TÉCNICAS DE ESTUDIO:

CÓMO PREPARAR EXÁMENES

SE ACERCA EL TEMIDO MOMENTO:

CONTROLAR LOS EXÁMENES EN 7 PASOS

Vamos dejando atrás la realización de tareas. Ahora toca preparar exámenes. Dedicaremos esta sesión de Tutoría a buscar juntos la mejor manera de hacerlo.

1.- Es importante tu actitud ante el examen: No acumules el estudio en los últimos días, o te resultará cansado y disminuirá tu rendimiento; mejor planifica tu estudio, divide la materia en un calendario y cumple el plan. Estudia el tiempo que necesites todos los días. El día anterior al examen el repaso debe ser moderado, sin intentar apurar robándole horas al sueño. El trabajo diario te permitirá además estar seguro de que lo entiendes todo, o preguntar las dudas a los profesores.

Evita las distracciones inútiles (las redes sociales y los videojuegos se llevan el premio), pero también los discursos derrotistas del estilo "eso es imposible", "eso está dado", "eso es para enchufados"... Piensa que quien dice estas cosas sólo quiere evitar competencia, que a ti no te vaya mejor que a él/ella.

2.- Estudia cada tema: subraya, haz esquemas y resúmenes, siguiendo el método que hayas elegido (a mí me gusta el que me enseñó mi maestro del cole, Don Jesús: L2SERRR, o lo que es lo mismo, Leer dos veces/Subrayar las palabras clave/Esquematizar/Resumir/Repetir/Repasar; ni la mollera más dura se resiste...)

Cuando un tema queda bien aprendido, no se olvida fácilmente. El estudio de los siguientes temas hay que basarlo en los anteriores, por lo que nos sirve de repaso y consolidación. Intenta relacionar los contenidos entre sí.

3.- Cuando se aproxime el examen, repasa para afianzar lo aprendido en la memoria: revisa tus esquemas, vuelve a leer y repite.

4.- Justo antes del examen, olvida los nervios: son un estorbo inútil. La actitud ante un examen debe ser deportiva (¡Vamos a ver qué soy capaz de hacer!) Piensa que hay poco que perder y mucho que ganar, y que incluso si no sale bien, te da experiencia para el próximo.

Los días anteriores, procura relajarte. Evita hablar con los compañeros justo antes de realizarlo, o pensarás que no recuerdas nada y aumentará el nerviosismo. No intentes comprobar si recuerdas todos los temas en el último momento; la mente está en tensión, ya no se puede reforzar la memoria, así que es mejor que te concentres en lo que vas a hacer.

Procura estar en plena forma física y mentalmente, durmiendo bien.

Lo más importante es que no dejes todo para el último momento, que des tiempo a la memoria para asentar la información que recibe (la memoria necesita reposo y el recuerdo será más fácil si existe orden).

5.- Durante el examen, deja los nervios en el pasillo, tómate tiempo para leer bien todas las preguntas. A veces, puede haber más de una que haga referencia al mismo tema, y habrá que decidir el enfoque y el contenido para cada una. Si leídas todas alguna no es muy clara, pregunta al profesor y te las aclarará.

Antes de contestar cada pregunta en particular, es mejor leerlas varias veces, hasta que nos aseguremos de su comprensión. Buscar la palabra clave que te indique qué hacer: explicar, demostrar, definir, calcular, encontrar… . Hay que practicar la lectura comprensiva.

Es necesario conocer el valor de cada cuestión, pues no se le va a dedicar el mismo tiempo a un tema valorando con tres puntos, que si sólo merece uno. Debes hacer una distribución rápida del tiempo, dejando unos minutos para revisar el examen antes de entregarlo. Se debe comenzar por las cuestiones que mayor valoración tengan, y por las que mejor se saben. Si hay preguntas de desarrollo, la mejor forma de contestar es haciendo, al principio, un esquema que te guíe.

Cuando no hay tiempo para responder alguna cuestión se deben expresar las ideas básicas, aun que sea de manera superficial. Así demostraremos que efectivamente sabíamos de qué trataba la pregunta.

Procura ser claro y breve; hacer bien un examen no consiste en escribir mucho, sino contestar con precisión a lo que se te pregunta.

6.- Antes de entregar el examen, debes revisar:

  • El contenido, asegurándote de que has contestado todas las preguntas, que las respuestas están completas, que no hay errores y que no recuerdas nada nuevo. Después de contestar, lee otra vez la pregunta y la respuesta y valorar si ésta responde efectivamente a la primera.

  • La forma, asegurándote de que la presentación es buena (que esté sin borrones ni tachaduras), la letra clara y legible y las líneas rectas. Procurar dejar un espacio en blanco, por si al repasar surgen ideas nuevas. Es el momento de corregir las faltas de ortografía y los posibles errores de estilo.

7.- Utiliza el examen para hacer feedback. El examen es entrenamiento, te permite detectar tus fallos, medirte. Piensa que lo haces voluntariamente, que has escogido saber cuánto sabes y dónde has conseguido llegar en el control del temario. El profesor te ayuda en la tarea, indicándote lo que está bien o mal, en ningún caso es tu enemigo ni tiene ningún interés en suspenderte. Eres tú quien aprueba o suspende, el profesor sólo te indica la medida en que has alcanzado los objetivos del nivel y módulo en el que estás, o de la prueba que quieres superar.

Para finalizar, aquí te dejamos un vídeo interesante sobre hábitos de estudio: