SHI'ÚR 10
Parte E. Las Mitzvót Fueron Dadas Para Perfeccionar a los Individuos y al Mundo.
La Toráh tiene dos dimensiones, cada una de las cuales es paralela y complementaria de la otra. El simple estudio de la Toráh es una actividad que purifica, refina y eleva a cualquier ser humano que se dedica a estudiarla. Nosotros estudiamos la Toráh por su sabiduría, pero también estudiamos Toráh para familiarizarnos con sus preceptos, para poder ser capaces de cumplirlos. Y la observancia de las mitzvót que se encuentran en la Toráh es también nuestro camino hacia la perfección personal y la perfección del mundo.
1. Rav Samson Rafael Hirsch, Bereshít (Génesis) 9:27 – La Toráh es la sabiduría de Dios que debe ser aplicada a las situaciones cambiantes de la vida para convertir a este mundo en Su reino.
«Estas búsquedas espirituales… tienen como objetivo llevar a la acción adecuada, a la respuesta correcta para las cambiantes condiciones de vida, para “preparar al mundo para el reinado de Dios”, tal como decimos en nuestras plegarias diarias».
No es una simple coincidencia que la Toráh sea nuestra guía hacia la perfección. El propósito mismo de la Toráh y de sus mandamientos es precisamente que logremos la perfección de nuestros cuerpos y de nuestras almas.
2. Rambám, Moréh Nevujím (La Guía de los Perplejos), Volumen III: 27 – Perfeccionar el alma y el cuerpo.
כוונת כל התורה שני דברים, והם תקינות הנפש ותקינות הגוף. תקינות הנפש תהיה בכך שתושׂגנה להמון דעות נכונות כפי יכולתם.... תקינות הגוף תהיה בתקינות מצבי חייהם אלה עם אלה.
«Toda la Toráh tiene un doble propósito: perfeccionar el alma y perfeccionar el cuerpo. Perfeccionar el alma significa que la persona logrará tantas visiones correctas de la realidad como le sea posible… perfeccionar el cuerpo significa perfeccionar las relaciones con las otras personas».
3. Rambám, Mishné Toráh, final de Hiljót Temuráh – Las mitzvót son las instrucciones y el consejo de Dios para vivir y para mejorar nuestro carácter.
וכל אלו הדברים כדי לכוף את יצרו ולתקן דעותיו ורוב דיני התורה אינן אלא עצות מרחוק מגדול העצה לתקן הדעות וליישר כל המעשים.
«Y todas estas cosas [las mitzvót] son para [ayudarnos a] superar nuestras inclinaciones negativas y corregir nuestros rasgos de carácter; y la mayoría de las leyes de la Toráh son instrucciones del Gran Consejero [para ayudarnos] a corregir nuestros rasgos de personalidad y mejorar nuestros actos».
¿De qué manera las mitzvót son una guía hacia la perfección? El siguiente Midrásh revela la respuesta:
4. Midrásh Rabáh, Bereshít 44:1 – Las Mitzvót perfeccionan a la humanidad.
וכי מה איכפת ליה להקב"ה למי ששוחט מן הצואר או מי ששוחט מן העורף?
היו לא נתנו המצות אלא לצרף בהם את הבריות.
«¿Qué le importa a Dios si se degolló a un animal desde el cuello o desde la garganta?
[La respuesta es] “Los mandamientos fueron dados sólo para perfeccionar a la humanidad”».
Cualquiera que haya logrado un crecimiento espiritual a través de la Toráh y de las mitzvót puede dar testimonio del hecho de que el mayor sentimiento de realización que puede obtener una persona en la vida se relaciona con el crecimiento y los logros en el reino espiritual. Esta idea es otra alusión de la ofrenda de las Dos Hogazas que se llevaba al Sagrado Templo en Shavu’ót.
5. Rav Eliyáhu Dessler, Strive for Truth, (En Búsqueda de la Verdad) Volumen IV, páginas 31-32 – Centrarse en el crecimiento espiritual en oposición al estancamiento materialista.
«En este día [Shavu’ót] le llevamos a Dios una “Ofrenda Nueva” de dos hogazas de trigo. Ésta se llama una “Ofrenda Nueva” porque es la primera ofrenda que se realiza de una nueva cosecha de trigo. También hay una razón más profunda. Esta ofrenda celebra nuestra conquista del nivel espiritual conocido como “recibir la Toráh”, y cada logro espiritual es completamente nuevo –de hecho, un mundo nuevo- comparado con el nivel que se tenía previamente. En el mundo material nada es verdaderamente nuevo. Satisfacer los propios deseos físicos es muy parecido a satisfacer a otro. El placer pronto se desvanece y comienza la búsqueda de algo “nuevo”, pero el resultado siempre es el mismo. Un exceso de placeres físicos eventualmente provoca repulsión y reducción del disfrute. Pero los logros del espíritu nunca nos aburren. La dulzura que se siente al estudiar Toráh y en el servicio interno a Dios es constante. Ésta es la prueba mayor y la más convincente respecto a la verdad de nuestro legado espiritual».
Lehitra’ót! 🙋🏻♂️