo alto de los (audaces naves, flechas, pináculos, esbeltas ventanas), la búsqueda de la luz, luz casi siempre gracias a las vidrieras de color con que se cierran todos los ventanales (en Chartres, vanos con una superficie total de 2600 m²). La catedral se convierte en 1a imagen tangible de la Jerusalén celeste, «construida con piedras preciosas, transparente como el cristal», aquella deslumbrante y victoriosa imagen de! himno del Apocalipsis.

Las etapas del arte gótico (hasta 1300 aprox.)

A la abadía de Saint-Denis, construida por Suger pero modificada luego repetidas veces, le sucedieron, a partir de 1150 aproximadamente, las primeras catedrales góticas de la Île de France: Sens, construida. entre 1140 y 1164, bajo la dirección de su arzobispo Enrique, Noyon (1155), Senlis (cuyo se construyó entre los años 1153-1180), Laon (entre 1160 y 1220, aproximadamente), Notre Dame de París (cuyo coro fue construido entre 1163-1182) y Soissons (cuyo coro data. de 1177-1207). Todas ellas pertenecen a lo que hoy llamamos, con frecuencia, gótico primitivo.

Más adelante, el arte de las grandes catedrales se vio encauzado hacia un perfeccionamiento o, en todo caso, hacia un equilibrio, gracias a la construcción de tres iglesias tipo, cuya influencia fue considerable:

-Amiens: incendiada en 1218, y cuya nave fue construida entre 1220 y 1236, no tuvo coro hasta 1269.

Esta última iglesia puede considerarse, sin duda alguna, como el del arte gótic clásico, una obra maestra de equilibrio y armonía.

En esta misma época, o poco después, se consolidó el arte gótico parisiense, más ornamental, que comportaba un cierto preciosismo, por lo que ha sido frecuentemente calificado de florida. Esto puede verse en la Capilla de la Virgen y en el refectorio de Saint-Germain-des-Prés, en las capillas laterales y en los dos últimos travesaños del crucero de Notre Dame, en la Sainte-Chapelle, capilla palatina y relicario de la santa espina (1245-1248). El coro de la catedral de Beauvaís (incendiado en 1225), construido en 1278 y, derrumbado en 1284, se procedió otra vez a su reconstrucción, que finalizó en 1324. Las iglesias de Picardía y de Champaña. (Saint-Urbain de Troyes) se inspiraron directamente en estos modelos franceses o parisienses. La catedral de Brujas (1209-1270), a pesar de manifestar muy claramente la influencia de París, sin embargo pone de relieve cierto apego a formas más antiguas y a una mayor variedad de decoraciones arquitectónicas.

En resumen, esta evolución del arte gótico, desde su fase primitiva hasta su momento de máximo esplendor (gótico florida), estuvo caracterizada por:

-la reducción de la anchura del crucero a la del conjunto de las naves; la mayor profundidad del coro; la multiplicación de capillas radiales en la girola (5 en Chartres, 7 en Amíens, 13 en Le Mans);

-la progresiva elevación de las bóvedas: 32 metros en París, 37 en Chartres, 42 en Amiens, 48 en Beauvais; reforzamientodel impulso ascensional propio del gótico, mediante arbotantes separados de los muros, lo cual proporcionaba al conjunto un aspecto de ingravidez, y con frecuencia de dos plantas;

-la multiplicación de vanos y vidrieras. En Noyon y Laon, la altura. interior se distribuye en cuatro niveles: grandes arcadas, tribuna, triforio y altas ventanas. Poca después son ya sólo tres y, a. partir de 1250 aproximadamente, el triforio queda reducida a una estrecha. galería que apenas separa las grandes arcadas de los altos ventanales (en Beauvais, por ejemplo);

-enriquecimiento de la. fachada, sobre cuyo pórtico destacan gabletes triangulares y grandes rosetones calados (de ahí la denominación de gótico florido), así como una o dos galerías de estatuas.

La ornamentación escultórica, especialmente la de las fachadas, también evolucionó:

-Por una parte, por la que se refiere a la concepción misma de la decoración. Las primeras catedrales góticas continuaran con la tradición del románico y presentaban siempre los tímpanos de los pórticos decorados con importantes escenas religiosas esculpidas: el juicio Final o escenas de la vida de la Virgen. Todas estas composiciones escultóricas se colocan según un programa previo: escenas del Antiguo Testamento en la fachada lateral norte, del Nuevo Testamento en la orientada al sur y momentos de la vida de la Virgen en la, fachada principal, al Oeste. Sin embargo, en Reims prevaleció otra. Concepción decorativa. En ella, se prescindió de los timpanos esculpidos en favor de la decoración de gabletes y jambas; a ambos lados de la. puerta pueden verse las grandes estatuas alegóricas que ligeramente sus cuerpos unas hacía otras.

-Por otra parte, por lo que se refiere a 1a elección de temas y a su interpretación. Durante largo tiempo, las esculturas dan testimonio de un cierto idealismo, de un rechazo de lo pintoresco, de las fantasías y exuberancias. Tratan de simbolizar arquetipos más que retratos: el rey, el profeta... Su intención no es conmover sino enseñar y convencer; en realidad, presentan verdaderos compendios del saber humano, acertadas lecciones sobre el dogma cristiano. Los temas profanos (calendarios, monstruos y animales] desaparecen de los medallones del basamento o de las parte elevadas (balaustradas y gárgolas). Por el contrario, entre 1260 y 1280 aproximadamente, el aspecto humano de las esculturas adquirió relevancia. Se opone a la de Cristo rey, la Cristo de los dolores. La. Crucifixión se esculpe en. las fachadas (en Reims, en 1285). La iconografia cristiana, bajo la influencia bizantina, se enriqueció con temas nuevos, imágenes pintorescas y anecdóticas, procedentes en su mayoría de las leyenda; Orientales y de los evangelios apócrifos. El franciscanismo favoreció esta evolución. En esta misma época, se agudizó todavía más el Culto a la Virgen, avivado ya por los cistercienses y los sermones de san Bernardo: escenas de la Anunciación y de la Visitación, vidas de santa Ana y san Joaquín, matrimonio y coronación.

Jacques Heers. Historia de la Edad Media. Ed. Labor, Barcelona 1ª ed. 1986. ISBN: 84-335-1087-0. 464 p. P. 168-173.

    • -Chartres: destruida por el incendio de 1194, a excepción de la fachada oeste. La nave y el coro fueron concluidos en 1220 y la. iglesia fue consagrada en 1260.

    • -Reims: incendiada en 1210, vio su coro en 1240 y 1a nave hacía 1310.