Layetana abajo
Layetana abajo
Do Sol
Te acostumbraste hace ya tiempo Do
a las durezas en su piel,
Sol
a su caricia algo tosca
Do
y a complacerle en silencio.
Y en silencio él se llevaba la rutina
envuelta en un papel,
para almorzar en silencio
entre toberas de fuel.
Te acostumbraste a ver llegar
anochecido a un hombre gris,
grasiento bajo las uñas
y óxidos en el aliento.
A quitarle importancia a su lamento,
"no grites Luís",
tuvimos tiempos peores
cuando llegamos aquí.
Fa Sol
Y hace tres días que no
Do
aparece, Fa
qué le ha podido pasar,
Do
no tardó tanto otras veces.
Fa Sol
Lo presentías, quizá el
Do-Lam
trabajo. Sol
Coge tu carné,
Fa
tu dinero y ve
Do
Layetana abajo.
Te acostumbraste a hacer con su dinero
de tripas corazón,
improvisando milagros
para acabar la semana.
Por un arroz una mañana,
tragando escoria y fundición;
por un carrito de niño,
lo que usted quiera patrón.
Te acostumbraste a acariciar la vida,
por el envés,
para agachar la cabeza
sin demasiadas preguntas.
Para aceptar que tú eres tú
y que nunca serás usted,
usted te paga las horas
y tú le abrigas los pies.
Y hace tres días que no aparece,
qué le ha podido pasar,
no tardó tanto otras veces.
Lo presentías, quizá el trabajo.
Coge tu carné,
tu dinero y ve
Layetana abajo.
Coge tu carné,
tu dinero y ve
Layetana abajo.