Tema 2.1.

Siglo XIX

1. INTRODUCCIÓN

Es frecuente la concepción de que el siglo XIX comenzó en 1800 y finalizó en 1899. La característica fundamental son sus fuertes cambios, anunciados y gestados en el pasado pero que se efectuarán de hecho en el siglo, que afectaron a todos los ámbitos de la vida y el conocimiento.

Revoluciones de todas las índoles tendrían lugar. La economía sufriría dos fuertes revoluciones industriales:

  • La primera, acaecida entre 1750 y 1840.

  • La segunda, entre 1880 y 1914.

En política las nuevas ideas del anterior siglo sentarían las bases para las revoluciones burguesas, revoluciones que se explayarían por el mundo mediante el imperialismo y buscaría alianza con el movimiento obrero al que, para evitar su triunfo, le cederían el sufragio universal.

El arte se demoraría en iniciar el proceso de vanguardia, pero quedaría cimentado en movimientos como el impresionismo.


2. CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN Y LIBERALISMO

A pesar de los esfuerzos de algunos monarcas ilustrados y de las reformas introducidas, la situación política no había cambiado mucho a finales del siglo XVIII. La monarquía seguía concentrando todo el poder, sin admitir participación alguna en la toma de decisiones política. La nobleza y el alto clero continuaban manteniendo gran cantidad de privilegios. La burguesía, que había sufrido una verdadera transformación desde el siglo XVI, era tanto o más culta que la nobleza, pero se encontraba marginada políticamente, pagaba una gran cantidad de impuestos y apenas recibía nada a cambio.

Los ideales de la Ilustración, que proclamaban el triunfo de la razón y el progreso, así como las demandas de libertad e igualdad, se extendieron por toda Europa. La crítica a la sociedad de Antiguo Régimen y a los privilegios ancestrales se hizo cada vez más general.

Todo ello provocó levantamientos de la burguesía en algunos países. Aliada con grupos de artesanos y profesionales urbanos, intentaba acabar con los viejos privilegios. De todos los movimientos que se produjeron, dos fueron los más significativos: la Independencia de los Estados Unidos de América y la Revolución Francesa, ambos basados en la ideología liberal.

El liberalismo es la ideología y el sistema político de la clase burguesa. Sus principios, que arrancaban de pensadores de los siglos XVII y XVIII, se formularon en las primeras declaraciones de derechos ciudadanos y cuajaron en las constituciones que se fueron promulgando en prácticamente todos los países europeos a lo largo del siglo XIX.

La ideología liberal está fundamentada sobre los principios de libertad e igualdad:

  • El principio de libertad exige:

A) El respeto a la persona, para lo cual se articularon las declaraciones de derechos ciudadanos.

B) La defensa de la libertad de pensamiento, lo que condujo a la separación de la Iglesia y el Estado.

C) La defensa de libertad económica, lo que suponía la consagración de la libertad privada sin límites.

  • El principio de igualdad exige:

A) Que todas las personas sean iguales ante la ley, con la consiguiente aceptación de que la soberanía de la nación reside en el pueblo; ello queda reflejado en un documento, la Constitución. El poder, por tanto, no es ya propiedad del rey, sino de los ciudadanos.

B) Relacionado con ello se desarrolla el concepto de separación de poderes, es decir la existencia de tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial.

C) Por otra parte esa igualdad se entiende como la posibilidad de ascenso y triunfo que todo individuo ha de tener en una sociedad abierta.


3. LAS REVOLUCIONES POLÍTICAS: INDEPENDENCIA NORTEAMERICANA Y REVOLUCIÓN FRANCESA


3.1. INDEPENDENCIA NORTEAMERICANA:

Las colonias establecidas por Gran Bretaña en la costa este de América del Norte habían alcanzado una gran prosperidad en el siglo XVIII. Esto ayudó a crear un sentimiento de unidad frente a la metrópoli, que sólo se aprovechaba de sus riquezas, pero no ofrecía ninguna ventaja a los colonos, quienes no tenían representación en el Parlamento inglés.

Influidos por las ideas de la Ilustración, se negaron a acatar las leyes de un Parlamento en el cual no tenían representación. Así, en 1767, ante un nuevo aumento de los impuestos, las colonias se negaron a pagar. El conflicto se agudizó a partir de 1773, a causa de la aplicación de nuevos impuestos, hasta que al final el 4 de julio de 1776, los delegados de las trece colonias, reunidos en Filadelfia, promulgaron la Declaración de Independencia, en la que se reflejaron los principios políticos liberales.

En la guerra para conseguir la independencia, los colonos fueron apoyados por los estados francés y español, como parte de una política antibritánica. Finalmente Gran Bretaña fue derrotada y reconoció la independencia de los Estados Unidos de América en el tratado de Versalles (1783).

Una vez conseguida la independencia, las diferencias sociales y económicas entre los Estados (antiguas colonias) dificultaron la creación de un Estado unificado. Pero en 1787, se pactó la creación de una república federal, en que cada Estado miembro conservaba su soberanía a cambio de ceder determinadas competencias a un gobierno central, y se redactó una Constitución como ley fundamental. Esta completaba la Declaración de los Derechos (Virginia, 1776) y fue la primera en la que se reflejaron los principios liberales de la división de poderes y la soberanía nacional. El presidente controla el poder ejecutivo y era elegido cada cuatro años, George Washington será el primero. El poder legislativo lo tendrá el Congreso (Cámara de Representantes y Senado). El poder judicial lo tiene el Tribual Supremo.

La independencia de los Estados Unidos de América supuso un estímulo para algunos sectores de la población europea, que vieron que era posible llevar a la práctica los principios del liberalismo; supuso además un modelo para la Revolución Francesa y para la emancipación de América Latina.

3.2. LA REVOLUCIÓN FRANCESA:

A finales del siglo XVIII Francia mantenía el Antiguo Régimen: el rey Luis XVI seguía siendo un monarca absoluto y la sociedad era estamental y estaba dividida entre privilegiados (nobleza y clero) y los no privilegiados (pueblo llano o tercer estado).

En esta situación, tres tipos de causas provocaron la revolución:

  • Causas económicas. Desde 1760 se sucedieron las malas cosechas, lo que provocó el alza de los precios y el descontento de los grupos populares. Además, se incrementó la crisis financiera por los gastos de la corte y los conflictos bélicos (apoyo a los colonos norteamericanos frente a los británicos).

  • Causas sociales. Los burgueses se habían enriquecido durante el siglo XVIII, pero estaban descontentos porque tenían poco poder político, pues los altos cargos del gobierno y del ejército eran ocupados por la nobleza. Además, consideraban injusto que sólo el tercer estado pagara impuestos.

  • Causas ideológicas. Las ideas ilustradas defendían que las personas tenían unos "derechos naturales" que el poder político debía respetar.

En 1789 una serie de revueltas provocaron la caída del Antiguo Régimen. En primavera, el rey Luis XVI convocó los Estados Generales, la asamblea formada por representantes de los tres estamentos, para que aprobaran nuevos impuestos y poder resolver así la crisis financiera. La nobleza y el clero pretendían que se votara por estamento, lo que le daba mayoría a los privilegiados, mientras que los representantes del “Tercer Estado” pedían el voto personal. Ante la negativa de los estamentos privilegiados, los representantes del tercer estado se constituyeron en Asamblea Nacional en junio, para representar a toda Francia, abandonando los Estados Generales y reuniéndose en la sala del Juego de la Pelota, donde juraron permanecer hasta dar a Francia una Constitución.

En 1789 el pueblo se levanta y toma la prisión de la Bastilla, símbolo del absolutismo y del Antiguo Régimen. El rey Luis XVI acepta representantes del pueblo (de la burguesía) en lo que se conoce como Asamblea Constituyente (1789-1791), institución que pudo llevar a cabo tres importantes iniciativas:

  • La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que proclamaba la libertad, la igualdad entre personas y la soberanía nacional.

  • La Constitución civil del clero, destinada al control del estamento eclesiástico.

  • La Constitución de 1791, fundada sobre los principios de la soberanía nacional y la división de poderes. En esta división de poderes el rey nombraba los ministros y dirigía la política exterior; la Asamblea votaba las leyes y finalmente los jueces se encargaban de evitar su incumplimiento. Los diputados de la Asamblea l eran elegidos por sufragio masculino censitario, es decir, sólo votaban aquellos hombres que tuvieran una determinada renta.

Una vez aprobada la Constitución, la Asamblea Constituyente tomó el nombre de Asamblea Legislativa, que se empleó en la preparación de nuevas leyes, pero también tuvo que hacer frente a las amenazas exteriores contrarrevolucionarias, apoyadas por Prusia y Austria.

La actuación contrarrevolucionaria del propio rey Luis XVI y la reacción popular que originó, supuso la formación de una nueva Asamblea (septiembre de 1792), llamada Convención, elegida por sufragio masculino universal. Esta nueva etapa, la Convención (1972-1795), se inició con el gobierno de los girondinos (portavoces de la burguesía), representantes de una línea moderada. Luis XVI fue guillotinado en enero de 1793; a continuación, la Revolución pasó a ser dirigida e impulsada por los jacobinos, con lo que los sectores populares más radicalizados subían al poder. Se preparó una nueva Constitución (1793) y se implantó una dictadura, dirigida por Robespierre, que impuso el terror para preservar la Revolución.

El período del Terror terminó con la reacción moderada, con la Convención Termidoriana (Golpe de Estado de termidor-mes de julio-). Robespierre fue guillotinado y la burguesía moderada se hizo con el poder. Una nueva Constitución (1795) sirvió de base al establecimiento del Directorio (1795-1799), con lo cual la burguesía imponía sus principios (por ejemplo vuelta al sufragio censitario masculino) y confiaba la defensa del orden establecido a la fuerza militar, representada en este caso por Napoleón.

Entre las consecuencias de la Revolución Francesa podemos destacar:

  • El rey pasó de tener un poder absoluto a ser un monarca constitucional. Ya no había súbditos, sino ciudadanos.

  • Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

  • Se reconoció la soberanía nacional, si bien ésta fue muy controlada por la burguesía.

  • Se aprobaron constituciones y, por primera vez en la historia, se definieron por escrito los derechos y obligaciones de gobernantes y gobernados y se organizó el poder del Estado.

  • La burguesía alcanzó el poder político, desplazando a la nobleza.

  • Comenzaron a surgir ideas de independencia en las colonias iberoamericanas, influidas por el triunfo de la revolución en Francia.


4. IMPERIO NAPOLEÓNICO, CONGRESO DE VIENA Y POSTERIORES OLEADAS REVOLUCIONARIAS


4.1. IMPERIO NAPOLEÓNICO (1804-1815):

La última gran expansión militar de Francia tuvo lugar durante la Revolución y, en particular, bajo e Napoleón Bonaparte, quien entre 1809 y 1812, gracias a sus brillantes cualidades militares, logró dominar el continente europeo. El emperador pretendió organizar Europa bajo una hegemonía única, la de Francia.

Napoleón Bonaparte fue primero cónsul durante tres años, ejerciendo un poder dictatorial hasta nombrarse a sí mismo emperador. Creó un Estado moderno, de su gobierno destacará:

  • Permite el regreso de los nobles exiliados.

  • Aprueba la Constitución de 1804.

  • Establece un sistema educativo dependiente del Estado.

  • Elabora un Código Civil.

  • Mejora las relaciones con la Iglesia.

  • Consigue un gran crecimiento económico.

Creó un extraordinario imperio, extendiéndose territorialmente a lo largo de Europa: incorporó a su Imperio Holanda y la región del litoral alemán del mar del Norte, las Provincias Ilirias; en el Adriático, Italia, se impone sobre Prusia y Austria e invade otros territorios como España.

En algunos de los países que conquistaba mandó como gobernantes a familiares o miembros de su ejército.

Es derrotado al intentar invadir Rusia, recluyéndose en la isla de Elba, donde permaneció hasta 1815. Este año regresa, estando en el poder 100 días, hasta que fue derrotado en la batalla de Waterloo, siendo desterrado a la isla de Santa Elena.


4.2 EL CONGRESO DE VIENA Y LA EUROPA DE LA RESTAURACIÓN:

Los países que derrotan a Napoleón: Rusia, Prusia, Austria y Reino Unido se reúnen con Francia en el Congreso de Viena (1815), donde se restablecen las fronteras de Europa modificadas por Napoleón y se restaura el Antiguo Régimen, imponiéndose el absolutismo.

  • Francia pierde los territorios conquistados.

  • Rusia, Austria y Prusia se reparten territorios.

  • Bélgica y Holanda se unen en un solo reino, los Países Bajos.

  • Italia estaba dividida en diversos Estados.

A pesar de la restauración de las monarquías absolutas habrá una fuerte oposición ciudadana; no se consiguen eliminar las ideas liberales, que serán el desencadenante de las revoluciones de 1820, 1830 y 1848.


4.3. REVOLUCIONES LIBERALES

  • Revolución de 1820:

Primera de las reacciones que se produce en varias naciones europeas (entre ellas España con el Pronunciamiento del General Riego ante Fernando VII para restablecer la constitución de 1812) ante el intento de imponer las monarquías absolutas. Se organizó en torno a dos grandes movimientos:

Liberalismo: movimiento a favor de la libertad del individuo, de la soberanía nacional, y de la separación de poderes, considerado como cimiento de la democracia.

Nacionalismo: exaltación del sentimiento de permanencia a una nación (da lugar a la independencia de la América Española).

  • Revoluciones de 1830:

Se inicia en Francia, donde los liberales se levantan contra el absolutismo de Carlos X de Borbón. Se extiende a Bélgica (que supone su independencia) y a Polonia (donde el intento revolucionario fue reprimido por Rusia). En estos actos adquieren importancia las sociedades secretas, como los carbonarios.

  • Revolución de 1848:

Revoluciones que afectaron a muchos países europeos donde se habían establecido monarquías absolutas después del Congreso de Viena y que se caracterizan por tener un componente no solo liberal y nacionalista, sino también democrático ya que se reivindicó el sufragio universal masculino. Por otra parte, se produce un enfrentamiento entre la alta burguesía y los proletarios y pequeños burgueses, que se consideraban desfavorecidos.

  • Procesos unificadores:

Al mismo tiempo que los movimientos liberales se desarrollan, aparecen movimientos nacionalistas que pretenden hacer coincidir las fronteras de los estados (lengua, historia, razas). Sus consecuencias fueron:

  • Desaparición de imperios que agrupaban distintas naciones.

  • Unificación de pueblos que estaban divididos en pequeños estados (Italia, Alemania). La unificación italiana fue llevada a cabo por Víctor Manuel II de Saboya y la alemana por Guillermo II de Prusia.

  • Emancipación de la América española:

Las ideas liberales llegaron a las colonias de América. Fueron difíciles los esfuerzos realizados por Fernando VII para instaurar de nuevo el absolutismo. Se inicia un conflicto armado, donde se reclamaba la independencia. España no pudo hacer frente a este problema debido a su mala situación económica. Poco a poco consiguen la independencia, menos Cuba, Puerto Rico. Los protagonistas de la independencia fueron Simón Bolívar y José San Martín, entre otros.