En nuestra sociedad patriarcal y binaria que desatiende las necesidades y silencia los cuerpos con útero, poco se discute sobre los períodos menstruales, sus ciclos e implicaciones sociales. Buscando romper tabúes relacionados con este tema y ampliar la discusión, el proyecto Rojo Tabu abre espacio para el diálogo, la creación de nuevos conocimientos y el desarrollo creativo a través del cuerpo y las artes visuales.

El proyecto del Colectivo Tudanzas, con dirección artística de Ana Leitão, coreografía y mediación de Aurora Rullo, incluyó un taller durante el último fin de semana (11/03/2023 y 12/03/2023) que tuvo lugar en el Espacio Tudanzas, en el casco antiguo de Barcelona. Este taller, gratuito y abierto a toda la comunidad, tuvo su origen en un intenso trabajo de investigación y búsqueda iniciado en años anteriores y compartido en forma de talleres, presentaciones y creaciones con la comunidad.

El taller sigue la metodología del espacio Tudanzas que cuenta con discusiones iniciales que presentan el contenido a ser abordado, una experiencia en las artes del movimiento, una producción visual-plástica y una discusión final con todos los participantes del taller. 

Como voluntaria y participante de las actividades, entiendo que el primer momento de discusión no sólo nos ubica en relación al tema, sumergiéndonos en el contenido de la menstruación y su relación con la sociedad, sino que también nos permite entrar en contacto con hechos y reflexiones no comúnmente abordados sobre los ciclos menstruales. Esta introducción nos prepara para las acciones siguientes, poniendo el cuerpo a disposición para sentir, mover e integrar este tema.

Las propuestas corporales traídas al taller se basan en la autopercepción, la autonomía y la relación de alteridad con el otro en busca de libertad. La pelvis emerge como investigación central en la investigación del movimiento, conduciéndonos a posibilidades de ruptura de los propios estigmas, identificando bloqueos y ampliando espacios físicos y emocionales, que son acogidos con sensibilidad por la mediadora y por el grupo, debido al ambiente de seguridad generado durante el encuentro. La atención de la mediación y sus indicaciones también aumentan la sensación de que estamos descubriendo y haciendo algo juntos, respetando nuestras singularidades, nuestros procesos de autoconocimiento, nuestras inmersiones individuales en el mar de lo colectivo.

La autonomía propuesta está en consonancia con este proceso de percibir y actuar singularmente. No hay movimientos dados que copiar, hay sugerencias de investigación que cada uno abraza según sus posibilidades e intereses. Descubrirse a uno mismo, investigarse, toparse y tal vez romper los propios esquemas requiere disponibilidad y valentía, que se fomentan. ¿Qué descubro como investigador de mí mismo en movimiento? ¿Cómo es mirarme el pubis, descubrirme desde nuevos ángulos? ¿Percibirme desde fuera y desde dentro? ¿Acogerme y desafiarme en nuevos viajes de conocimiento que pueden enfrentarme a mis propios miedos, a mi propia historia construida junto con la sociedad?

El taller nos brinda la oportunidad de entrar en un contacto más íntimo e investigativo con nuestra pelvis y todo lo que abarca y guarda en nuestro cuerpo, para comprenderla más allá de sus aspectos sexuales y dar rienda suelta al cuerpo en sus procesos orgánicos y relacionales. Así, pronto me encuentro con el otro. El otro que, tan singular como yo, constituye un colectivo en constante reconstrucción. ¿Cómo nos ayudamos en nuestros procesos individuales? ¿Cómo compartimos paseos, rodadas, peso? El entorno seguro creado nos hace cómplices de la investigación y nos lleva a cuestionarnos: ¿dónde nos encontramos en común y dónde nos diferenciamos? ¿Cómo actuamos juntos contra la dominación del cuerpo con útero? ¿Normalizando lo que es el propio cuerpo? 

Y llevadas por la experiencia del cuerpo, juntos produjimos una pintura colectiva, que nos dio la oportunidad de asentar y sintetizar las experiencias del cuerpo en imagen, de percibir nuestras acciones y expresiones singulares impresas en un espacio común, creando una red visual que demostró las reverberaciones del otro en mí y de mí en el otro.

Después de toda la experiencia vivida, la discusión final ganó nuevos colores y nos permitió ampliar y profundizar las discusiones traídas al inicio. Aurora Rullo nos presentó nuevos datos sobre la menstruación, las leyes, las relaciones de trabajo y las cuestiones económicas y sus preguntas nos hicieron reflexionar sobre la viabilidad real de la menstruación dentro de un sistema capitalista que separa el cuerpo de sensaciones y que valora la producción (basado en la plusvalía), haciéndolo insostenible para el planeta.

De toda la experiencia, tengo para mí que la intención es el conocimiento y con ello, el respeto a todos los cuerpos, subvirtiendo tabúes y cuestionando valores de nuestra sociedad que se realizan como forma de mantener un poder patriarcal dentro de un sistema capitalista y que nos aleja de nuestras propias funciones orgánicas, del bello funcionamiento de cada cuerpo. Así, Rojo Tabu es un aliento y un grito por la libertad de ser radicalmente más rojos en la sociedad.