El fracaso del despotismo ilustrado en los últimos años del siglo XVIII produce una oposición entre los partidarios del Antiguo Régimen que luchan por preservar sus privilegios (el clero y la nobleza, que no pagan impuestos, poseen tierras, tienen el poder y disponen incluso de tribunales propios) y el nuevo grupo social (la burguesía) que se opone a esos privilegios.

Un espíritu revolucionario se extiende debido a la aparición de las siguientes ideologías:

- Liberalismo: Promueve la Igualdad ante la ley, la propiedad privada, la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y la libertad mercantil. Todos estos principios se imponen con el estallido de revoluciones liberales de gran violencia, que son el signo de la etapa que estudiamos.

- Nacionalismo: Defensa de la soberanía nacional (el poder está en los ciudadanos), opuesta al absolutismo, donde el poder lo tiene el rey.

- Romanticismo: Exaltación de la libertad individual, de las emociones, del pasado, del exotismo...

Veamos con detenimiento estos tres mapas conceptuales del profesor Francisco:

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1.- Investiga las ideas más importantes del liberalismo y escribe tres de ellas. Busca al autor más importante del liberalismo en el siglo XVIII.

2.- Investiga las ideas más importantes del nacionalismo y escribe tres de ellas.

Según el objetivo que se persiga, podemos distinguir dos tipos de nacionalismos en el siglo XIX, que podríamos decir que llegan hasta nuestros días:

• • El nacionalismo disgregador, separatista o centrífugo: pretende la independencia política de una nación que se encuentra integrada dentro de un Estado más grande.

  • El nacionalismo integrador, unificador o centrípeto: pretende la unificación en un solo Estado de naciones que se dividen en distintos Estados independientes.

Busca en la historia un ejemplo de nacionalismo integrador y otro de nacionalismo disgregador.

3.- Investiga las ideas más importantes del romanticismo y escribe tres de ellas. Cita al menos un poeta y un pintor del romanticismo.