ABRAXAS
Porque no hay después en la caída
Estoy condenado a ser feliz
Y solitario.
Todo se desvanece
Por el hueco de la escalera y
Recojo mis cuatro cachivaches.
Atizo la espiral
Del descenso:
No hay después, ni cuándo, ni dónde
Contra los peldaños enardecidos.
Y que te consuele.
Quisimos convertir el 2 en 1
Pensamos el todo simultáneamente
Y lo deslizamos por el pasamano
Hasta perderlo
En el olor común
Que ignora los presentimientos animales.
De los besos sin dónde,
De los días sin cuándo,
De las causas sin efecto,
De eso seríamos
Desquiciados.
Y que te consuele.
Con la cabeza bajo el agua
Respiro tu ausencia,
Ajusto el nudo que revienta las burbujas;
Bajo tan angosta superficie
Me ejercito en el amor.
Y trepan los peldaños,
Trepan
Por los pasos balbuceantes
Hacia el sifón
Que abre la hastiada escalera.
Paso a paso
Apaciguamos los cachivaches,
Acomodamos las burbujas en el cielo de la noche;
Paso a paso
Cree en lo incierto,
Créeme,
Porque no hay después
En lo que se diluye.