Semillas de chirimoya

Fruto del chirimoyo, árbol perteneciente a la familia Annonáceas, nombre común de una familia formada por más de 2.000 especies, en su mayor parte árboles

y arbustos tropicales.Normalmente es una fruta redondeada de forma acorazonada, de color verde claro con hoyos que se asemejan a huellas digitales o a las escamas de un reptil.Su pulpa es cremosa, formando ligeros grumos de aspecto gelatinoso que alberga diversas semillas de color negro brillante que se desprenden con bastante facilidad. Su sabor es dulce, parecido al de la fresa y la frambuesa, con un fino aroma a canela.Los tamaños del fruto más comunes van desde los 70 a los 85 milímetros y más.

Este exquisito fruto ya se cultivaba en tiempos de los Incas aunque todavía no se conoce con exactitud el origen de esta especie, las últimas teorías apuntan hacia Ecuador y Perú.

España es el primer productor mundial de chirimoyas, concentrándose casi toda la producción en la costa granadina entre Almuñecar y Motril pues en estos parajes se produce un micro-clima sub-tropical.

También se cultivan en Perú y Colombia.

Invierno: meses de octubre, noviembre, diciembre y Enero.

Fino de Jete

Esta es la variedad más extendida y comercializada en España. Sus frutos son de buen tamaño y de una calidad excelente. Destaca también por su bajo contenido en semillas y por su sabor extremadamente dulce.

La chirimoya, al igual que otras frutas exóticas, se debe conservar alejada del frío, por lo que no es recomendable conservarla en refrigerador. La temperatura ideal de conservación es de unos 15º centígrados.

Cuando su piel es verde y dura al tacto refleja que no ha llegado a la madurez, cosa que en dos o tres dias consigue. Si la piel se vuelve oscura y el fruto se vuelve blando es prueba de que ha alcanzado su madurez.

La chirimoya es una fruta frágil y delicada de transportar, por lo que los golpes le afectan muy negativamente.

TEMPERATURAS

Conservación:

8º C

Maduración:

18-20º C

La chirimoya se puede consumir al natural debido a su dulzura y cremosidad. Su sabor es una mezcla de fresa y frambuesa, pero con un fino toque a canela.

Se puede aderezar con zumo de lima o limón, que además de protegerla de la oxidación le acentúa su sabor y aroma.

El puré de pulpa de chirimoya se puede emplear como ingrediente de cremas y bebidas.

La chirimoya no tiene colesterol, es baja en grasa y constituye una buena fuente de vitamina C, glucosa, fósforo, hierro, calcio e hidratos de carbono. También es interesante su nulo contenido de colesterol y su bajo nivel de grasas.

Valor energético y nutritivo de 100 gramos de chirimoyas:

Kilojulios

Kilocalorías

Proteínas

Grasas

H. de Carbono

Fibra mineral

Agua

265

62

1,5 gr

0,3 gr

13,4 gr

0,8 gr

74,1 gr

Vitamina B1

Vitamina B2

Vitamina B3

Vitamina C

Calcio (Ca)

Hierro (Fe)

Fósforo (P)

90 µgr

110 µgrs

1100 µgr

14 mgr

20 µgrs

0,65 µgrs

30 µgrs

Es de consumo recomendado para personas con insuficiencia cardíaca, ya que la chirimoya fortalece el corazón.

También está indicada para afecciones de estómago y para combatir la obesidad.

Se recomienda su consumo también en casos de anemia.

Según estudios recientes la chirimoya tiene propiedades antienvejecimiento, reduce el colesterol y el ácido úrico.

Muchos expertos en frutas conceden la primera posición entre las frutas tropicales a la chirimoya.La pulpa de la chirimoya se ennegrece al contacto con el aire (oxidación). Para evitarlo basta con rociar la pulpa de la misma, en el momento que se abre, con zumo de lima o de limón.Las semillas de la chirimoya se emplean como un potente insecticida en algunos países. Basta con reducirlas a polvo, mezclarlas con ceniza y pasarla por un tamiz. Hay que tener presente no consumir las semillas, pues se consideran venenosas.Los frutos que no han alcanzado el desarrollo al llegar el tiempo frío, sufren una parada en el proceso hasta el año siguiente. Si durante dicho período de tiempo no se hielan, continúan el proceso de desarrollo hasta alcanzar la madurez nueve meses después.

Los primeros exploradores españoles introdujeron la chirimoya en España, desde donde se distribuyó a otros países mediterráneos: la ribera francesa, Italia, Argelia y Egipto. Más tarde esta llegaría hasta la India, Ceylán, Australia y África del Sur. Actualmente se encuentra en casi todos los países con clima subtropical.