HUELGA DEL SILENCIO

Como nunca en mi vida, me encuentro ahora a perder uno de mis afectos más cercanos: las palabras. Ya antes de llegar en Barcelona el lunes, estuve pensando en cuanto el cambio de idioma afecta nuestra manera de elaborar informaciones, tanto porque el lenguaje es el líquido en que nuestra mente nata (y si esto cambia, cambia todo), cuanto porque menos palabras significan menos pensamientos. Por esta motivación, esencialmente, confío muchísimo en el crear y reivindicar nuestras palabras: porque más palabras son más oportunidades, hay simplemente más líquido en que nuestra mente puede nadar. No puedo mentir: tenía miedo, no tanto de no conseguir una manera de comunicar con lxs otrxs (que siempre se encuentra), pero de no tener bastantes palabras para pensar como yo quería. El miedo de no poder pensar lucidamente, de no conseguir a elaborar pensamientos completos, complejos y precisos, siempre me sigue. Al mismo tiempo sé que tampoco es la única manera en la cual elaboro y hago evolucionar las informaciones, porque siempre mi pensamiento lógico y verbal está acompañado y sostenido de un proceso visual y no-verbal. Confundir los límites de la realidad con los del lenguaje verbal es peligroso, y por esto es tan importante no dejar solas nuestras palabras, así que puedan ser rellenadas y rodeadas de todo lo que no puede ser verbalizado. Si todo esto lo tengo claro (desde siempre, de alguna manera), nunca tenía el coraje de perderlas completamente, para dejar espacio solamente al no-verbal. Sin posesividad, pero de mi pensamiento y mis palabras le tengo cuidado. Pero en un rato, aquí, me encontré a perderla todas. ¿Como puedo enfrentarme al mundo y a mi mismx sin poder "pensar"? ¿Que pasa cuando perdemos este líquido en que estamos acostumbradxs a nadar? Si desde un lado estuve listx y sabía que tenía que pasar, tampoco puedo decir que no me ha sorprendido cuando empezó a pasar de verdad. Perder significa también dejar espacio: si algo viene menos, está también dejando libres espacios en nosotres: tenemos solamente que entrar en estos espacios vacíos, y ver que pasa allá. Así que, disfrutando y experimentando de estos nuevos canales y campos en que ahora puedo (y podemos todes) cultivar algo nuevo y diferente, llegó el momento de declarar la huelga irreversible del silencio. ¿Al final, porque no? Hay así tanto espacio aquí, sin palabras.

NO TODAS LAS MUJERES TIENEN REGLAS, NO TODXS LXS QUE TIENEN REGLAS SON MUJERES.

Si no elegimos el cuerpo en que nacer, como podemos llamar "mujer" todes les que se encuentran a sangrar? Nunca elegimos el lugar, las condiciones y las situaciones en que nacer, elegimos luego si quedarnos o no donde nos encontramos. Entrar en contacto con mi cuerpo - en este proyecto tanto cuanto cada mes teniendo reglas - me hace dar cuenta del espacio en que me encuentro, pero siempre fue un lugar donde yo me encuentro, no un espacio que yo soy. Poderse sentir presente en el cuerpo lleva consigo el privilegio de estar en el cuerpo que eres y te sientes. Desde pequeñe el acto de la asignacion del nombre - y entonces de mi sexo y genero - marcó un camino de expectativas y asunciones que me enlazaban al universo femenino sin que nunca lo hubiera elegido. En una cultura profundamente esencialista en un sentido sexo-genérico (que asume el enlace directo entre sexo binario femenino y masculino al genero binario de mujer y hombre) nos sale muy difícil intentar a desconectar el cuerpo y sus características de su connotación de genero, pero me pareció la única manera de sobrevivir en un cuerpo que me hacia ser reconocide como mujer. "Si acepto de tener cuerpo femenino también sin ser mujer, todo va a quedar bien, no?" . Pues, no. Hasta ahora, este "no" tiene dos razones fundamentales: la primera es que si yo lo hago esto no significa que lo van a hacer también les otres, y solo por tener pecho y vagina siempre voy a ser llamade y asumide como mujer, y esto molesta. Llamar a alguien chica o chico es un acto de habla que connota y asume un genero, y no deja espacio a todo lo que está en el medio de este binarismo, ni a la personal afirmación del quien somos y nos sentimos. La segunda razón es que entre sexo biológico y genero (que no tiene nada que ver con características físicas) hay también lo que nos esperamos ser nuestro cuerpo. Porque tendría que encontrarme mal en el cuerpo femenino si sé que mi genero no tiene enlace con esto? Porque necesitamos hackerar nuestros cuerpos si nuestra identidad va mucho mas allá de genitales? Porque lo que no coincide y me hace sentir incomode en mi cuerpo no es mi identidad de genero en relación a mi sexo: es lo que mi alma y mi mente se esperan ser mi cuerpo. La intima visualización que tengo de mi cuerpo no coincide con la realidad material. Esto es lo que Silvia Serano llamó sexo subconsciente.

Como puedo sentir que este espacio en que estoy es un espacio que yo soy? Puedo, pero es un acto de hacking y intervención. Es un paso activo, mi acto de habla que crea una realidad, semejante al asignación de sexo al nacimiento. Pero ahora yo decido, yo digo. Mi nombres y mis pronombres. Ahora, ahora que soy yo, ni hombre ni mujer. Ahora que soy persona, ahora.

It's been a really challenging time. Here things work in a very different way than I work in my day-to-day life at home. But I'm learning to adapt myself to this new environment.

Everything is about togetherness and connection. 

Não é sobre a forma como interpretas a mensagem, mas sim sobre a intenção de quem a transmite.

Na minha segunda semana aqui, após um período de difícil adaptação encontrei a estabilidade pela qual tanto anseava, fruto das tribulações da semana anterior. Aprendi a deixar-me ir, ver para onde o dia me levava e a não questionar o que me dizem. O meu sentido autocrítico deu lugar à obediência, tornando-me eu mesmo mais uma unidade, parte deste mecanismo no qual todos fomos inseridos. Se me sacrifiquei enquanto indivíduo por um objetivo maior, não sei. Se foi ou não pelo melhor, estou também ainda para descobrir.  

 Está assim prestes a terminar a minha 1ª experiência fora do meu país de origem, a viver por minha conta própria. Apesar de tudo, julgo ter sido uma experiência que me fez crescer e da qual não me arrependo. Foi um crescimento algo auto infligido, sem grandes apoios ou ajudas, sendo que é apenas justo fazer um agradecimento aos meus colegas voluntários, que me ajudaram a superar os momentos mais complicados, quer com um pequeno almoço ou jantar partilhado, quer com um simples desabafo. Julgo que esta vivência me fez compreender a tão afamada premissa " It's not what happens to you that determines how far you will go in life. It is how you handle what happens to you". Também a famosa citação do ícone cinematográfico Rocky encaixa aqui como uma luva "It ain’t about how hard you hit; it’s about how hard you can get hit, and keep moving forward. How much you can take, and keep moving forward."

Eu sabia desde o início, muito antes de chegar a Barcelona, que não queria apenas participar num projeto de voluntariado. Eu procurava, ao mesmo tempo, uma experiência de vida. E a primeira semana mostrou-se ser um verdadeiro teste. Foi uma mistura de fraqueza com força. Nas primeiras 24/36 horas pensei que não aguentaria os 20 dias, mas da noite para o dia mudei o chip e agarrei-me a tudo aquilo que me fez sair de casa e viajar mais de 1000 kms para aqui estar. A primeira semana foi uma semana de crescimento, porque me senti no fundo, mas é ao batermos no fundo que temos a oportunidade de ganhar embalagem para vir à superficie. Quando voltei a respirar senti-me encorajada para, de mente aberta, transformar os meus limites em liberdade. Não basta apenas ter pernas, há que saber caminhar.

"Human behavior is less like a chicken and more like an albatross. No matter how far an albatross flies, it always returns home." Atypical (2017)