Rasputín

El palacio Yusupov en Rusia,

y el asesinato de Rasputín

El Palacio Yusupovsky ubicado en el malecón del río Moika, es uno de los monumentos del clasicismo más hermosos en San Petersburgo. Fue propiedad del príncipe N. B. Yusupov, uno de los hombres más acaudalados en Rusia.

Se conserva su construcción original del siglo XIX y comienzos del XX. Los enseres, muebles y la decoración de las salas asombran por su esplendor: pintura mural, esculturas, espejos, lámparas, Los Yusupov reunieron en su palacio una gran colección de arte, la que actualmente se exhibe de modo parcial en el museo que alberga el palacio.

El Palacio atrae no sólo por su peculiaridad arquitectónica, sino por los acontecimientos que tuvieron lugar dentro de sus muros. Sus últimos ocupantes fueron el zar Nicolás II, la zarina Alexandra Feodorovna y sus hijos.

Allí se alojaba también Grigori Yefimovich Rasputín, un hombre habilidoso, de alta estatura y extraordinario orador, de aspecto tosco y hasta grosero a veces, pero de una personalidad abrumadora, que había ganado el favor de la familia imperial por haber conseguido lo que los médicos no pudieron lograr: mejorar la salud del hijo de los zares, enfermo de hemofilia.Se le apodaba ya “el monje loco” y la zarina lo consideraba un ser “santo”. Se dice que durante años era él quien gobernaba en Rusia, aunque no fuera de modo oficial.

Semejante influencia no podía ser tolerada por los miembros de la familia, por lo que decidieron eliminarlo . Fue aquí,donde los cómplices encabezados por Félix Yusupov mataron al favorito de la familia real, Gregory Rasputin.De acuerdo al relato del propio príncipe Yusopov, de cuya veracidad se desconfía, el 29 de Diciembre de 1916, mientras sus cómplices esperaban arriba, Yusopov invitó a Rasputín a una cena preparada en el sótano. Los alimentos y el vino contenían suficiente cianuro, como para matar a varias personas. Pero el tiempo corría y Rasputín no comía ni bebía. Al fin empezó a tomar vino y a devorar la comida fuertemente envenenada, y sin embargo apenas se veía debilitado.Entonces Yusopov tomó su arma y le disparó. Al oír los disparos, los cómplices corrieron al sótano e igualmente dispararon sobre Rasputín, el que a pesar de ello una y otra vez trataba de levantarse. Le propinaron golpes en la cabeza, lo envolvieron en una alfombra y lo arrojaron al río.A pesar de este recuento, una autopsia posterior reveló que no murió envenenado ni a causa de los disparos o golpes, sino de hipotermia.

En el mismo sótano ahora se encuentra la exposición “Gregory Rasputin: páginas de vida y muerte”, en la que se exhiben entre otros objetos las figuras de cera representando los participantes de estos acontecimientos.En 1918, después de la Revolución de Octubre, el Palacio Yusupovsky fue confiscado y parte de las obras de arte fueron subastadas en el extranjero, mientras que otra parte fue entregada al Museo Ermitage para su exhibición. En 1958 los interiores del palacio fueron dañados por un incendio y las obras de restauración duraron mucho tiempo. Terminadas éstas, el palacio se encuentra de nuevo abierto al público.

Información de Wikipedia:

Los conspiradores

Félix Yusúpov

Este joven noble ruso y escritor de 29 años fue el líder principal de la conspiración. Estaba casado en segundas nupcias con la princesaIrina Alexándrovna Románova. Rasputín quería conocerla dadas la belleza y riquezas que poseía. Tras un breve discurso de Vladímir Purishkévich acerca de los peligros que representaba la influencia de Rasputín en la corte decidió matarlo.

Según la leyenda, era homosexual y se sentía atraído hacia Rasputín.

Demetrio Románov

Demetrio Románov era Gran Duque de Rusia y primo del Zar. Fue el segundo cabecilla del plan. Estaba convencido del peligro que representaba el místico en la corte rusa de la cual formaba parte.

Figuras de cera de Félix Yusúpov y Grigori Rasputin. Palacio Moika en San Petersburgo.

Vladímir Purishkévich

Purishkévich era un importante político. Animó a Yusúpov a participar en el asesinato gracias a una alocución sobre la temible influencia de Rasputín en el zar. Participó en el asesinato de Rasputín tratando de salvar la monarquía. A pesar de ello, la monarquía cayó fruto de la Revolución de Febrero de 1917.

Otros conspiradores

Aunque se desconoce quiénes colaboraron exactamente en el asesinato, sí se sabe que colaboró un oficial llamado Iván Sujotin y el grupo médico del ejército Lazavert.

        • Félix Yusúpov y su mujer, Irina Aleksándrovna Románova
        • Dmitri Pávlovich Románov
        • Vladímir Purishkévich

El plan para atraer a Rasputín a palacio

Yusúpov acordó con los demás conspiradores que el 29 de diciembre de ese mismo año (1916) Rasputín sería asesinado. Decidieron matarlo en el palacio de Yusúpov, el palacio Moika en Petrogrado. Poco antes de su muerte, Rasputín escribió a la zarina diciendo que esperaba una muerte violenta, probablemente por parte de la nobleza. Y aseguraba que si él moría, los zares harían lo mismo en dos años. Esto, en parte, fue cierto, pues el zarismo cayó dos años después con la revolución bolchevique.

El hecho de que Rasputín esperase su muerte como un asesinato por parte de las personas más importantes del país hacía que fuese importante un buen argumento para que acudiese a palacio.

El papel de Irina

La princesa Irina era muy codiciada por Rasputín. Este no la conocía en persona, pero sabía de su belleza y de sus amplias riquezas. Esta princesa estaba casada con Yusúpov, el cual era conocedor de los sentimientos del místico hacia su mujer, por lo que ella sería un perfecto señuelo. Irina no estaba en el palacio Moika el día del asesinato (ni siquiera estaba en Rusia), pero Yusúpov haría creer a Rasputín que la princesa se hallaba con él en palacio.

Yusúpov invitó a Rasputín a una fiesta en su palacio para que conociese a Irina. Este aceptó sin pensarlo y fue al palacio, donde estaban los que serían sus asesinos.

Palacio Yusúpovski en el río Moika.

Envenenamiento

Aunque hay diversas dudas y lagunas sobre la muerte de Rasputín una vez llegó a palacio, las fuentes dicen que todo sucedió de esta manera.

Yusúpov hizo un enorme banquete de pastas y vino en los sótanos del palacio. Pero todo ello tenía un veneno muy potente: cianuro. Estaba en dosis más que letales para matar a un hombre. Rasputín no paraba de preguntar por Irina al llegar al Palacio Moika, recibiendo por respuesta de parte de Yusúpov que estaba retocándose. El conspirador ofreció varias copas de vino (sin envenenar) al místico, para luego darle las pastas envenenadas. Rasputín experimentó una leve reacción, pero luego siguió comiendo tan tranquilamente.

El cambio de plan

Rasputín, en vez de encontrarse cada vez peor, cogió una guitarra y tocó y cantó temas del folclore ruso. Yusúpov tuvo que estar una hora haciendo lo mismo que él para disimular. Al final, el conspirador dijo que subía para "hablar con Irina". En realidad, fue a hablar con Purishkévich, que estaba en el piso de arriba. Yusúpov estaba completamente desesperado y pensó en abortar el plan. Empezó a creer que Rasputín era inmortal, como decían muchos mitos rusos. Pero Purishkévich le animó para que le disparase con su pistola por la espalda, sabiendo que no habría otra oportunidad.

Disparos

Yusúpov baja al sótano con su pistola Browning y dispara varias veces a Rasputín mientras miraba un crucifijo de plata. Rasputín cae en teoría muerto. Piensan llevar el cadáver a su casa, para aparentar que el asesinato ocurrió allí. Yusúpov, que anteriormente se había ido del sótano, vuelve allí y examina el "cadáver". En ese momento, Rasputín agarra muy fuerte del hombro y maldice a Yusúpov, que llama gritando a Purishkévich. Este espera, con el arma cargada, a que Rasputín salga corriendo por la puerta del sótano para acribillarle a balazos. Pero el místico se escapa por otra puerta que da al patio y corre para salvar su vida por la nieve. Purishkévich se da cuenta y le dispara tres veces. Dos de ellos fallan, pero un tercero le da en el hombro, haciendo que se gire y, finalmente, caiga. Purishkévich le remata de un tiro en la cabeza.

El final de Rasputín

Velan el supuesto cadáver hasta las cinco de la mañana. Convencidos de que ha muerto, deciden tirarle a un agujero en el hielo del congelado río Neva, situado al lado del palacio, desde el puente Bolshoi Petrovsky. Cuando se encuentra el cadáver y se realiza la autopsia, se descubren las verdaderas causas de la muerte: Rasputín murió por ahogamiento en el Neva. Ni el veneno ni los letales disparos pudieron con él.

Rasputín con agujeros de bala.

Otras teorías

Según investigaciones recientes, el Servicio Secreto Británico se implicó en el homicidio y un agente llamado John Scale ordenó a otro llamado Oswald Rayner que participara directamente en el asesinato.

Destino final de los conspiradores

En San Petersburgo se produjo un gran revuelo por la muerte de Rasputín. Hubo muchas diferencias de opinión respecto al místico. Yusúpov fue desterrado y pudo volver a Rusia un año después, durante la Revolución rusa. Pero con la victoria soviética y la persecución contra los Románov le hizo volver a exiliarse. Yusúpov fue un buen escritor, y uno de sus libros se titula El fin de Rasputín.

Románov también fue desterrado, primero a la frontera de Persia y luego a Europa Occidental, por la ya mencionada persecución contra los Románov. Purishkévich tuvo suerte y no fue desterrado. Se opuso firmemente a los soviéticos tras la revolución y fue condenado a once meses de obras públicas.