SHI'ÚR 2

El Preludio a la Destrucción

Tanto el Primer como el Segundo Sagrado Templo fueron destruidos en Tish’áh Be’Áv. El Primer Sagrado Templo fue destruido por los babilonios en el año 423 a.e.c. (antes de la era común) y el Segundo Sagrado Templo fue destruido por los romanos en el año 70 e.c. (era común). Estos eventos trágicos fueron llorados a lo largo de la historia judía y conmemorados a través de ayunos. Hay otras dos tragedias que también se conmemoran con ayunos y éstas tienen relación con la destrucción del Primer Sagrado Templo:

(1) El Diez de Tévet, cuando se abrió una brecha en las murallas externas antes de la destrucción del Primer Sagrado Templo, y

(2) El ayuno de Guedalyáh, en recuerdo del asesinato del gobernador de Israel luego de que los babilonios destruyeran el Primer Sagrado Templo, lo cual provocó que miles de judíos fueran asesinados y que los restantes fueran llevados al exilio.

Parte A. Los Cuatro Ayunos.

Zejaryáh HaNaví (el Profeta Zacarías), al hablar sobre el Primer Sagrado Templo, describe cuatro ayunos que conmemoran la destrucción. Dos de estos días de ayuno público giran en torno a los eventos que fueron un preludio a la destrucción misma.

1. Zejaryáh 8:19 – Hay cuatro ayunos que conmemoran la destrucción, los cuales se convertirán en días festivos cuando el Sagrado Templo sea reconstruido.

כה אמר יקוק צבאות צום הרביעי וצום החמישי וצום השביעי וצום העשירי יהיה לבית יהודה לששון ולשמחה ולמעדים טובים והאמת והשלום אהבו:

«Así dice el Dios de los Ejércitos: “El ayuno [del mes], cuarto, el ayuno del [mes] quinto, el ayuno del [mes] séptimo y el ayuno del [mes] décimo serán para la casa de Yehudáh alegría y regocijo y festividades – sólo amen la verdad y la paz”».

La cuenta de los meses de Zejaryáh es a partir del mes hebreo de Nisán. Por lo tanto, el ayuno del cuarto mes se refiere al Diecisiete de Tamúz, el ayuno del quinto mes se refiere a Tish’áh Be’Áv, el ayuno del séptimo mes se refiere a Tzom Guedalyáh en Tishrí y el ayuno del décimo mes se refiere al Diez de Tévet (Ver Rosh HaShanáh 18b).

Parte B. El Diez de Tévet.

En términos cronológicos respecto a la destrucción de los Templos, el primero de los eventos que se conmemora con un ayuno tuvo lugar el décimo día del décimo mes, Tévet.

1. Rav Berel Wein, «Tenth of Tévet» (El Diez de Tévet), de www.aish.com – El Diez de Tévet lloramos por el sitio de Jerusalem.

«El Diez de Tévet conmemora el comienzo del sitio de Jerusalem por parte de Nevujadnétzar, el rey de Babilonia, y el comienzo de la batalla que finalmente destruiría a Jerusalem y al Templo de Salomón, enviando a los judíos a un exilio de 70 años en Babilonia. La fecha del Diez de Tévet fue registrada por el profeta Yejezqél (Ezequiel), quien estuvo personalmente en Babilonia formando parte de un grupo de judíos que habían sido exilados por Nevujadnétzar once años antes de que tuviera lugar de hecho la destrucción del Templo en Jerusalem».

Puede parecer raro guardar luto el día que comenzó el sitio de Jerusalem. Ya que conmemoramos la destrucción misma de Jerusalem y del Sagrado Templo durante las Tres Semanas, podemos llegar a pensar que lo ocurrido el Diez de Tévet quedaría opaco por esas tragedias mayores. ¿Qué fue tan trágico respecto al comienzo del sitio y cuál es el mensaje del Diez de Tévet?

2. Rav Nóaj Weinberg, «Siege of Jerusalem» (El Sitio de Jerusalem), de www.aish.com – El Diez de Tévet es un llamado para despertarnos.

«Para el pensamiento judío, un día de ayuno es un momento adecuado para el análisis y el juicio interior, un momento para corregir un error anterior. ¿Qué fue lo que ocurrió el Diez de Tévet y que tenemos que corregir?

El Diez de Tévet, hace 2.500 años, Nevujadnétzar comenzó a sitiar a Jerusalem. En verdad, ese primer día provocó muy poco daño y ningún judío fue asesinado. Entonces, ¿por qué este día es tan trágico? Porque el sitio era un mensaje, para lograr despertar al pueblo judío para que solucionaran sus problemas. Pero fallaron, y en consecuencia el sitio terminó desembocando en la destrucción del Primer Templo».

3. Rav Mordejai Becher, Gateway to Judaism, página 238 – El Diez de Tévet marca el día en el cual Jerusalem dejó de ser el centro de nuestro mundo espiritual.

«Hay otra tragedia que se encuentra adjunta a este día y que es menos obvia. Jerusalem debe ser la fuente de inspiración del mundo y el lugar desde el cual la Toráh y la palabra de Dios llegan a todas las personas. Un sitio previene que las provisiones ingresen a una ciudad, y también evita la comunicación desde la ciudad con el mundo exterior. Desde el momento en el cual Nevujadnétzar, el rey de Babilonia, estableció el sitio a Jerusalem, la voz de esta sagrada ciudad ha sido enmudecida. Dejó de ser el modelo espiritual para el mundo, perdió su rol como el principal centro de estudio de Toráh y “la palabra de Dios” ya no se oye saliendo de sus portones».

El sitio de Jerusalem no es la única causa por la cual lloramos el Diez de Tévet. También se conmemoran otros eventos que ocurrieron alrededor de esta fecha.

4. Rav Berel Wein, “Tenth of Tévet” (El Diez de Tévet), de www.aish.com – El Diez de Tévet también recuerda otras tragedias ocurridas en la historia judía: La muerte de Ezrá y la traducción de la Toráh al griego.

«Hay otros eventos que ocurrieron justo antes del Diez de Tévet y cuyo recuerdo ha sido silenciosamente incorporado también en el ayuno del Diez de Tévet. El Ocho de Tévet, el rey Ptolomeo de Egipto obligó a setenta Sabios a reunirse para traducir la Biblia hebrea al griego. A pesar de que el Talmúd relata que este proceso recibió la bendición de que ocurriera un milagro -los setenta Sabios fueron colocados en habitaciones separadas y a pesar de eso todos realizaron exactamente la misma traducción- la visión general de los Rabinos de la época hacia este proyecto fue decididamente negativa. El Talmúd relata que cuando esta traducción se hizo pública “descendió la oscuridad sobre el mundo”.

La traducción de la Biblia al griego ayudó el avance de los planes de los judíos helenistas para incorporar la cultura griega dentro de la vida judía, y para intentar reformar al judaísmo de acuerdo a los valores y al estilo de vida griego. El hecho de “kasherizar” al idioma griego al utilizarlo para traducir la Biblia tuvo amplias ramificaciones en la sociedad judía y socavó parte de los esfuerzos que realizaban algunos Rabinos combatiendo la atracción que tenía Grecia sobre Israel en ese momento.

El nueve de Tévet es el día del fallecimiento del escriba Ezrá. En los ojos del Talmúd, este gran judío es comparable incluso con Moshéh. “Si la Toráh no hubiera sido entregada a través de Moshéh, habría podido ser entregada a Israel a través de Ezrá”. Ezrá lideró el retorno de los judíos hacia Jerusalem desde el exilio en Babilonia. Bajo su dirección e inspiración, junto con la ayuda de Nejemyáh, se construyó el Segundo Templo.

Ezrá detuvo el flujo de matrimonios mixtos que afligía a los judíos que retornaban hacia Jerusalem, reforzó la observancia pública y privada del Shabát y creó las escuelas y las herramientas intelectuales necesarias para la difusión del conocimiento y el desarrollo de la Ley Oral en el pueblo judío.

Ezrá es responsable por la supervivencia del judaísmo y de los judíos hasta el día de hoy. En consecuencia, no sorprende que los judíos recuerden el día de su muerte como un día de tristeza en el calendario judío. Dado que no sería razonable ayunar tres días consecutivos (el ocho, nueve y diez de Tévet), el recuerdo de los eventos del ocho y del nueve fue incorporado en el día de ayuno del Diez de Tévet».

Parte C. El Diecisiete de Tamúz

Las etapas posteriores que condujeron a la destrucción de ambos Sagrados Templos también se recuerdan con el duelo del día Diecisiete de Tamúz, al igual que otras tragedias ocurridas en la historia judía. Este día de ayuno da comienzo a las Tres Semanas de duelo por la destrucción de los Sagrados Templos.

1. Mishnáh, Ta’anít 4:6 – Las cinco tragedias históricas que ocurrieron el Diecisiete de Tamúz.

חמשה דברים אירעו את אבותינו בשבעה עשר בתמוז…

א) נשתברו הלוחות

ב)ובטל התמיד

ג) והובקעה העיר

ד)ושרף אפוסטמוס את התורה

ה) והעמיד צלם בהיכל (פליגי בה אמוראי בירושלמי, חד אמר צלם של מנשה, ובבית ראשון מיירי. וחד אמר צלם של אפוסטמוס שהיה משרי היונים ובבית שני היה:

«1. [Moshéh] rompió las Tablas [que contenían los Diez Mandamientos cuando descendió del Monte Sinaí y vio el Becerro de Oro].

2. Se suspendieron los dos sacrificios diarios [durante el período del Primer Templo].

3. Los romanos rompieron las murallas [de Jerusalem antes de la destrucción del Segundo Templo].

4. El malvado Apostomus quemó la Toráh.

5. Se colocó un ídolo en el Templo. (Los Sabios del Talmúd de Jerusalem discuten al respecto, uno dice que se refiere al ídolo que colocó Menashéh durante el período del Primer Templo, mientras que otro Sabio dice que se refiere al ídolo que colocó Apostomus el griego en el período del Segundo Templo)».

No está clara cuál era la verdadera identidad de «Apostomus». Puede ser una referencia a Antíocus Epifanes, famoso por los episodios de Janukáh o cualquier otro de los muchos gobernadores griegos y romanos. Para nosotros, más importante que saber exactamente quién era es conocer los incidentes atribuidos a su nombre.

Como ya dijimos, los incidentes en el Tanáj ilustran la raíz del problema. Bajo esta perspectiva ahora podemos entender de qué manera las cinco tragedias del Diecisiete de Tamúz están unidas con la tragedia original que desembocó en el quiebre de las Tablas de los Diez Mandamientos.

2. Rav Joey Felsen, Focus: A Tish’áh Be’Áv Reader, páginas 13-15 – Las calamidades del Diecisiete de Tamúz son producto del Pecado del Becerro de Oro y sus secuelas.

«El quiebre de las Tablas define al Diecisiete de Tamúz. Este hecho forjó la naturaleza eterna de esta fecha; y las tragedias que ocurrieron en las generaciones siguientes el Diecisiete de Tamúz necesariamente se originaron en este momento decisivo. Con un poco de estudio, no es difícil entender de qué manera los eventos posteriores son meramente expresiones diferentes del quiebre original de las Tablas que ocurrió en este día… Cada uno de estos episodios demuestra una desintegración del nexo entre Dios e Israel, una consecuencia directa del quiebre de las Tablas en el Sinaí.

La descripción bíblica de la ofrenda diaria establece explícitamente que esta práctica comenzó en el Sinaí: “La ofrenda constante que se realizó en el Monte Sinaí” (Bemidbár 28:6). La culminación de este sacrificio el día Diecisiete de Tamúz implicó el fin de una práctica diaria que había comenzado en el Monte Sinaí y que continuó sin interrupción durante muchos siglos. A pesar de los viajes de los judíos por el desierto, el deambular del Tabernáculo en la recientemente conquistada Tierra de Israel y la ocupación del enemigo, este sacrificio se había mantenido de manera constante. Este sacrificio le ofrecía al pueblo una oportunidad diaria de presentarle algo tangible a Dios; era una expresión muy real y significativa de su relación con Dios. Pero tal como había ocurrido antes con las Tablas, la ofrenda diaria y la relación que ésta representaba llegó a su fin el Diecisiete de Tamúz.

La conexión entre el quiebre de las Tablas y la quema de los rollos de la Toráh es muy simple. El rollo de la Toráh es un documento Divino que comunica las instrucciones de Dios para Su pueblo. La quema pública de una Toráh representa un quiebre de la conexión del pueblo judío con la experiencia del Sinaí. Es de esperar que otros pueblos intenten imponer su paganismo sobre el pueblo judío. Pero que un rey de Yehudáh profane el Templo de Dios con un ídolo es otra demostración más de que la conexión del pueblo con Sinaí continúa desintegrándose.

Finalmente, tenemos la brecha que se abrió en las murallas de Jerusalem. Tres veces al año, en las festividades de peregrinaje, Jerusalem era el lugar de reunión de todo el pueblo. Cuando las masas llegaban a Jerusalem, entraban a un dominio privado, amurallado. La brecha que se abrió en las murallas de la ciudad transformó a ese espacio en un dominio público y constituyó una brecha en la seguridad nacional. En ese punto, la caída del Templo era tan sólo un asunto de tiempo.

Pero esta brecha no fue solamente un evento físico. Las murallas de Jerusalem simbolizan la unidad del pueblo, y una brecha en las murallas por lo tanto simboliza una brecha en la unidad nacional. Había una época en la cual todos los judíos ingresaban a la ciudad por los portones y el pueblo vivía unido dentro de las murallas de la ciudad. Ahora eso ya no era posible. En el Monte Sinaí, los judíos estuvieron todos juntos al pie de la montaña, “como una persona con un corazón” (Midrásh Mejiltá 19:2) – la unidad era un requisito previo a la entrega de los Diez Mandamientos. Una brecha en las murallas de Jerusalem por lo tanto representa un alejamiento más del Sinaí.

Lehitra'ót! 🙋🏻‍♂️