Reseña Crítica - Danza Comunitaria 2023

La danza comunitaria es una forma de arte que se enfoca en la participación activa de la colectividad en el proceso creativo y/o en la presentación final de un eventual proyecto.

Esta tipología de danza reivindica la idea básica de que el arte NO es exclusiva de unos pocos individuos, sino que se encuentra presente en todas las personas. Además, durante el proceso creativo mismo, se da valor al arte del individuo y de la colectividad.
Estimular el desarrollo de la inteligencia artística de cada individuo, representa un proceso de empoderamiento y autoafirmación que puede contribuir significativamente en la reconstrucción de una sociedad más justa, libre e inclusiva.

He vivido mi primera experiencia en “danza comunitaria” a los 29 años, gracias a un programa de voluntariado establecido por Tudanzas, con la finalidad de dar vida al Festival Tudanzas 2023.

El tema del Festival de este año ha sido el Cambio Climático y por esta ocasión, todo el equipo de voluntariado se ha exhibido en una performance de improvisación de Danza Comunitaria el día 21 de Mayo a las 21.00pm, en Casal Pou de la Figuera, Barcelona.

La exhibición fue muy intensa y duró 30 minutos; la armonía entre las 15 personas en escenario ha dado como resultado un espectáculo conmovedor y lleno de emociones. De hecho, la obra acabó en un gran abrazo colectivo entre las artistas y el público, sorprendido y emocionado por este gran final.

Todo esto, pero no ha surgido de la nada, el proceso ha sido dulcemente acompañado y guiado por Bruna Alves, psicóloga de procesos, y Thais dos Santos, graduada en Unicamp Brasil, dos voluntarias con diferentes backgrounds pero las dos acumuladas por la pasión por la danza.

Con ellas nos hemos entrenado a explorar con libertad nuevos movimientos, gestos y emociones sin tener que seguir un guión preestablecido. El trabajo en equipo fue una de las claves del éxito de este laboratorio, cada uno de los participantes ha sido capaz de aportar su visión y creatividad, lo que ha dado lugar a una obra rica en diversidad.

Además, el ambiente de respeto y confianza que se generó durante todo el proyecto ha sido fundamental para lograr un resultado coherente y lleno de energía.

Esta metodología ha sido necesaria para crear una pieza de danza única, que refleja la necesidad urgente de tomar medidas frente al cambio climático, desde la perspectiva de la gente común.

A través de esta experiencia me he enterado de que hasta aquel momento mi visión general del Arte ha sido muy estricta, severa y árida. Y así la visión de mí misma. 

Entrar en conexión con tu cuerpo y hablar con los demás sin usar las palabras lleva a nuevas ideas y nuevas ideas llevan a grandes cambios.

Esto no es nada nuevo, la danza siempre ha sido de todas las personas, ha sido de poblaciones enteras, pero en ese proceso de continuo alejamiento de nuestra esencia nos olvidamos de nuestros superpoderes.

Viviendo en una época de privatización, esta experiencia de danza comunitaria ha sido como una de las mejores vueltas a la verdad.