a gozar del deleite del no padecer, del dejarse existir

Post date: Apr 5, 2012 5:37:56 PM

Si pudiera, se sonreiría al pensar que Rosa y Pinín tenían por misión en el prado cuidar de que ella, la Cordera, no se extralimitase, no se metiese por la vía del ferrocarril ni saltara a la heredad vecina. ¡Qué había de saltar, qué se había de meter! Pastar de cuando en cuando, no mucho, cada día menos, pero con atención, sin perder el tiempo en levantar la cabeza por curiosidad necia, escogiendo sin vacilar los mejores bocados; y después sentarse sobre el cuarto trasero con delicia, a rumiar la vida, a gozar del deleite del no padecer, del dejarse existir, esto era lo que ella tenía que hacer, y todo lo demás aventuras peligrosas.

Leopoldo Alas Clarín, Adiós Cordera.

Agradó mucho al rey Bubu aquel plácido interior de familia burguesa, que revelaba en todos sus detalles esa aurea mediocrita de que habla el poeta como el estado más apto para hallar paz y felicidad en esta vida.

Luis Coloma, El ratón Pérez.

Posted on April 5 2012.