Arte de los siglos XIX y XX

ÍNDICE

4. EL ARTE EN EL SIGLO XIX

4.1. ARQUITECTURA

4.2. ESCULTURA

4.3. PINTURA

4.3.1. LA PINTURA ROMÁNTICA

4.3.2. EL REALISMO

4.3.3. IMPRESIONISMO Y POSTIMPRESIONISMO

5. EL ARTE EN EL SIGLO XX. LAS VANGUARDIAS ARTÍSTICAS

5.1. EL ARTE EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX

5.2. EL ARTE EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX

6. EL PATRIMONIO HISTÓRICO-ARTÍSTICO DE EXTREMADURA: LAS CIUDADES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD Y LOS CONJUNTOS HISTÓRICO-ARTÍSTICOS

6.1. EL CONJUNTO ARQUEOLÓGICO DE MÉRIDA

6.2. LA CIUDAD MONUMENTAL DE CÁCERES

6.3. EL REAL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE

7. LA RED DE MUSEOS DE EXTREMADURA

4. EL ARTE EN EL SIGLO XIX


El arte del siglo XIX evoluciona desde el Neoclasicismo, que pervive del siglo anterior, hacia el ROMANTICISMO (de los años veinte a mediados de siglo), el REALISMO (durante el tercer cuarto de la centuria) y, en las últimas décadas del siglo, la revolución estética que significó el IMPRESIONISMO.


4.1. ARQUITECTURA

La arquitectura del siglo XIX no tuvo un carácter uniforme a lo largo de sus décadas.

Una vez superadas las formas neoclásicas, con el ROMANTICISMO (décadas treinta y cuarenta) la arquitectura vuelve sus ojos hacia el pasado medieval, predominando las tendencias historicistas (historicismo) y se construyen edificios que podríamos calificar de neo-árabes, neo-románicos, neo-góticos, etc. Entre estas corrientes destacó muy especialmente el neogótico británico (resurrección de los principios estéticos del gótico) cuya obra más destacable es el conjunto del Parlamento Británico, obra de BARRY.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX se abre una verdadera etapa novedosa en ideas en el campo arquitectónico, debido en gran medida a la influencia de la Revolución Industrial (desarrollo de la ingeniería). Todo ello se debe a la necesidad de construir nuevos edificios (estaciones de ferrocarril, fábricas, almacenes, etc.) y al empleo de un nuevo material de construcción: el hierro. Aplicado a la estructura de los edificios, evitaba usar gruesos muros y permitía construir con más altura y mayores aberturas. Su aplicación más productiva se da cuando se le emplea en la propia fachada, acompañado de cristal. Los rascacielos realizados por los componentes de la “Escuela de Chicago” son ejemplos representativos.

Como reacción de rechazo hacia las corrientes historicistas se desarrolló en distintos países europeos un movimiento orientado a la valoración de lo “moderno”, lo “libre” y lo “creativo”. Con rasgos identificativos, como la sofisticación, la valoración de las artes decorativas y el diseño, y cierta preferencia por las líneas curvas y las formas irregulares, el movimiento adoptó la denominación genérica de MODERNISMO. Los arquitectos modernistas realizaron sus diseños con una visión de conjunto (estructuras, decoración, jardines) y entre ellos destacan el escocés C.R. MACKINTOSH (Escuela de Arte de Glasgow), el belga VAN de VELDE y el español Antonio GAUDÍ (Templo de la Sagrada Familia).


4.2. ESCULTURA

Una vez superado el neoclasicismo se desarrolla la escultura romántica, donde fue muy empleada la representación de escenas y personajes históricos con expresiones grandilocuentes. Entre los principales escultores del movimiento romántico cabe destacar F. RUDE (La Marsellesa, relieve del Arco de Triunfo) y A. PRÉAULT.

No obstante el gran escultor es RODIN, que aplica la estética impresionista a la escultura proporcionando una sensación de fuerza, de volúmenes toscos y sin acabar, de gran expresividad y dramatismo. Entre sus obras podemos destacar El Pensador, El beso y Los burgueses de Calais.


4.3. PINTURA

4.3.1. LA PINTURA ROMÁNTICA

La pintura romántica rompió con las normas del Neoclasicismo. Se caracterizó por la recuperación y la variedad de los colores, la imposición de éstos sobre el propio dibujo, el gran dinamismo de las escenas, el empleo de efectos de luz vibrantes y la elección de temas dispares (paisajes, desastres naturales, revoluciones políticas, etc.), aunque todos ellos impregnados por la interpretación personal de su creador.

El francés T. GÉRICAULT inició el estilo (La balsa de la Medusa), pero el gran definidor fue el también francés E. DELACROIX, que unió a la riqueza y exuberancia de sus composiciones su afición por el color y el movimiento y es autor de obras de gran resonancia en su época, como Escenas de la matanza de Quíos, La muerte de Sardanápalo y La libertad guiando al pueblo.

También deben destacarse notables paisajistas ingleses como J. CONSTABLE y J. W. TURNER.


4.3.2. EL REALISMO

El realismo se desarrolló en la segunda mitad del siglo XIX y surge como oposición a las corrientes románticas. Impone nuevos temas, como el mundo del trabajo, la realidad como base del arte y, en general, las clases bajas surgidas como consecuencia de la Revolución Industrial. Sus principales representantes fueron COURBET y MILLET.

Gustave COURBET rechazó toda idealización, ya que según él la pintura debía representar las cosas reales y existentes. En sus obras plasmó escenas de la vida cotidiana en las que retrató a humildes provincianos (Entierro de Ornans) y a obreros (Los picapedreros). MILLET representó la vida de los campesinos y su trabajo (El Ángelus, Las espigadoras).


4.3.3. IMPRESIONISMO Y POSTIMPRESIONISMO

En la década de 1870, apareció en París el IMPRESIONISMO. Los maestros más representativos del movimiento fueron MANET, MONET, RENOIR y DEGAS, que se mostraron preocupados por el estudio de la luz, afrontando el problema de la representación de los elementos fluctuantes del paisaje, es decir, su variación de un momento a otro. El objetivo de los pintores impresionistas era en definitiva representar los efectos que la luz ejercía sobre las cosas. Es decir, pretendían plasmar en un lienzo la “impresión” que producía ver un paisaje o un objeto bajo los cambios que experimentaba la luz. Para los impresionistas, el dibujo ya no tenía tanta importancia como medio para crear figuras. Daban forma a los objetos mediante manchas de color, con pinceladas sueltas.

E. MANET se inició en el realismo y es considerado como el padre del movimiento, pues sus obras (El almuerzo en la hierba, Olimpia, etc.) rompen con la pintura tradicional. C. MONET fue fiel al estilo hasta su muerte y sus obras más famosas son series sobre un mismo tema, como la Estación de San Lázaro o La catedral de Rouen. A. RENOIR adoptó pronto una norma clasicista en obras como El Moulin de la Galette o en diversos dibujos que realizó de niños. E. DEGAS, por último, representa la faceta más realista del Impresionismo (El baño, Los músicos en la orquesta).

A mediados de la década de los 80 comienza la revisión del movimiento impresionista, a través del puntillismo de G. SEURAT y P. SIGNAC y, sobre todo, de la obra de CÉZANNE, GAUGUIN y VAN GOGH, considerados los maestros del llamado POSTIMPRESIONISMO.

P. CÉZANNE buscó en la naturaleza las formas esenciales, que para él eran figuras geométricas, tal y como se refleja en Los jugadores de cartas o en Los grandes bañistas. P. GAUGUIN exaltó el color y sus obras (Tahitianas en la playa) abrieron las puertas a otros movimientos posteriores. V. VAN GOGH buscó siempre los colores puros, con los que quiso expresar las pasiones humanas (Noche estrellada, diversos autorretratos, etc.).

5. EL ARTE EN EL SIGLO XX.

LAS VANGUARDIAS ARTÍSTICAS


5.1. EL ARTE EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX


a) Arquitectura: racionalismo y organicismo.

Agotado el modernismo, surgió en Europa el RACIONALISMO o FUNCIONALISMO. Esta nueva concepción arquitectónica se caracterizaba por el abandono de los excesos ornamentales del modernismo, la tendencia a la simplificación de las formas, la valoración de la función a la que se destina el edificio, y un retorno a los volúmenes geométricos fundamentales. Los representantes más geniales del movimiento fueron Le Corbusier, Gropius y Van der Rohe.

Le Corbusier se preocupó por recuperar la dimensión humana de la arquitectura, aplicando sus ideas en la “Unidad de Habitación” de Marsella y en la Villa Saboya. Su creación más genial fue la iglesia de Notre-Dame-du-Haut. Gropius fue el creador de la escuela Bauhaus, una escuela integrada de arquitectura, diseño y arte, que dejó una enorme huella en numerosos arquitectos del siglo XX. Van der Rohe se caracterizó por la expresividad de la desnudez de los materiales.

En Estados Unidos, mientras tanto, se desarrolló el ORGANICISMO, cuyo arquitecto más representativo fue Frank Lloyd Wright, quién postuló la integración de la arquitectura en su ambiente natural. Sus obras más destacadas son la Casa de la Cascada y el Museo Guggenheim de Nueva York.


b) Escultura: cubismo, abstracción y movimiento.

Al igual que la pintura, la escultura evolucionó de lo figurativo a lo abstracto. La transformación se percibía en el interés por otros temas distintos al ser humano, en el uso del hueco y en la deformación de los rasgos. Todo esto condujo, más adelante, a la abstracción total, es decir, a la creación de formas sin ningún apoyo en la realidad.

En la segunda década del siglo XX, tres artistas iniciarán la evolución adaptando las ideas cubistas: Constantin Brancusi, el maestro de la estilización y de las superficies pulidas; Pablo Gargallo, el primero en utilizar el hueco como recurso expresivo, y Henry Moore, que deformó las figuras para conseguir el sentimiento. Otros escultores del período fueron Julio González, un cubista que recurrió al hierro forjado, soldado o remachado, para representar sus formas abstractas, y Alexander Calder, que consiguió añadir energía a la abstracción con sus figuras en movimiento (móviles), suspendidas o apoyadas en equilibrio inestable.


c) Pintura: las vanguardias artísticas.

Las transformaciones de comienzo de siglo influyeron en la pintura, suscitando una serie de movimientos que se sucedieron rápidamente. Los más significativos fueron el fauvismo, el cubismo, el expresionismo y el surrealismo.

El FAUVISMO se presentó como una reacción contra el impresionismo, reivindicando el color por encima de la luz. El CUBISMO fue evolucionando gracias al propio Picasso (cubismo analítico y sintético), haciéndose cada vez menos colorista y abandonando definitivamente la perspectiva y el sombreado. El EXPRESIONISMO puso de manifiesto todo el pesimismo generado por la Primera Guerra Mundial. Los expresionistas se pueden clasificar en dos grupos: el llamado de “El Puente”, formado en Dresde (Alemania) y en el que sobresalen E. Nolde y E. L. Kirchner; y el grupo de “El Jinete Azul” de Munich (Alemania), al que pertenecían el austriaco O. Kokoschka y el ruso V. Kandinsky. Más fecundo fue el surrealismo, cuya escuela tuvo grandes maestros como G. de Chirico o Max Ernnst y, sobre todo, R. Magritte y Salvador Dalí. En sus cuadros representaban sueños y pesadillas y ponían de manifiesto el mundo del subconsciente.


5.2. EL ARTE EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX


La hegemonía política y económica de los Estados Unidos dio lugar a que, al finalizar la 2ª Guerra Mundial, el centro de gravedad artístico del planeta se desplazase de París a Nueva York.


a) Arquitectura y escultura.

Alrededor de los años cincuenta del siglo XX, en arquitectura se produjo la difusión del estilo internacional y de su corriente opuesta, la especulación estética.

  • El ESTILO INTERNACIONAL, que se extendió por todo el mundo, tendía a modificar poco a poco el ambiente visual del paisaje urbano mediante el “remodelado” del aspecto de la ciudad. Edificios representativos de este estilo son el palacio de las Naciones Unidas en Nueva York, obra de los arquitectos W. K. Harrison y M. Abramovitz; la nueva capital de Brasil (Brasilia), diseñada por Oscar Niemeyer y L. Costa, y la Biblioteca Universitaria de Tokio, obra de K. Mackawa.

  • La ESPECULACIÓN ESTÉTICA se basaba en la importancia del sentimiento, de lo particular y de la tradición. Uno de sus ejemplos más representativos es la terminal de la TWA en el aeropuerto de Idlewild, en Nueva York, diseñada por el arquitecto E. Saarinem.

La escultura de la posguerra se debatió entre la abstracción y la figuración, la perfección de las formas y la expresión. Entre los escultores más destacados figuraron el franco-rumano E. Hajdu, el italiano B. Lardera y los españoles H. García Condoy, J. Mª. Subirachs y Eduardo Chillida.


b) Las nuevas tendencias pictóricas.

A partir de la década de 1950 la pintura buscaba nuevos caminos, lo que dio lugar a varias tendencias. Las más importantes fueron:

  • El EXPRESIONISMO ABSTRACTO, conocido en Europa como Informalismo y representado entre otros por W. De Kooning, quien en obras como Woman II desgarraba y transformaba la figura humana con pinceladas que parecían zarpazos.

  • La ACTION PAINTING o PINTURA DE ACCIÓN de J. Pollock, en la que el artista, dejándose llevar por su instinto y de forma mecánica, salpicaba la superficie del lienzo valiéndose de una brocha o de una lata agujereada.

  • El ABSTRACCIONISMO MATÉRICO del pintor español Antoni Tàpies, que se complace en buscar la calidad de los materiales en sus propias texturas. La utilización de materiales pobres (cuerdas, arpilleras, escayolas) hizo que esta tendencia fuera conocida también como “Arte Povera”.

  • Los avances en el mundo de la física influyeron en la aparición del OP-ART o ARTE ÓPTICO, y en la mentalidad de la sociedad de consumo americana propició el nacimiento del POP-ART o ARTE POPULAR. El OP ART se complacía en la pura geometría y en la calidad y el efectismo de los colores, siendo sus mejores representantes el franco-húngaro V. Vasarely y la británica B. Riley. El POP ART, por su parte, se inspiró en los objetos de la industria y del comercio, en las historietas de los cómics y en los iconos de las estrellas cinematográficas y de la música pop; sus mejores representantes fueron Andy Warhol, autor de variaciones fotográficas sobre un mismo tema, y R. Lichtenstein.

  • En la actualidad, la nueva mentalidad surgida de la “posmodernidad” ha dado lugar a la crisis de las vanguardias y al nacimiento de otras tendencias, como el ARTE CONCEPTUAL, el HAPPENING o el MINIMALISMO. Todas ellas son más intelectuales y teóricas que propiamente pictóricas y, por influencia dadaísta, afirman la participación del espectador en la obra, e incluso la sustitución de ésta por aquel.

6. EL PATRIMONIO HISTÓRICO-ARTÍSTICO DE EXTREMADURA:

LAS CIUDADES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD Y LOS CONJUNTOS HISTÓRICO-ARTÍSTICOS


Extremadura viene realizando desde hace muchos años un extraordinario esfuerzo para la recuperación y conservación de su tesoro artístico. Actualmente cuenta con tres conjuntos histórico-artísticos declarados Patrimonio de la Humanidad: el conjunto arqueológico de Mérida, la ciudad monumental de Cáceres y el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe.


6.1. EL CONJUNTO ARQUEOLÓGICO DE MÉRIDA


Augusta Emerita fue construida por los romanos en el 25 a. C. junto a la Vía de la Plata para albergar a los veteranos, eméritos o soldados retirados de las legiones que habían luchado en las guerras cántabras. Pronto se convirtió en una de las ciudades más importantes de la Hispania Romana. Curiosamente a través de la red de cloacas que todavía subsiste, se ha podido deducir la planta de la ciudad.

Mérida guarda infinidad de restos arqueológicos que la han convertido en centro continuo de excavaciones. Dos pantanos próximos abastecen a Mérida de agua a través de canales y acueductos, entre los que destaca el acueducto de los Milagros. Sobre el Guadiana se levanta un puente romano que, con casi 800 metros de longitud, es el más grande de la Hispania romana.

En cuanto a los edificios públicos, destaca el teatro romano de Mérida, que fue construido en el siglo I a. C. y tenía capacidad para 5.500 espectadores; su escena, un conjunto de bellas columnas corintias y arquitrabes, es de las más grandiosas del Imperio Romano. La ciudad contaba también con un anfiteatro, con capacidad para 15.000 espectadores, un circo, dos foros y varios templos.

De época más reciente es una interesante alcazaba construida por los musulmanes en el siglo VIII.

En el año 1993 el conjunto arqueológico de Mérida fue declarado Patrimonio de la Humanidad.


6.2. LA CIUDAD MONUMENTAL DE CÁCERES


Los orígenes de Cáceres se remontan a la época romana. Fue fundada en el año 29 a.C. sobre la Vía de la Plata, con el nombre de Colonia Norbensis Caesarina, aunque apenas quedan restos de esta etapa.

La ciudad adquirió mayor importancia bajo la dominación musulmana, ya que fue convertida en plaza fortificada con el nombre de Qazris. En este período el aspecto de la población cambió, puesto que se construyeron en la muralla diversas torres, entre las que destacan la torre del Bujaco, la torre Redonda, de la Yerba y la torre Mochada. Por su belleza merece mención el aljibe del Palacio de las Veletas.

En el siglo XIV, tras la Reconquista, llegaron a la ciudad muchos hidalgos, que construyeron numerosas casas-fortaleza protegidas con poderosas torres. Los Reyes Católicos, a finales del siglo XV, mandaron destruir buena parte de estos edificios, porque podían representar núcleos de resistencia al poder monárquico. Entre las torres que se conservan destaca la de las Cigüeñas, del palacio de los Cáceres-Ovando.

Con el descubrimiento de América, Cáceres vivió un nuevo período de esplendor y se construyeron numerosos edificios de carácter nobiliario, como el palacio de los Golfines, el palacio de Mayoralgo, las casas del vizconde de Roda y del Sol, etc.

También destacan en la ciudad bellos templos, como la iglesia de Santa María la Mayor, con elementos románicos y góticos; la iglesia de Santiago, vinculada a la orden de Santiago;, la iglesia de San Mateo, que ocupa el lugar de una antigua mezquita, o la iglesia barroca de San Francisco Javier.


6.3. EL REAL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE


Según la leyenda, el monasterio de Guadalupe se construyó en el lugar donde un pastor había hallado la imagen de la Virgen negra, escondida por los cristianos que huían de los musulmanes. En 1340 Alfonso XI, rey de Castilla y León, fundó el monasterio después de vencer a los musulmanes en la batalla del Salado.

El Real Monasterio de Guadalupe, que ocupa 20.000 m2, tiene numerosos edificios de distintos estilos y épocas: la iglesia mayor es gótica, con unas bellas puertas de bronce donde hay representadas escenas de la vida de Jesús y María; la sacristía, construida en el siglo XVII, cuenta con valiosísimas pinturas de Zurbarán en sus paredes; posee diversas capillas como la de San Martín y la de Santa Paula y el camarín barroco que guarda la imagen de la Virgen Guadalupe.

Dentro del recinto del monasterio se encuentran dos claustros. Uno de ellos es mudéjar, construido en ladrillo con un bello templete central, y constituye uno de los mejores monumentos de este estilo.

7. LA RED DE MUSEOS DE EXTREMADURA


La Red de Museos de Extremadura se configura como un instrumento de cooperación y colaboración con el fin de optimizar los recursos públicos y privados a los efectos de promoción, difusión, y protección del patrimonio museográfico de Extremadura.

La Red de Museos adopta las medidas necesarias que favorezcan la comunicación entre los distintos museos y colecciones con el objetivo de aumentar la oferta cultural de los extremeños a través de planes periódicos y estudios de las necesidades museísticas de la región.

La Red de Museos de Extremadura está compuesta por los museos permanentes de titularidad autonómica, por los estatales gestionados por la Comunidad Autónoma y por aquellos de titularidad pública o privada que hayan presentado declaración responsable y estén inscritos en el Registro de Museos. Éstos últimos deberán ser de interés cultural notable para la Comunidad por su singularidad o relevancia, y se incorporarán a la Red mediante el correspondiente convenio con la Consejería competente en materia de cultura.

Están inscritos en el Registro de Museos de Extremadura e incorporados a la Red de Museos de Extremadura los siguientes museos:

  1. Museo Arqueológico Provincial de Badajoz

  2. Museo Provincial de Bellas Artes de Badajoz

  3. Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz (MEIAC).

  4. Museo Arqueológico Provincial de Cáceres (Las Veletas)

  5. Sala de Exposición Permanente Municipal de Cáceres.

  6. Museo de Historia y Cultura Casa Pedrilla y Casa-museo Guayasamín de Cáceres.

  7. Museo de Nacional de Arte Romano de Mérida.

  8. Museo de Arte y Cultura Visigoda de Mérida.

  9. Museo Vostell-Malpartida de Cáceres.

  10. Museo Etnográfico-Textil Pérez Enciso de Plasencia.

  11. Museo Pérez Comendador-Leroux de Hervás.

  12. Museo Extremeño González Santana de Olivenza.