Julio leyó Paula, de Isabel Allende:
Paula es una autobiografía que Isabel Allende escribió para su hija, Paula, durante el largo período de coma que precedió a su muerte por porfiria. Esto la convierte en una íntima historia de su vida y la de su familia, narrada con infinita fluidez y llena de sentimiento, con las abrubtas transiciones de Chile, hacia el socialismo primero y la dictadura conservadora después, como telón de fondo. Aunque no abundan las reflexiones me ha gustado bastante, y creo que es muy recomendable. Ya estoy deseando leer La casa de los espíritus, cuya adaptación al cine me encantó, y que sospecho debe decir muchas cosas.
No es un libro parecido a los de Javier Marías, otro Analista Compulsivo. Ahora estoy leyendo La negra espalda del tiempo, que no es una novela sino una meta-novela. Pero no recomendaré ni este ni ningún otro libro de Javier Marías, a pesar de que me gustan mucho, ya que casi nadie los soporta :-) Que yo sepa sólo me gustan a mí y al novio de mi hermana, que acabará siendo un escritor famoso (he leído un par de cuentos suyos que avergonzarían a cualquier premio Planeta).
Eduard dijo esto... :
Dos fiascos:
Las bostonianas (The Bostonians), de Henry James. No he pasado del capítulo 9. No le encontraba el interés por ninguna parte, y me aburría sobremanera. No lo esperaba, porque hace tiempo había leídoWashington Square del mismo autor, que me gustó mucho.
Retrato del artista adolescente (Portrait of the Artist as a Young Man), de James Joyce. Lo mismo que el anterior, pero peor todavía: aquí no pasé de la página 15. Las bostonianas era aburrido, pero sólo eso; el "Retrato" además tiende a ser caótico. Y también una sorpresa, porque Dublineses (Dubliners) me pareció muy bueno.
... y envió estos fragmentos:
Homero, Ilíada. Antes del combate de Héctor con Aquileo: Héctor a Andrónica.
"Más no tanto me inquieta el futuro fatal de los Teucros, ni la vida de Príamo el rey, ni aun la vida de Hécuba, ni la de mis hermanos que tantos y tan valerosos en el polvo caerán a los golpes de nuestro enemigo, como tú, cuando algún hombre aqueo vestido de bronce se te lleve llorosa y de tu libertad se apodere"
Homero, Ilíada. Aquiles tras la batalla
"Disolviose la junta y los hombres se diseminaron por las rápidas naves, cenaron y luego entregáronse al dulcísimo sueño. Y Aquiles a solas lloraba recordando al amigo querido, y el sueño que vence a los seres, con él no podía; en su lecho movíase añorando la fuerza y el noble vigor de Patroclo, todas las aventuras que entrambos habían vivido, ya en las ondas terribles, o bien con los hombres luchando. Lágrimas infinitas vertía acordándose de ello; ya se echaba de lado, de espaldas o bien sobre el pecho. Y por último se levantó de su lecho y se puso a vagar por la orilla del mar. Nunca había olvidado contemplar cómo nace la Aurora en el mar y la playa"
Homero, Odisea. El cíclope (final).
"Y a mi solo los hombres de grebas hermosas me dieron el carnero por añadidura. Y a Zeus el Cronida, el que nubes reúne y a todos gobierna, en la plaza lo ofrendé con la quema de muslos; mas él no los quiso: meditaba en qué forma podría perder mis navíos de tan bellas bancadas y a mis compañeros leales. Todo el día hasta que hubo ya el sol descendido a su ocaso disfrutamos de carne abundante y de vino dulcísimo; cuando el sol se ocultó y descendieron a poco las sombras, en la playa a dormir nos pusimos al pie de las olas. Al mostrarse en el día la Aurora de dedos de rosa, exhorté a mis amigos y luego ordené que al momento a la nave volvieran y aprisa soltaran amarras. Y embarcamos al punto; en los bancos sentáronse en filas y empezaron después a batir con los remos la espuma. Desde allí navegando seguimos con ánimos tristes, ya evadidos de muerte, aunque algunos amigos murieron"
No es que haya leído la Ilíada y la Odisea. Sólo algunos pasajes, y estos fragmentos (entre otros) me gustaron especialmente.