INTERFASE
El escritorio madruga
su pino
huye a bostezo limpio:
el cajón lo reclama
inconcluso.
Cayó el ordenador.
Se consume
en el caos de foros.
El chat arruga la vida.
Nada concluye.
La pantalla cercena la secuencia,
memoria pendiente.
Navega apurado, muerto de curiosidad.
Se acepta, un logro original,
único: está solo y arrecho.
Reunido está condenado a saludar
una y otra vez en la pantalla…
cada saludo un adiós
y una nueva mentira.
Palidece la biblioteca
su orgía, infoxicada
de eyecciones,
vuelven impenetrables
las obras completas.
Lo leído se humedece.