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os primitivos almogávares aragoneses y catalanes vivían en lugares alejados de las ciudades, generalmente en zonas montañosas, lo que les determinaba desde su origen a tener un conocimiento perfecto del terreno circundante, que les permitirá realizar ataques por sorpresa en campo abierto sobre poblaciones musulmanas establecidas en los valles, con el objeto de obtener botín para su subsistencia. Este grupo humano vive por y para la guerra, actúa al principio siguiendo las directrices de un caudillo elegido entre ellos, aunque mientras permanezcan en la península no constituirán un ejército profesional, porque su estratificación en grados de infantería, a pesar de ser de preponderante en toda la baja edad media, aparace reducida a tres:
-El adalid (del árabe al-dalid, guía), jefe máximo.
-Los almocadenes (al- muqadam, jefe), responsable del funcionamiento de la hueste e integrantes del consejo, organismo decisorio sobre los problemas de diversos tipos que pudiesen plantearse.
-Y los almogávares propiamente dichos, constituyen la base de los soldados de la organización.
Los almogávares comienzan a ser conocidos cuando colaboran con las tropas de Jaime I (1213-1276), como tropas fronterizas, en las empresas de ampliación territorial catalano-aragonesa hacia el sur, durante la conquista del reino de Valencia (1232-1245). Existen varias hipótesis sobre el significado de su nombre:
- El término almogávar provendría del árabe, concretamente de al-mo-gauar o al-moughâvar que se refiere y designa al que hace incursiones en tierra enemiga.
- La segunda teoría hace proceder del árabe el origen de su nombre, en este caso del término al-muhavir o al-mukhavir que es el nombre que se aplica al que aporta noticias.
- Según una diferente opinión vendría del adjetivo gabar, que puede traducirse por orgulloso, altivo.
Las tres pueden ser correctas, en el sentido que las dos primeras hacen mención a su profesión militar, mientras que la tercera define su carácter y su forma de ser. En lo referente a su origen no existe acuerdo entre los expertos, aunque la mayoría coincide en afirmar que descienden de los grupos bárbaros que contribuyeron a la ruina del Imperio romano. Algunos creen que proceden de un grupo étnico derivado de los hunos o los godos. Otros les hacen provenir de los ávaros, pueblo que pertenecía a la confederación huna. Esta es la opinión de GEORGE PACHYMERIO, cronista bizantino del siglo XIV, y que es recogida por FRANCISCO DE MONCADA, historiador del siglo XVII. Para BUCHON, autor francés del siglo XIX, el nombre almogávar designa simplemente a los sarracenos de Occidente. Era el nombre dado a los árabes que habían llegado procedentes de la región nordeste de la gran isla africana (Magreb) en contraposición al Makric (levante). Esta opinión puede soprender, no la encontramos en ningún otro autor. BUCHON va a traducir a MUNTANER, cronista de los almogávares, aunque no explica como este nombre pudo haber pasado de los conquistadores árabes a los cristianos. DESCLOT, historiador catalán del siglo XIV describió así a los almogávares: "Estos hombres llamados almogávares no viven más que del oficio de las armas. No habitan las ciudades ni las villas, sino las montañas y los bosques. Guerrean sin tregua contra los sarracenos y entran en su tierra durante un día o dos, robando, saqueando. Su vida es tan dura que pocos la soportarían. Pueden estar un par de días sin comer si es necesario, o comer hierbas del campo. Llevan una camisa corta, tanto en invierno como en verano, unas calzas de cuero muy estrechas... Cada uno va armado con una espada, unos dardos, sin escudo ni armadura. A la espalda llevan un zurrón de cuero en el que meten las provisiones para dos o tres días. Son hombres fuertes, gente de montaña, catalanes y aragoneses." En un principio no eran sino grupos dispersos de exploradores, un complemento del ejército, pero, a partir de la segunda mitad del siglo XIII se produce una rápida evolución. Su importancia numérica aumenta, se van a reagrupar y se pondrán al servicio de quien los necesite, eso sí, previo pago de una cantidad por sus servicios: se harán mercenarios. A principios del siglo XIV se forma la Compañía Catalana, la renovación se ha producido. Ya no son un islote, un supletorio que siempre puede reintegrarse a su medio de origen y readaptarse allí. A partir de ese momento forman un ente específico (militar),pero también forman un ente social, con un espíritu que poco a poco le había hecho más autónomo. Incluso entre los más rudos, los más humildes, existía ese espíritu. Era un ideal de soldado, de hombre de armas, que esencialmente se traducía en un comportamiento ejemplar en el campo de batalla. El combate era su religión. Confesaban y comulgaban antes de entrar en la batalla. Se preparaban con gravedad y misticismo. Tras proferir su grito de guerra "¡ Arago, desperta ferro!" Marchaban entonando la Salve Regina. Constituían una sociedad jerarquizada compuesta por almogatens, adalides, caudillos y capitanes. Tenían un consejo, una administración particular con Chancillería, Tesoro, Intendencia. Dicha sociedad constituía ciertamente una república militar.