La semana según Zeni (VI)

PBits, lista de distribución.

La semana según Zeni.

27 febrero - 12 marzo, 1999

Entre traslados y fiestas mayores, esta gente de PBits parece que no ha tenido demasiado tiempo para los mensajitos. ¿Y nosotros, los que nos divertimos leyendo lo que se escribe aquí, qué? ¿No merecemos un respeto y una consideración?

Jacob Weisberg, en Slate calificó a Matisse de apolíneo y a Picasso de dionisíaco...

The Apollonian comes from the Greek god Apollo, the god of light, who was associated with rationality and its subspecialties law, medicine, and philosophy. The Dionysian comes from Dionysius, the god of wine and fertility, who was worshipped with drunken orgies in the woods at which nonparticipants were ripped to pieces. The Apollonian spirit is one of measure, reason, and control; the Dionysian is one of abandon, irrationality, and ecstatic release. The clash between the two principles was what produced Greek tragedy, according to Nietzsche.

... y propuso la siguiente lista de apolíneo vs dionisíaco:

Matisse Picasso

Jane Austen Charlotte Bronte

Eliot Yeats

Freud Jung

Superman Batman

Left brain Right brain

New York City Los Angeles

Pope Swift

Puccini Verdi

Johns Rauschenberg

Bush Reagan

Ego Id

Stravinsky Schoenberg

Windows Macintosh

Hillary Bill

Wordsworth Shelley

David Remnick Tina Brown

England France

Madison Jefferson

Mort Zuckerman Donald Trump

Hetero Homo

Army Navy

Heaven Hell

Shaw Wilde

White wine Red wine

Aristotle Plato

Slate Salon

Bonds Stocks

Leviticus Genesis

Felix Oscar

North Korea South Korea

Classical Romantic

Cocaine Heroin

Mies Le Corbusier

The Clash The Sex Pistols

Irving Kristol Norman Podhoretz

Protestantism Catholicism

Kant Rousseau

Mozart Haydn

Empire State Chrysler Building

Magritte Dali

Mickey Mouse Donald Duck

Eduard lanza la suya:

Botella Aznar

Sonia Ximo

Pujol Ferrusola

Filemón Mortadelo

Major Thatcher

Eduard Júlia

Rajoy Aguirre

Español (idioma) Inglés

Barcelona Madrid

Caballo Burro

Queso Jamón

Culo Tetas

Ximo suelta la suya:

Austria Italia

Michelle Pfeiffer Anna Galiena

Catalunya Valencia

Paté Embutido

Tom Hanks Harvey Keitel

Acuarela Oleo

Porcelana Barro

Agua Tierra

Poesía Teatro

Spielberg Tim Burton

Cava Cerveza

El mismo Ximo fue a ver Bugs e hizo este comentario final...

A mi me gustó mucho Toy Story , por lo que suponía de novedad, pero Bugs es la prueba definitiva de que comienza una nueva era con el cine y el ordenador ligados en un proceso de creación que no tiene límites. Muy recomendable.

... que parece que despertó una cierto temor tecnológico en Eduard:

A mi este tema me preocupa. En un país donde el 95% de periodistas cree que "deontología" es lo que hacen los dentistas, ¿qué pasará cuando sea indistinguible al ojo humano la ficción de la realidad? Me parece que tendría que establecerse un código deontológico referente a las imágenes creadas por ordenador, para advertir en cada momento qué es real y qué no, qué es virtual en lo real y qué es real en lo virtual. E instruir a los profanos como yo para que puedan distinguir la realidad de la ficción.

Toni tomó una determinación:

Decidí que no podia seguir así ... redescubrí lo bonito que es ver un texto correctamente acentuado, donde se abren y se cierran admiraciones e interrogantes ... que, en fin, tenía que poner remedio.

La discusión sobre las armas llegó a su fin. A la pregunta de Eduard, Julio respondió así:

EF> ¿No creéis que esas mujeres se sentirían más seguras si alguien les EF>> enseñara como defenderse, llegado el caso?

Por supuesto que sí, pero es algo fundamentalmente distinto. Es una mala analogía, porque fíjate que enseñar a una mujer a defenderse no implica forzosamente enseñar a los violadores a atacar. La tenencia de armas sí que tiene esa implicación. Para que la analogía fuera correcta, tendrías que decir algo así como: "hagamos cursillos de defensa personal para mujeres y de violación para hombres", pero creo que entonces no la pondrías para defender tu opinión, ¿verdad que no? :-)

Y Eduard replicó:

Tu refutación de la analogía es una mala refutación 8-), porque la analogía es una buena analogía. Para que tu argumento fuera válido, tendríamos que asumir que "mujer que va a ser violada" (o pegada o maltratada o asesinada por su marido) y "futuro violador" (o marido agresor) están en condiciones de igualdad. Pero no lo están: una arranca detrás (tiene menos fuerza física, no tiene armas, no sabe defenderse), el otro delante (tiene más fuerza física, posiblemente un arma ilegal y sabe ejercer la violencia). Otorgarles el acceso a las armas hará más poderosos *absolutamente* a los dos (en eso te doy la razón) pero *relativamente* mucho más a la mujer. En efecto, mientras que el daño que puede causar el agresor por tener dos pistolas (o un cuchillo y una pistola) aumenta poco, el daño que puede causar la víctima al pasar de "nada" a "pistola" aumenta mucho. La balanza se equilibra, aunque sea en un nivel más alto de violencia conjunta.

Sonia realizó una observación aguda:

En cuanto a las mujeres maltratadas por sus maridos, no creo que necesiten armas sino autoestima. Es decir, si no se ven con derecho a defenderse poco les servirá ir armadas. Si son capaces de reaccionar frente a su agresor tampoco necesitan pistola. (Yo me inclino por el arsénico en pequeñas dosis o cosas por el estilo) :-)

Y Julito suspiró tranquilo:

¡Menudo susto me has dado! Has empezado con tanta seguridad que por un instante he llegado a temer que mi refutación fuera realmente incorrecta. Pero no, je je :-), he encontrado tu desliz: he dicho "cursillos de violación para hombres" y no "cursillos de violador para violadores". Legalizar la posesión de armas abarcaría a todos: a los buenos y a los malos.

Y Eduard respondió con una boutade antes de exponer su último argumento desesperado:

Ah pero... ¿"hombre" y "violador" no expresan el mismo concepto? 8-)

Ya sólo me quedan los suizos. Sabiamente, me los he reservado para el final. O sea, que con esto acabo: ya no sé que más decir. Los suizos y las suizas, según la sabiduría popular, tienen todos un arma en casa. Son su propio ejército. Y al mismo tiempo, son un pueblo pacífico y civilizado. No utilizan su fusil para resolver disputas domésticas, ni discusiones de tráfico, ni nada de eso.

PS. ¿Alguien sabe si este mito es cierto? La verdad, sólo lo he oído; y no sé si es el estado el que les facilita las armas, si es obligado o voluntario tenerlas, o si todo es una invención para que nosotros los partidarios de la legalización acabemos nuestros argumentos.

Sonia puso el punto final:

Al menos, yo, me siento incapaz de convencer a Eduard y se me han acabado los argumentos. Sigo pensando como Julio y como Julia que mi miedo a las armas y a saber que las puede llevar cualquiera es superior a mi miedo a ser atacada.

En Alemania, el primer ministro destituyó a su ministro de Finanzas --Oskar el Rojo. Sonia hubiera hecho lo mismo:

En mi oficina hay un chico al que le llaman despectivamente "el alemán". El ha vivido algún tiempo en Alemania (no sé por qué), pero el apodo le viene por lo de mente cuadriculada.

Tiene unas pautas muy marcadas y, aunque es muy educado, resulta antipático y repelente.

Hago esfuerzos por no ser seca con el, pero me es prácticamente imposible. Su conducta no es reprochable, en absoluto, pero no cuaja con el "alegre y desorganizado" carácter "español". ;-)

Y Eduard se siente aludido:

Sí. Hay una cosa del "alegre y desorganizado" carácter éste que yo odio y admiro al mismo tiempo. Es la sabiduría contenida en el quedar "de diez a diez y cuarto" o también de "diez a diez y media" e incluso ¡"de diez a once"! Eso sólo se puede hacer aquí y en sitios como éste, donde tanto da eso y lo otro, que vengas o no vengas, que vayas o no vayas; donde ser puntual no tiene ninguna importancia porque no es más importante lo que tienes que hacer que lo que estás haciendo (aunque no estés haciendo nada). Aquí la puntualidad no es un valor en sí mismo, no es una muestra de respeto hacia el otro, no es el resultado de una organización eficiente del tiempo propio y conjunto... es algo más o menos práctico, y siempre transaccional (se puede ser puntual la primera vez, pero si el otro no lo es, la segunda vez ya no se es puntual... ¿para qué?). Cuando le dices a alguien que venga de diez a diez y media estás diciendo que si viene bien, y si no también; que ni lo que tienes que hacer con él es vital (lo que haces sin él es igualmente interesante) ni que lo que quieres hacer sin él no pueda ser interrumpido sin problemas. Refleja una concepción de la vida distinta a la nórdica: más relajada, menos productiva, menos eficiente, más divertida e intrascendente.

Yo, como soy un poco nórdico, siempre soy puntual, aunque la otra persona, durante años y años de quedar, siempre llegue un cuarto de hora tarde. Y es que los nórdicos, como tu alemán de la oficina, somos un poco cabeza-cuadrados 8-)

PS. Otra cosa que sólo se puede ver aquí: en las escaleras mecánicas, la gente sube de dos en dos. En cualquier parte del mundo del norte, se hace una fila de uno, para que los que tengan prisa puedan pasar. Aquí se da por supuesto que nadie puede ser tan tonto como para querer subir con las piernas por unas escaleras que te suben automáticamente, por tanto nos ponemos de dos en dos no sea que estemos diez segundos sin poder seguir hablando y hablando (o criticando y criticando) 8-)

Julito se lleva ¡por tercera vez consecutiva! (creo) el premio de "réplica de la semana":

Pues no, no me sirve. No hay duda de que eres ocurrente y divertida, PERO no contestas a mi pregunta...la esquivas hábilmente. Deberíamos, si tú quieres por supuesto, analizar el porqué ;-)

Y después, sabiendo cómo les gusta a sus compañeros y compañeras estereotipar, se blinda ante ellos mareándolos geográficamente:

¡No vale! ¡Me delata mi apellido, confiesa!. Aunque en realidad, poco tengo de gallego. Mi padre es gallego, nació en El Ferrol, pero se fue a vivir a Mallorca con muy poquitos años, donde ha vivido toda su vida hasta que nos vinimos a Cataluña, separado de su familia gallega. Yo nací en Mallorca. Mi madre es madrileña, pero su padre es de Ciudad Real y su madre de Jaén. Así que como puedes imaginar, soy, o al menos me considero, un individuo sin raíces. No tengo ningún acento distinguible al hablar, no me siento de ninguna parte y desconozco (y no practico) las costumbres de los lugares por los que he pasado.

Por fin --ya era hora-- Eduard acabó su mudanza:

¡¡¡Ya estamos trasladados!!! (más o menos). No os aburriré con los detalles --supongo que como los de todos los traslados, bastante catastróficos. Todavía no tenemos gas natural, ni nevera ni lavadora --lo cual quiere decir que estamos sucios y hambrientos, cuando no medio intoxicados por la leche pasada. Pero mi ordenador ha resistido el cambio, y funciona yo diría que mejor que antes y todo. Como Júlia se ha quedado con la mejor habitación, yo en compensación me he montado mi mesa de (iba a decir trabajo) ocio en el saloncito (no es que haya un salón de referencia por el que éste sea el -ito, es que todo en esta casa es pequeño), de cara al ventanal --y me gusta mucho. Es un poco como La ventana indiscreta, pero al revés porque no tenemos cortinas todavía. En breve subiré algunas fotos a la página de PBits, para quien las quiera ver.

Esto del traslado es una fuente de sentimientos imprevistos, fuertes y bonitos. Cuando me di cuenta que ya sólo me quedaba un viaje de trastos, y que por tanto eran mis últimos minutos en la antigua casa, de repente me emocioné. Lloré un poquito pero no de pena, sino de alegría. Pensé que había sido feliz en esa casa, y un poco tontamente me sentí agradecido. Incluso le hablé a la casa, y se lo dije en voz alta.

Y el domingo, la primera noche que pasamos en casa, bajé a eso de las diez a por algo de cena al Kentucky. Y aunque la antigua casa y la nueva no estarán separadas más de un kilómetro, me dio la sensación de estar en una ciudad nueva y desconocida. Ese sentimiento de esperanza y temor al mismo tiempo, de aventura y riesgo, que tuve (aunque más duradero entonces, claro) cuando vine a Palma a vivir.

Estos días son un desconcierto, y mucho más para alguien como yo, metódico y alérgico al desorden. Ayer estuve unas horas deprimido. Vino el del teléfono el sábado a hacer el cambio de línea, pero no hay cajita de entrada en casa. Y se había olvidado la llave maestra de abajo en la casa anterior. Así que lo aplazó para el lunes. Vino ayer con la llave maestra pero tampoco estaba allí la cajita, así que tenía que ir al poste y encaramarse. Pero justo ayer se le había roto el coche, así que vino con la moto y claro, no llevaba escalera. Así que lo aplazó para hoy. Hoy por fin tenemos línea. Con suerte, mañana los electrodomésticos. Y el gas, ni se sabe.

Toni recordó con horror su experiencia al respecto...

Si, en general coincido contigo. Aunque, desde un punto de vista más prosaico, un traslado es, fundamentalmente, una fuente de todo tipo de problemas y quebraderos de cabeza.

Yo ODIO los traslados.

La primera vez que me trasladé resultó ser una experiencia bonita. El traslado en si, quiero decir. El lugar al que me trasladaba ayudó en gran medida, por supuesto: abandonaba el hogar familiar y comenzaba a vivir de manera independiente. Así, como digo, el traslado fue bonito ... pero es que era tan poco lo que tuve que trasladar!! :-) Tan sólo unas cuantas cajas con libros, viejos LPs, CDs y algo de ropa, básicamente.

Desde entonces, la sensación de "sentimientos bonitos" asociados a un traslado ha ido diluyéndose de manera proporcional al numero de traslados. Hasta ahora han sido dos más, el segundo de ellos TREMENDO: con muebles, electrodomésticos (¿cuánto puede pesar una lavadora?) y camión de mudanzas incluido, desde Castellón a Potsdam. Y claro, encima te gastas una pasta.

El caso es que estoy bastante sensibilizado con el tema ya que se avecina un nuevo traslado que promete ser infernal: de Potsdam a Munich.

¡Cielos, casi tiemblo solo de pensarlo! ... ¡y eso que todavía quedan cinco meses!

Y en el tema de buscar una nueva casa no quiero entrar ... y el precio de los alquileres en Alemania ...

En fin, habrá que armarse de paciencia.

... que hace que Eduard se dé cuenta de algo:

Sí, sí, horroroso. Pero ahora que pienso en tu caso me siento afortunado y todo 8-) Me imagino tener que soportar todo eso pero en un país extraño, sin tener ni idea de la lengua... ¿¿Cómo se avisa a los del gas en alemán??

Polonia, Chequia y Hungría entraron en la OTAN. Julito entró en la peluquería, lo que le valió la admiración general:

JGA> Yo fui el viernes, y te juro que no le quité ojo a la

JGA> esterilizadora y sus instrumentos ni un segundo. Definitivamente me

JGA> parece de cartón piedra.

¡Valiente!

Y que empujó a Eduard a hacer lo mismo:

Ayer me decidí por fin a ir a cortarme el pelo. Le iba a decir al peluquero que tenía una piel muy sensible y que por tanto por favor no me pasara la navaja, que ya me lo haría yo en casa (una vez un barbero hecho y derecho, bastante rudo él, me dijo que tenía el pelo "como de algodón", así que pensé que lo de la piel sensible no sonaría demasiado blandengue). Y cuando llego a la peluquería ¿qué me encuentro? Un cartelito que pone: CERRADO POR ENFERMEDAD. Glups... ¿¿¿QUE enfermedad???