Trinidad

TRINIDAD una ciudad en el siglo XVI

Es fácil darse cuenta de por qué Trinidad es “la ciudad museo de Cuba”. Meticulosamente preservada, ofrece una ventana al pasado, con extensos palacios y plazas coloniales, vestigios de ingenios o trapiches de caña de azúcar y barracas de esclavos de épocas pasadas. Admire la arquitectura colonial española, recorriendo las pintorescas calles empedradas de esta ciudad, ideales para paseos a pie.

Trinidad fue fundada en 1514 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988. Muchos de sus impresionantes edificios , incluyendo el Museo Histórico Municipal y el Museo de Arquitectura Trinitaria, se sitúan alrededor de la Plaza Mayor de Trinidad. Asegúrese de reservar tiempo para explorar el Valle de los Ingenios y ver las ruinas de decenas de trapiches del siglo XIX localizados en las afueras de la ciudad.

La ubicación idónea de Trinidad, entre exuberantes montañas y la radiante línea costera, ofrece abundancia de atractivos naturales. Escale las montañas de la cercana Sierra del Escambray, refrésquese en la inmaculada Playa de Ancón o vaya a pescar róbalos en el cercano Embalse Zaza.

MUSEO ROMÁNTICO

Este museo se encuentra ubicado en una de las casas, más bien palacios, más hermosos de Cuba. Se trata del Palacete del Conde Brunet, un criollo muy rico que terminó de construir el edificio en 1808. Éste tiene dos plantas pintado con los colores del Caribe y está emplazado en el centro antiguo de la ciudad de Trinidad. De por sí el museo es una preciosidad arquitectónica, pero dentro encontramos una gran y valiosa colección de objetos pertenecientes a la cultura de la región del siglo XIX.

El Museo Romántico fue inaugurado en 1973 y fue el primer museo de la villa, pero hoy es uno de los más visitados en toda Cuba. Tiene 14 salas donde se exhiben muchas obras de artes decorativas y además vajilla, muebles antiguos, platería, porcelana, lencerías hermosas y demás objetos que marcan el lujo de una clase y una época. Los muebles son realmente hermosos, son muestra de la labor artesanal de los mejores ebanistas de Trinidad y provienen de las colecciones de otras familias ricas de la zona

En Trinidad, provincia de Sancti Spiritus está el Museo de la Torre Manaca. Se trata de una construcción antigua que mandó a construir Don Pedro Iznaga como centro de su enorme y rica hacienda en el medio del Valle de San Luis. El dinero provenía del tráfico de esclavos y con él entonces elevó una alta torre de 44 metros de altura y 184 escalones, se supone que alrededor de la década del ’20 o ’40 del siglo XIX.

Desde esta torre, símbolo de su poder, observaba con cuidado y mucha atención a los esclavos que, naturalmente, solo pensaban en escapar. La, para muchos, maldita torre es una construcción de estilo vernáculo industrial y a pesar de contrastar con la geografía del lugar con el correr de los años se ha convertido en símbolo de la región. Es la única torre así que existe en Cuba y desde allí arriba se tiene una bonita vista de toda Trinidad.