ARTE Y CULTURA EN EL SIGLO XIX
ARTE Y CULTURA DEL SIGLO XIX
Desde comienzos del siglo XIX hasta principios del XX surgieron en las artes plásticas varios movimientos artísticos, como el Neoclasicismo, el Romanticismo y el Realismo y a finales de siglo aparecen el Modernismo, el Impresionismo y el Postimpresionismo. En España destacó sobre todas la figura de Francisco de Goya.
A lo largo del siglo XIX se desarrollaron en arquitectura diferentes corrientes, desde el Neoclasicismo hasta el Historicismo (Neogótico, Neomudéjar...) o la Arquitectura del hierro y cristal (Torre Eiffel).
La Literatura española vivió un momento de esplendor. En la primera mitad del siglo, triunfa el Romanticismo (Espronceda, Larra, Rosalía de Castro, Bécquer...); en la segunda mitad, el realismo (Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán,...). Fue muy importante el movimiento cultural que tuvo lugar a finales del siglo, la Generación del 98 (Pio Baroja, Valle Inclán, Unamuno...), de la que parte del regeneracionismo.
NEOCLASICISMO
El auge de la burguesía tras la Revolución francesa favoreció el resurgimiento de las formas clásicas, más puras y austeras, en contraposición a los excesos ornamentales del barroco y rococó, identificados con la aristocracia. Sus obras reproducen el arte griego y romano en el que se inspiran. Tanto la pintura como la arquitectura y la escultura intentan conseguir la armonía entre las partes y el todo. Destacan en arquitectura la Iglesia de la Magdelaine en París, en escultura Canova (Psiqué y el Amor) y en pintura J.L. David (El juramento de los Horacios).
ROMANTICISMO
Movimiento de profunda renovación en todos los géneros artísticos; los románticos pusieron especial atención en el terreno de la espiritualidad, de la imaginación, la fantasía, el sentimiento, la evocación ensoñadora.
Entre sus características están: predominio del color sobre el dibujo, gusto por lo exótico y lo pintoresco y búsqueda de inspiración en la Edad Media (en el Gótico).
Destacaron pintores como Delacroix (La libertad guiando al pueblo), Gericault (La barca de Medusa) o Turner (La tempestad).
El romanticismo dio mucha importancia a la música, como principal vía de expresar los sentimientos personales. Se desarrolló la ópera, como medio de exaltación de los nacionalismos. En España, se popularizó la zarzuela, con autores como Francisco Asenjo Barbieri, autor de “El barberillo de Lavapiés”, obra costumbrista en la que se refleja la picaresca del Madrid de la época.
REALISMO
Desde mediados de siglo surgió una tendencia que puso énfasis en la realidad, la descripción del mundo circundante, especialmente de obreros y campesinos en el nuevo marco de la era industrial, con un cierto componente de denuncia social, ligado a movimientos políticos como el socialismo utópico.
En pintura, sobresalen Millet (El Ángelus), Daumier (La Lavandera) y Coubert (El Taller).
En Gran Bretaña surgió la escuela de los prerrafaelitas, que se inspiraban –como su nombre indica– en los pintores italianos anteriores a Rafael, así como en la recién surgida fotografía.
IMPRESIONISMO
Fue un movimiento profundamente innovador, que supuso una ruptura con el arte académico y una transformación del lenguaje artístico, iniciando el camino hacia los movimientos de vanguardia. Se inspiraban en la naturaleza, de la que pretendían captar una “impresión” visual, la plasmación de un instante en el lienzo, con una técnica de pincelada suelta y tonos claros y luminosos.
Los artistas adoptaron posturas alejadas del arte academicista, por lo que fueron rechazados por los representantes del arte oficial. Destacan Claude Monet (La catedral de Rouen), Edouard Manet (El desayuno y Olimpia), Edgar Degás (El ajenjo), Renoir (Moulin de la Galette), entre otros.
POSTIMPRESIONISMO
Son artistas que, partiendo de los nuevos hallazgos técnicos efectuados por los impresionistas, los reinterpretan de manera personal, dándoles una mayor carga emotiva y subjetiva del mundo, abriendo distintas vías de desarrollo de suma importancia para la evolución del arte en el siglo XX: Henri de Toulouse-Lautrec (Moulin Rouge), Paul Gauguin (Mujeres de Tahití), Paul Cézanne (Los jugadores de cartas), Vincent Van Gogh (Girasoles), Joaquín Sorolla (Paseo a orillas del mar), etc.
El escultor impresionista por excelencia será Rodin, autor de El pensador y El Beso.
GOYA
El autor más representativo del arte español en la primera mitad del siglo XIX es Francisco de Goya y Lucientes. En su obra une elementos del Barroco y del Neoclasicismo, evolucionando en sucesivas etapas a lo largo de su vida.
Su obra se puede clasificar en: cartones para tapices, retratos, temas religioso, temas históricos, pinturas negras y grabados. Sobresalen obras como La familia de Carlos IV, Los fusilamientos del 3 de mayo, La maja desnuda y La maja vestida, El quitasol, o la serie de grabados Los caprichos, La tauromaquia o Los desastres de la guerra.
ARQUITECTURA DEL SIGLO XIX
La arquitectura decimonónica sufrió una gran evolución debido a los avances técnicos que comportó la Revolución industrial, con la incorporación de nuevos materiales como el hierro y el hormigón, que permitieron la construcción de estructuras más sólidas y diáfanas.
- La primera mitad de siglo vio un cierto eclecticismo de las formas, así como un revival de estilos anteriores reinterpretados según conceptos modernos: es el llamado historicismo, que produjo movimientos como el neorrománico, el neogótico, el neobarroco, etc.
- A mediados del siglo, cogió impulso la Arquitectura de cristal y hierro, estilo propio de la Revolución industrial, que se popularizó a través de la arquitectura ferroviaria, las galerías comerciales y mercados cubiertos, y los grandes pabellones de las exposiciones universales de la segunda mitad del siglo XIX. Obtuvo una gran aceptación social en la Inglaterra victoriana a partir del Crystal Palace de Joseph Paxton.
- A finales de siglo surgió el Modernismo, que supuso una gran revolución en terreno del diseño, con nombres como Victor Horta, Otto Wagner, Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch, etc.
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