SHI'ÚR 8
La Necesidad de Llorar Por la Pérdida
Es difícil sentirse triste por la pérdida de algo que uno nunca tuvo. Sin embargo, el hecho de llorar por el Sagrado Templo en Tish’áh Be’Áv es fundamental para la supervivencia judía y la reconstrucción de Jerusalem. En esta última shi’úr analizaremos el gran desafío que nos ofrece Tish’áh Be’Áv y el profundo significado que podemos encontrar al tomar a esta fecha con seriedad.
Parte A. El Poder del Llanto.
1. Talmúd Bavlí, Ta’anít 30b – Quien comprenda la pérdida de los Templos se verá motivado a embarcarse en su reconstrucción.
כל המתאבל על ירושלים זוכה ורואה בשמחתה:
«Todo el que se lamenta por Jerusalem merecerá participar de su alegría [cuando el Templo sea reconstruido]».
2. Rav Eliyáhu Kitóv, Séfer Toda’á, Capítulo 33 – El duelo por los errores del pasado ayuda a garantizar un futuro.
אומרים עליו על נפוליאון קיסר צרפת, שפעם אחת עבר על פתח בית הכנסת בפאריז ביום תשעה באב, וראה שם יהודים יושבים על הארץ ומבכים ומקוננים את חרבן מקדשם וארצם, כאשר היה אסון שפגע בהם אך אתמול - עמד משתומם, ואחר אמר:
נשבע אני שיש אחרית טובה לעם זה בארץ שלהם! היכן מצינו עם אחר בעולם שישמור אבלו ותקותו אלפים בשנים ולא יפוגו ממנו לעולם!
«Cuentan que Napoleón, el emperador de Francia, en una oportunidad pasó por la puerta de una sinagoga en París el día de Tish’áh Be’Áv, y vio a los judíos sentados en el suelo, llorando y lamentándose por la destrucción de su Templo y de su tierra, tal como si esa tragedia hubiera ocurrido el día anterior. Napoleón se detuvo asombrado y dijo:
"¡Yo juro que esta nación va a tener un buen final en su propia tierra! ¡Adónde en el mundo se ha visto otra nación que preserve su dolor y sus aspiraciones durante miles de años sin que se haya visto disminuido!"»
3. Rav Jaím Friedlander, Siftei Jaím, Volumen III Página 254 – Ningún otro pueblo conmemora sus caídas y sus pérdidas. El hecho de hacerlo es una demostración de supervivencia espiritual.
כשם שעם ישראל שואב עידוד מניסי הגלות, כך יש בעצם עובדת הצער והאבילות על החורבן מדי שנה בשנה, עדות נאמנה על הקיום הרוחני של עם ישראל, שהרי לא מצאנו עם בין העמים שיציין יום זכרון לזכר מפלותיו. אדרבה, כל העמים מציינים רק את ימי נצחונותיהם, ועם ישראל מציין את יום החורבן מדי שנה.
«Así como el pueblo judío gana fuerzas de su [supervivencia] milagrosa en el exilio, de la misma manera hay un significado intrínseco en el duelo anual por la destrucción del Templo. Este es un testimonio confiable de la supervivencia espiritual de la nación judía, porque no se encuentra entre las otras naciones un pueblo que conmemore sus caídas. Más bien lo contrario, todas las otras naciones conmemoran sólo sus victorias. Sin embargo, el pueblo judío rememora cada año el día de la destrucción de los dos Templos».
Parte B. El Desafío de Tish’áh Be’Áv.
En la reconstrucción del Segundo Sagrado Templo, las emociones eran intensas y contrastantes. Quienes nunca habían visto la gloria del Primer Sagrado Templo, estaban felices de ser testigos de la reconstrucción del Segundo Sagrado Templo, a pesar de su nivel inferior. Pero al mismo tiempo, las personas más ancianas que habían visto con sus propios ojos la grandeza del Primer Sagrado Templo, lloraban con la misma intensidad que los anteriores se alegraban, porque ellos sabían qué era lo que se había perdido.
1. El Libro de Ezrá 3:11-13 – En el momento de la reconstrucción del Segundo Templo, los jóvenes celebraban mientras los ancianos lloraban porque la Presencia de Dios (la Shejináh) no estaba presente.
וַיַּעֲנוּ בְּהַלֵּל וּבְהוֹדֹת לַה' כִּי טוֹב כִּי לְעוֹלָם חַסְדּוֹ עַל יִשְׂרָאֵל וְכָל הָעָם הֵרִיעוּ תְרוּעָה גְדוֹלָה בְהַלֵּל לַה' עַל הוּסַד בֵּית ה':
וְרַבִּים מֵהַכֹּהֲנִים וְהַלְוִיִּם וְרָאשֵׁי הָאָבוֹת הַזְּקֵנִים אֲשֶׁר רָאוּ אֶת הַבַּיִת הָרִאשׁוֹן בְּיָסְדוֹ זֶה הַבַּיִת בְּעֵינֵיהֶם בֹּכִים בְּקוֹל גָּדוֹל וְרַבִּים בִּתְרוּעָה בְשִׂמְחָה לְהָרִים קוֹל:
וְאֵין הָעָם מַכִּירִים קוֹל תְּרוּעַת הַשִּׂמְחָה לְקוֹל בְּכִי הָעָם כִּי הָעָם מְרִיעִים תְּרוּעָה גְדוֹלָה וְהַקּוֹל נִשְׁמַע עַד לְמֵרָחוֹק:
«Y todo el pueblo alabó a viva voz al Eterno, porque se colocó la piedra fundamental para la Casa del Eterno.
Pero muchos de los sacerdotes y los levitas y los jefes de familia, hombres mayores que habían visto el Primer Templo, lloraron a viva voz cuando se colocó ante sus ojos la piedra fundamental de este [Segundo] Templo, aunque muchos gritaban de alegría.
Y el pueblo no podía distinguir el sonido de los gritos de júbilo del sonido del llanto de las personas, porque el pueblo gritaba a viva voz y el sonido se oía desde lejos».
Así también en la actualidad, para nosotros, que nunca fuimos testigos de la grandiosidad del Sagrado Templo y de todo lo que lo acompañaba, es difícil sentir realmente que nuestras vidas están incompletas sin él.
2. Rav Jaím Friedlander, Sifté Jaím, Volumen III, página 284 – En la actualidad nos resulta difícil conectarnos con la destrucción de los Templos.
אנחנו מתאבלים על חורבן שני מקדשים: הראשון והשני, אמנם קשה מאוד לבכות ולהבין את משמעות החורבן.
ואדרבא לצערנו אנו ב"ה מרגישים בטוב, למרות כל הצרות הסובבות אותנו, כאילו שלא חסר לנו מאומה הן בגשמיות והן ברוחניות. הרגשה זו היא המונעת מאתנו את היכולת להתאבל על החורבן כראוי, כיון שאין אנו יכולים להרגיש ולחוש היטב מה בעצם חסר לנו. לזאת חובה עלינו ללמוד ולהבין את פנימיות החורבן, ולהרגיש ולדעת את התדרדרות מצבנו ומעמדנו מעת החורבן ועד עתה.
«Guardamos luto por la destrucción de los dos Templos, a pesar de que nos cuesta llorar y entender las implicancias de estas pérdidas.
Y exactamente lo opuesto es cierto: Nos sentimos satisfechos, a pesar de todo el sufrimiento que nos rodea, como si no nos faltara ninguna cosa física ni espiritual. Este sentimiento evita que podamos llorar adecuadamente por la destrucción, porque no podemos sentir ni darnos cuenta qué es, en esencia, lo que nos está faltando. Por lo tanto, debemos estudiar y entender las profundas consecuencias de la destrucción y sentir y entender cómo ha ido declinando nuestra situación desde el momento de la destrucción hasta la actualidad».
Uno de los mensajes de Tish’áh Be’Áv es que no debemos estar tan satisfechos de nosotros mismos; tenemos que comprender que no está todo bien para el pueblo judío; que en algún momento las cosas estuvieron mucho mejor y que puede volver ser así.
3. Rav Emanuel Feldman, “The Shul Without a Clock” (La Sinagoga Sin un Reloj), Feldheim Publishers, página 221 – Todavía tenemos razones por las cuales guardar luto.
«Un hombre una vez me dijo: “¿Por qué tenemos que dedicarnos a un evento que ocurrió hace dos mil años? ¿Por qué llorar y suspirar? Tenemos al moderno Estado de Israel y debemos alegrarnos”.
¿Acaso existe un país más preocupado diariamente por la seguridad que Israel, o uno que tenga más experiencias amargas de países amigos que se vuelven fríos y distantes ante la menor provocación?
Ningún otro país tiene que luchar a diario por la soberanía de sus antiguas capitales. Ningún otro país ve restringido su derecho a visitar y ejercer su religión en los antiguos sitios sagrados que se encuentran en su propia tierra».
Parte C. Un Buen Duelo
Algunas personas pueden pensar que guardar duelo por nuestras tragedias nacionales es una postura fría, que deberíamos centrar nuestra atención en lo positivo y construir el orgullo judío y la auto-estima. Por cierto, estos son empeños válidos, pero en el hecho de guardar duelo hay una profundidad que no debemos dejar pasar por alto.
En una oportunidad, un discípulo de cierto Rebe jasídico vio que este Rebe estaba bailando con alegría el día nueve de Av. Se asombró mucho ante su comportamiento, porque todo el mundo sabe que Tish’áh Be’Áv no es un momento de felicidad sino de duelo. Cuando el discípulo se acercó, notó que mientras que el Rebe bailaba, caían de sus ojos lágrimas de tristeza.
Sin poder contener su curiosidad, se acercó al Rebe y le pidió que le explicara su extraño comportamiento.
- Es muy simple –le respondió el Rebe–. Es una mitzváh estar triste en Tish’áh Be’Áv, y una mitzváh debe cumplirse con alegría
- De “Reachings,TorahLab” del Rav Ya’aqóv Haber.
El Rebe de esta historia señaló una verdad muy profunda: ¡La felicidad y la tristeza no son opuestos! Cuando comprendemos el propósito de nuestra tristeza entonces eso nos llena de una profunda satisfacción porque en virtud de ella nos convertimos en mejores personas.
1. Rav Akivá Tatz, “The Thinking Jew’s Guide to Life” (Guía de Vida para el Judío Pensante), www.simpletoremember.com – La felicidad es hacer aquello que debemos estar haciendo.
«La verdadera felicidad es lo que experimentamos cuando hacemos aquello que debemos estar haciendo. Cuando claramente estamos viajando por nuestro propio camino, nuestro sendero único hacia nuestro destino singular, entonces experimentamos verdadera felicidad. El viaje no es lo que provoca la felicidad. El viaje es la felicidad misma.
Y sorprendentemente, la expresión en nuestro rostro puede no ser una sonrisa. El rostro puede reflejar dolor, el rostro puede estar cubierto de lágrimas y tenso a causa de la presión; pero si vamos avanzando en el camino, si tenemos conciencia de que estamos construyendo aquello que debemos construir, entonces dentro nuestro el corazón está cantando, a pesar del dolor del cuerpo y de las lágrimas en el rostro».
El duelo en Tish’áh Be’Áv es un paso crucial en el camino de nuestro pueblo hacia el cumplimiento de su destino final.
2. Rav Emanuel Feldman, The Shul Without a Clock, Feldheim Publishers, páginas 220-221 – Hay mucho que nos puede gustar respecto a Tish’áh Be’Áv.
«Tish’áh Be’Áv no es el día favorito de la mayoría de las personas, pero es uno de mis días preferidos, no porque sea un día para disfrutar, sino por lo que él representa. A mí me gusta Tish’áh Be’Áv por lo que me dice acerca de los judíos: Que somos un pueblo que recuerda y que sabe de qué manera su pasado lleva hacia un futuro.
En el mundo hay muchos más italianos que judíos. Sin embargo, nadie se lamenta por Roma. Hay más griegos que judíos. La Acrópolis y el Partenón son atracciones turísticas. ¿Pero acaso hay alguien que llore por su destrucción?
Babilonia, Persia, Asiria, la gloria del antiguo Egipto. ¿Quién se acuerda de ellos, quién derrama lágrimas, a quién le importa?
Me gusta Tish’áh Be’Áv porque solamente un pueblo que puede llorar aprenderá un día a reír.
Y me gusta Tish’áh Be’Áv porque lo necesito.
En medio de toda la abundancia y comodidades, necesito quitarme mis zapatos de cuero y bajar las luces. Necesito ayunar y no ser indulgente conmigo mismo. Necesito leer las Lamentaciones y llorar por el martirio de mi pueblo, por su historia ensangrentada. Necesito focalizar mi atención hacia afuera.
Necesito a Tish’áh Be’Áv porque me recuerda qué es ser un judío; y que Esáv odia a Ya’aqóv, el Faraón oprime a Israel y Hamán desea destruirnos; y los imperios del mundo aborrecen al judío porque pertenece a “un pueblo que vive aislado”.
Me gusta Tish’áh Be’Áv porque me enseña algo profundo: Que para el judaísmo los eventos históricos no son solamente historia, no son simplemente eventos. “La historia” y “los eventos” tuvieron lugar en un momento del tiempo, pero en el judaísmo una vez que un evento ocurre pasa a formar parte de nosotros. Es una nueva conciencia, un nuevo entendimiento, una percepción constante.
Me gusta Tish’áh Be’Áv porque contiene un mensaje de profunda fe y esperanza. En este día, nos dicen nuestros Sabios, nació el Mesías. Qué profundamente perspicaz, qué irónico, que justamente en el día de destrucción, comience la Redención. El final era también el comienzo».
Final de todos los shi'urím.
Lehitra'ót! 🙋🏻♂️