SHI'ÚR 20

Meguilát Rut

Una de las costumbres de la festividad de Shavu’ót es leer la Meguilát Rut, una de las cinco Meguilót que se encuentran entre los veinticuatro libros del Tanáj. Allí se cuenta la historia de Rut, una princesa no judía de la tierra de Mo’áv. Rut se casó con un hombre judío que huyó hacia Mo’áv escapando de la hambruna que existía en la Tierra de Israel. Cuando el esposo de Rut falleció, junto con su cuñado y su suegro, su desconsolada y empobrecida suegra (Na’omí) decidió regresar a Israel. Rut abandonó toda su educación y su tierra de nacimiento para convertirse al judaísmo y acompañar a Na’omí de regreso a Israel. En Israel, Rut y Na’omí vivían en la miseria y Rut recolectaba granos en el campo de un adinerado familiar llamado Bó’az, junto con otros pobres que se mantenían gracias a su caridad. Finalmente, Bó’az se casó con Rut y se convirtieron en loa ancestros de la dinastía de David, la monarquía del pueblo judío.

Parte O. ¿Por Qué se Lee en Shavu’ót la Meguilát Rut?

1. Shulján Arúj, Óraj Jaím 490 – En Shavu’ót se acostumbra a leer la Meguilát Rut.

ונוהגין לומר רות בשבועות.

La costumbre es leer el Libro de Rut en Shavu’ót.

La historia de Rut revelará lecciones que están básicamente conectadas con Shavu’ót.

2. Rav Israel Miller, A Gift for Yom Tov («Un Regalo Para Yom Tov»), páginas 123-124 – La historia de Rut nos sirve como modelo cuando llegamos a aceptar nuevamente la Toráh en Shavu’ót.

Para obtener una imagen de lo que ocurrió en el Sinaí con el pueblo judío como un todo, estudiamos el Jumásh. Pero para descubrir de qué manera cada uno de nosotros como individuos podemos aceptar en nosotros mismos la Toráh en Shavu’ót, debemos examinar la historia de un individuo sincero que se ha convertido, alguien que aceptó la Toráh por sí mismo. En el Sinaí fue la conversión al judaísmo de todo el pueblo judío; nuestra mitzváh actualmente es esforzarnos de manera individual para volver a convertirnos a nosotros mismos. Para enseñarnos de qué manera hacerlo, el Tanáj dedica todo un volumen a la historia de una persona que lo hizo, tal vez la mayor conversa de la historia: La Meguiláh de Rut.

3. Rav Yehoshúa Pffefer – El judaísmo requiere entrega, una cualidad que aprendemos de Rut.

La conversión de Rut a la fe judía fue un gran acto de autosacrificio. En vez de regresar a los lujos materiales y al estatus correspondiente a su linaje real moabita, ella se aferró tenazmente a su suegra judía, decidida a encontrar su lugar «bajo las alas de la Shejináh (La Presencia Divina)». Una de las razones por las cuales se lee la Meguilát Rut en la fiesta de Shavu’ót es para demostrar que el judaísmo requiere entrega sincera.

Lehitra’ót! 🙋🏻‍♂️