Churchill park
El Churchill Parken suele ser una de las zonas más concurridas de la capital deDinamarca. La culpable es la mítica Sirenita, aunque como bien sabéis, durante nuestroviaje a Copenhague la célebre estatua se encontraba en Shanghai. Por este motivo no había tanta gente y pudimos pasear por el parque con total tranquilidad.
Sinceramente el Churchill Parken me gustó. Se trata de uno de los pulmones verdes más impresionantes de Copenhague, y además está muy surtido de monumentos y lugares de interés.
Lo primero que te suele llamar la atención es la afilada aguja de la Iglesia de San Albano, bien protegida por la Fuente de Gefión. Es curioso, pero la iglesia es anglicana y oficia las misas en inglés. La política de matrimonios entre reyes fue lo que dio con San Albano enCopenhague.
La Fuente de Gefión es una maravilla, casi tanto como la leyenda que la acompaña y que nos contaron en varias ocasiones durante el viaje a Copenhague. Según la mitología nórdica, el rey de Suecia ofreció a la diosa tanta tierra como pudiera arar en una noche. Gefión transformó a sus cuatro hijos en bueyes y consiguieron la península de Setlandia. Esta fascinante obra de arte fue esculpida por Anders Bundgaard. Soberbia.
Además de la ausente Sirenita y de los hermosos jardines, el Churchill Parken también es la sede del Kastellet. Se trata de una antigua fortaleza donde podréis pasear entre barracones y algunos edificios preciosos. Pese a que tiene un aire muy castrense, me sorprendió por el colorido. No obstante, el rojo es el color de Dinamarca.
Copenhague es una ciudad ideal para los amantes de los largos y tranquilos paseos. En pocos días os la habréis recorrido a pie sin problemas. No olvidéis reservar unas horas para deambular con tranquilidad por el Churchill Parken. Merece la pena, sobre todo si el tiempo acompaña.